El historiador Carlos Pistelli repasa la relación de Santa Fe con Artigas y los mandones de Buenos Aires. La construcción de identidad e integración.

“Mientras este Congreso intenta construir, en integración e identidad en clave regional, parece que los que mandan no se dan cuenta”, lanzó Carlos Pistelli al comienzo de su disertación en el Congreso realizado el mes pasado en Paysandú. Y agregó, para ser más claro: “Construimos identidad e integración, a contrapelo de los mandones de Buenos Aires y Montevideo que lamen las bolas de la Gran Bretaña”. “Otra vez Artigas cabalga como un espectro entre nosotros para no dejarnos engañar”, advirtió. Instantes después de terminar la disertación del rosarino, se desplomó el telón principal sobre el escenario del coqueto teatro Florencio.

“El fantasma del montaraz indómito nos exhorta a no dejarnos engañar por las palabras de los mandones que no han aprendido nada. ¿O acaso no ha sido la Gran Bretaña la que posibilitó que una misma Nación se haya convertido en dos estados?”, explicó. Algo que luego admitió que era imposible de callar, ya que en esos días se realizó la reunión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas.

En esos días, la prensa sanduceña decía que Tabaré impulsaba un tratado de libre comercio con el Reino Unido, mientras su par argentino “desnegociaba con el mismo Estado nuestra situación de Malvinas”, como señaló el indignado disertante.

Pistelli es autor de ¿Vale la pena ser argentino?  (Tomo I, Granadero Baigorria, Talleres Gráficos Acuarela, 2007) y de Los Caudillos, se la juegan por la argentinidad (Buenos Aires, Dunken, 2012).

“Los primeros años de Santa Fe como provincia autónoma están íntimamente ligados a la figura del Patrón Oriental de la Independencia”, indicó el historiador, y continuó: “Pero eso no significa que el marco de relaciones haya sido color de rosas. Es más, como «buen padre con su hijo», las mismas fueron tensas, con idas y vueltas. Pero, los años en que el liderazgo político, militar y revolucionario de Artigas significaron un estilo y un pronunciamiento federalista, para la región y Santa Fe”.

De camino por Rosario

Pistelli también retoma el paso de Don José por Rosario: “Tras sus entrevistas en Buenos Aires con la Junta Grande, Artigas vuelve a la Banda Oriental. Lo hace, como jefe de la vanguardia de un ejército que conduce José Rondeau. El camino es el viejo recorrido que une a la ciudad portuaria con Santa Fe. Vienen con él el representante santafesino a la Junta, Francisco Tarragona, y el cura Peña de Colonia. En Rosario, hacen pie el 12 de marzo, encontrándose con Hipólito Vieytes”.

El investigador precisó que “el virrey Elío mandaba su flotilla a saquear la banda del Paraná, fruto de necesidades”. “Acababa de producirse el combate de San Nicolás –prosiguió Piestelle–, donde cae prisionero Azopardo. Vieytes, apostado en la defensa del Rosario, charla con Tarragona, Peña y Artigas, que acaba de pasar, para constituir una batería de 6 cañones de a 16, resguarda con 100 hombres de infantería y los artilleros necesarios. Esa es la base defensiva que terminará de ejecutar Belgrano un año después al izar la Bandera de la Libertad”.

“La excelente campaña militar de Artigas, consigue la victoria de Las Piedras en Mayo de 1811, y sitia Montevideo. La batalla, es nombrada en el Himno Nacional Argentino, y a su honor se levantará la famosa Pirámide de Mayo, donde está nombrado Manuel Artigas, muerto en la acción. El pacto Rivadavia-Elio provoca la «redota, para no decir otra cosa», y el famoso Éxodo Oriental”, agregó historiador rosarino.

Pistelli contó que “pronto, las desinteligencias de las provincias con Buenos Aires, estallan, primero como idas y vueltas”. “Palabras van, diplomacias truncas vienen, la no aceptación de los diputados orientales a la Asamblea del año XIII,  hasta que finalmente, Artigas abandona el segundo sitio de Montevideo, el 20 de enero de 1814”, añadió.

