Hubo denuncias penales contra el ministro Sergio Bergman, organizadores del Rally y Parques Nacionales por “complicidad manifiesta”, al reconocer la ilegalidad del recorrido que atraviesa reservas naturales.
Como en sus inicios en territorios argentinos, allá por 2009, el Rally Garka detonó graves protestas por la prepotencia de una empresa privada internacional, con sus socios funcionarios locales, para burlar leyes y derechos ambientales, culturales y sociales.
Con el silencio de muchos medios periodísticos, que insisten en cubrirlo en páginas de deportes y no en economía o ambiente, con la cobertura de pedorristas que suelen hablar de desafíos a las pruebas y promoción de maquinarias, mientras mencionan la palabra “a fondo”, y el pago de publicidad; el rally tiene quien le sirva.
Desde la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente (Funam), Córdoba, Rosario Jara indicó: “Esta competencia representa altos riesgos sobre la vida de personas transeúntes, la fauna nativa y el ganado, destruye patrimonio cultural, puede producir incendios en áreas naturales y campos de cultivo y produce impactos sonoros, entre otros”.
Agregó que “es también repudiada por pobladores y vecinos del área, pues ven afectada de manera directa su forma de vida. Nos solidarizamos con las comunidades aborígenes y movimientos sociales y ambientales que a lo largo de Argentina y países vecinos luchan contra el atropello que significa el paso del Rally Dakar”.
En ese marco, los trabajadores del salteño Parque Nacional Los Cordones, repudiaron la “complicidad manifiesta con que las autoridades reconocen la ilegalidad del rally” en esa área protegida. Además, elevaron un petitorio para exigir que no autorizaran ese paso.
A pesar de no conocer del tema, según admitió, el mismísimo rabino conservador y farmacéutico Sergio Bergman, ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, y Emiliano Escurra, vicepresidente de Parques Nacionales, reconocieron en los medios de comunicación que el paso del Dakar es ilegal en un parque, pero a su vez intentaron “deslindar” su responsabilidad aduciendo que se trata de una situación heredada.
No pidieron permiso
El petitorio fue presentado mediante un acta elaborada hace casi dos semanas, y también fue apoyado por comunidades de pueblos originarios, organizaciones sociales y ambientales. El trayecto cuestionado se realizará el lunes 11 de enero, sobre 21 kilómetros del parque, cuyas autoridades podrían impedir la violación de las leyes de protección ambiental.
Según indicaron los trabajadores de Los Cardones, la Amaury Sprot Organisation (ASO), organizadora de la caravana contaminante, “nunca presentó a la Administración de Parques Nacionales (APN) una solicitud de autorización para realizar ese evento, omisión que contraviene una norma estructural de parques, tal el Reglamento de Evaluación de Impacto Ambiental en jurisdicción de la APN (Resolución HD N° 16/94), norma que obliga a la realización de un Estudio Ambiental Previo, para ser evaluado y si correspondiere, ser aprobado por el organismo”.
Y agregan que “el reglamento para la realización de eventos especiales en jurisdicción de la APN (Resolución HD N° 66/2013), expresamente prohíbe este tipo de competencias en las Áreas Protegidas Nacionales, por los graves impactos negativos que produce en el patrimonio integral. Su artículo 4° especifica “…no podrán autorizarse las competencias de velocidad de automóviles, motocicletas, lanchas o de cualquier vehículo motorizado”.
Así la cosa, “no hay manera de justificar esta actividad en las Áreas Protegidas, salvo burlando la ley, como ya lo hiciera la entonces presidente de la APN, quien mediante Resolución PD N° 675 del 28 de diciembre de 2010 avaló este evento, confirmando la debilidad institucional con las siguientes consideraciones textuales: “Que la realización del evento mencionado es un reconocimiento a nuestro país tanto desde el punto de vista organizativo, como en lo que se refiere a las peculiares características naturales y culturales de nuestras diferentes regiones. Que dada la importancia internacional de tal evento, no pueden soslayarse el compromiso, la supervisión y las acciones de coordinación entre la empresa organizadora, las diferentes instancias estatales y esta APN”.
