Foto: FB/Reuters/Andrea Comas.
Foto: FB/Reuters/Andrea Comas.

Según los sondeos de opinión, este domingo cuatro partidos se repartirán el poder. Las encuestas señalan que el gobernante Partido Popular tiene una intención de voto del 25 por ciento, el Partido Socialista Obrero Español del 21 por ciento, Podemos entre 19 y 20 por ciento y Ciudadanos entre 18 y 19 por ciento.

Desde hace 33 años, dos partidos se reparten el poder en España. Entre 1982 y 1996, gobernó Felipe González, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE); entre 1996 y 2004 fue el turno de José María Aznar López, del Partido Popular (PP), agrupación de derecha y heredera del franquismo; entre 2004 y 2011 volvió el PSOE al poder con José Luis Rodríguez Zapatero; y desde 2011 a la fecha fue el turno del PP, con Mariano Rajoy. Si bien estos dos partidos parten de historias bien diferentes, y todavía conservan ciertas marcas de identidad, con el correr del tiempo se fueron pareciendo cada vez más.

El PSOE, que alguna vez fue la versión española de la socialdemocracia europea, representó la democracia y las instituciones frente a la herencia franquista y autoritaria del PP. En materia económica, alguna vez fueron diferentes también. El PSOE algo más cerca de los sindicatos y los intereses de los trabajadores y el PP decididamente patronal y a favor de los grupos económicos más concentrados.

Pero las cosas cambiaron. Y no para mejor. El PSOE se fue haciendo cada vez más neoliberal y menos diferente del PP en materia económica. Y así fue como a la hora del ajuste, las diferencias entre Aznar, Zapatero y Rajoy se diluyeron.

La corrupción y el ajuste estuvieron en el centro del gobierno de Rajoy. La Justicia demostró que el PP tenía una contabilidad paralela en negro y que sus dirigentes cobraban sobresueldos. Este tema aportó crispación al tenso debate que el lunes protagonizaron Rajoy y el candidato del PSOE, Pedro Sánchez. “Usted ha recortado todo menos la corrupción”, le espetó el socialista a Rajoy, que por toda respuesta recurrió a los amables adjetivos “ruin” y “miserable” para demostrar que la crispación en Europa también se consigue.

La gran novedad de estas elecciones es que existe la posibilidad cierta de romper con esa añeja alternancia, y que cuatro partidos, dos de ellos nuevos, surgidos de los indignados que en 2011 ganaron las calles, se repartan el poder. Ninguno de los cuatro partidos con mayor intención de voto obtendría la mayoría absoluta, señalan las encuestas.

“Esta es la primera vez que los españoles tenemos más opciones viables de voto. Por fin se ha roto el bipartidismo del PP y el PSOE, que se han repartido el poder en los últimos 33 años. La política es ante todo negociación y pactos, y no como ha ocurrido en España donde los dos partidos tradicionales han gobernado a su antojo. Esta vez el país está abocado a construir una nueva etapa política de cuatro partidos fuertes que están forzados a negociar, a pactar y a fiscalizarse mutuamente”, dijo a la revista Semana el politólogo español Fernando García.

El PP primero en las encuestas
Según el estudio que publicó el diario El País, el PP se sitúa en primer lugar con un 25,3 por ciento de votos, lo que le otorgaría entre 105 y 112 bancas. Por su parte, el PSOE obtendría 21 por ciento de los votos, entre 85 y 94 escaños.

Para alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso es necesario conquistar 176 bancas, ya que son 350 los diputados. Según el sondeo publicado por El País, en tercer lugar aparece la agrupación de izquierda Podemos, con 19,1 por ciento (entre 55 y 64 escaños), y en cuarto lugar la agrupación liberal Ciudadanos con un 18,2 por ciento (53-67 bancas).

Por su parte, un sondeo de opinión difundido por el diario El Mundo señala asimismo como ganador al PP, con el 27,2 por ciento (entre 114 y 119 diputados). En segundo lugar el PSOE, con 20,3 por ciento (entre 76 y 81 escaños). En esta encuesta aparece en el tercer puesto Ciudadanos, con 19,6 por ciento (62-69 bancas) y en el cuarto lugar Podemos, con el 18,4 por ciento (entre 56 y 60 bancas).

“Este país no puede volver al pasado, aunque algunos lo intenten. Este país está mirando ya al futuro, entérense”, señaló el referente de Podemos, Pablo Iglesias, quien se presentó como un candidato que quiere ser “el empleado de los españoles” y no “el jefe de los españoles”.

Fuente: El Eslabón

Más notas relacionadas
Más por Pablo Bilsky
  • Migas

    Eduardo y Jimena mastican. Sus bocas se abren y se cierran a un ritmo monótono, vacío, mec
  • A la pesca

    Yo no sé, no. La tarde de la última semana de abril estaba con una temperatura especial pa
  • Mano dura sí, pero ajuste no

    El presidente Daniel Noboa logró que se acepten las propuestas relacionadas con el combate
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Coro y orquesta para chicas y chicos de Las Flores

El proyecto lo impulsó la educadora Laura Daoulatli, lo tomó el Concejo y será una realida