Evaluación ambiental
En 2011, la carrera –agregan– dejó como saldo el incendio total de uno de los camiones que competían y “una evaluación ambiental realizada por técnicos de APN que atestiguó la generación de impacto ambiental y daño ecológico elocuentes y suficientes para concluir que de manera alguna puede esta actividad ser compatible con los objetivos de conservación de las Áreas Protegidas”.
Los trabajadores sostienen que “por todo ello reiteramos nuestro requerimiento al APN para que en uso de sus atribuciones y en cumplimiento de sus deberes de funcionario público, no autoricen el paso del rally 2016 por Los Cardones. El Parque Nacional fue creado en 1996, en un ambiente de sierras secas, con altitudes entre los 2.700 y los 5.000 metros sobre el nivel del mar. En el sitio se pueden avistar más de cien especies de aves, como los cóndores. También está poblado por animales en peligro de extinción, como la vicuña y la taruca. Además, tiene un valioso patrimonio arqueológico, como pinturas rupestres, y paleontológico con huellas de dinosaurios de unos 70 millones de años.
Se halla al sudoeste de la ciudad de Salta, a 30 kilómetros al este de Cachi, por la ruta provincial 33 y no tiene servicios turísticos. Es cruzada por una recta perfecta, llamada Recta del Tin-Tin”.
Por su parte, Claudio Bertonatti, profesor en Escuela Argentina de Naturalistas, museólogo, asesor en Fundación Azara, profesor en Puesta en Valor, conservación e interpretación del patrimonio, remarca que los Dakar “vulneran las áreas naturales protegidas, dañan los sitios arqueológicos y los yacimientos paleontológicos, causan accidentes contra personas y animales (silvestres y domésticos), generan incendios, erosionan o compactan suelos, ahuyentan la fauna, abren nuevos caminos donde no debería haberlos, deterioran las costas o bordes de los humedales, contaminan con su ruido, además de emanar gases, producen la pérdida de combustible y dispersan basura”.
Denuncia penal en Córdoba
El biólogo Raúl Montenegro presentó, antes del inicio de la competencia, como ciudadano y presidente de Funam, una denuncia penal contra funcionarios públicos y organizadores del Rally Dakar 2016 en los Tribunales Federales de Córdoba. “Es por la irregular aprobación de la competencia en Córdoba, otras provincias y la nación, donde se violan impunemente leyes y se aceptan estudios de impacto mal hechos”. El abogado patrocinante de la presentación es Alejandro Zeverín.
El ambientalista y premio Nobel Alternativo 2004, remarca que “las áreas de ambiente de Córdoba y la nación actúan como escribanías de la empresa francesa Amaury Sport Organisation, pues aceptan sus estudios mal hechos y presentados un par de meses antes del inicio de la competencia”.
“En Francia y Argentina, los funcionarios nacionales y ASO presentaron la edición 2016 sin que estuvieran autorizados los recorridos. En nombre de los negocios y el dinero vienen transformando las evaluaciones de impacto ambiental en una burla que le termina costando la vida a personas y destrozando ambientes únicos”, resalta.
Agregó que la irregular autorización del Rally Dakar en Córdoba se hizo “sin que existiese previamente un estudio sobre los impactos ambientales negativos que podía sufrir cada lugar y poblado atravesado por la competencia y los tramos de enlace. El consultor Juan Alberione, en representación de ASO, se limitó a hacer una evaluación general e imprecisa, un vacío que quedó al desnudo en la Audiencia Pública del 21 de diciembre realizada en Villa Carlos Paz”.
Alerta sudamericana
También advirtió que “Perú, por precaución ante los efectos de la corriente del Niño –la misma que afecta a Argentina y Bolivia– decidió anular el permiso para que se realizara en su territorio”.
Y agregó que, en 2014, “el Ministerio de Turismo del gobierno de Ecuador consultó a especialistas de Chile y Perú, y a nosotros en Argentina, para conocer los impactos negativos del Dakar, tras lo cual comunicó a la empresa francesa ASO que Ecuador no estaba interesado en esa competencia. Al caerse Ecuador, la iniciativa impulsada por Etienne Lavigne de hacer el Dakar del Pacífico naufragó, pues la negativa de Ecuador impedía el pasaje hacia Colombia”.
“En el 2016, Chile se excluyó. Un país en el que las ediciones previas del Rally Dakar habían dañado irreversible y definitivamente restos arqueológicos únicos”, alertó.