La guerra de Espinillo

El investigador rosarino recordó que cuando “Artigas cruzó el charco, y el director Posadas lo declaró traidor y enemigo de la Patria, haciéndole la guerra, se levanta Entre Ríos al llamado de la admirable alarma federal”. “Hasta ese momento, tanto Santa Fe como Entre Ríos eran administradas por mandones porteños, y, encima, con un dato de color, pues se habían separado los pueblos de la orilla occidental entrerriana de la dependencia santafesina”, subrayó Pistelli, y luego amplió: “Había viejas cuentas pendientes que resolver. Mandó Posadas tropas de represión, pero los jefes artiguistas empiezan a correrlas. Primero ganan los pueblos del río Uruguay (Arroyo de la China, Gualeguaychú, Gualeguay), y luego van por el resto de las tropas persiguiéndolas hasta La Bajada, la actual Paraná. La batalla final se produce el 22 de febrero de 1814. Los artiguistas Hereñú y Otorgués, primo de Artigas, derrotan al Barón de Holmberg. La particularidad de la batalla, es quien cae prisionero de Artigas: nada más ni nada menos que Estanislao López, el futuro caudillo federal”.

Amistad con Candioti

Pistelli nos recuerda que “era Francisco Candioti el hombre más importante, y rico, de la ciudad, junto al médico Rodríguez del Fresno”. Y que convivían en Santa Fe tres partidos: “Uno, minoritario, pro-porteñista; un partido santafesino que busca recostarse en Artigas pero sin someterse a sus designios ni a su política general; y uno francamente artiguista. Candioti era visto, aún a su avanzada edad (era nacido en 1743), como el referente posible dada su posición económica, social y sus relaciones personales, que lo llevaban a aunar amistad tanto con Belgrano como con el Jefe de los Orientales”.

“Es precisamente Candioti el elegido por Buenos Aires para intentar algún acercamiento con Artigas. El 23 de abril se firma una paz, no duradera, porque los litigios recrudecen”, explica el historiador. “Ante esta situación –sigue Pistelle–, Buenos Aires envían al coronel Manuel Dorrego a someter al artiguismo, pero éste es derrotado. Finalmente, y ante la proximidad de una expedición realista que vendría al Plata, Buenos Aires le entrega a Artigas la plaza de Montevideo”.

La Revolución de 1815

“En abril de 1815, el joven director y amo de la política porteña, Carlos Alvear envía tropas para intentar nuevamente someter a Artigas. En Santa Fe el caldo está gordo, y los santafesinos se rebelan al teniente gobernador Eustoquio Díaz Vélez, con auxilios de la otra banda. El propio Artigas se hace presente y el 24 de marzo de ese año Santa Fe gana su autonomía. Las tropas que venían a reprimir el levantamiento, se rebelan ellas, y Alvear se ve obligado a renunciar e irse del país”, explica el investigador rosarino.

“Así nace –señala– la provincia de Santa Fe, eligiendo a Candioti como su primer gobernador. El llamado Príncipe de los gauchos se entrevista con Artigas, y Santa Fe se liga a la Confederación de los Pueblos Libres, que tendrán su congreso organizativo”.

Congreso de Oriente

“El 29 de junio de 1815, Artigas cruza el charco desde Paysandú, y se hace presente en Arroyo de la China para inaugurar el Congreso. Traía consigo la mochila de organizar la Liga Federal, y conseguir acuerdos con Buenos Aires, puesto que por misión Pico-Rivarola, Buenos Aires le formulaba hacerse cargo de la Banda Oriental y Mesopotamia, con límites en el Paraná, reconociéndole su autonomía. Y, a su vez, Artigas arrastraba una pesada mochila de no haber conciliado con Montevideo el envío de diputados a la cita. Llegaba a los tropezones”, relata Pistelli.

También recuerda que “Candioti ha recibido comunicación de Artigas, despachada el 21 de mayo, para la elección de los diputados. La representación recayó en don Pedro Aldao, referente de su tiempo, yerno de Rodríguez del Fresno, y en don Pascual Diez de Andino, hijo de un famoso cronista santafesino, encaramado en la élite local. La falta de recursos hizo que por sorteo la representación cayera en Andino”.

“Andino –asevera el historiador– se presenta en Arroyo de la China con precisas instrucciones. Entre ellas se menciona la de independizarse de la Corona Española y familia de los Borbones. El historiador Petit Muñoz da trascendencia a las instrucciones de Candioti, que algunos observan alguna similitud con las Instrucciones Artiguistas del Año XIII”.

¿Qué pasó en el Congreso? Dirá Artigas ese 30: “Los congresales están reunidos desde el 23”. Que les notificó del fracaso de la misión de Blas y Pico, por la cual el interino Director Álvarez Thomas, pretendió reconocer la independencia (entiéndase como ‘autonomía’) de la Banda Oriental, y aceptar la resolución de Corrientes y Entre Ríos, sin mencionar las situaciones de Santa Fe y Córdoba, que provocaron el fracaso de la reunión. Y finalmente elegir cuatro diputados para tratar con el Directorio los puntos álgidos. Entre ellos, el propio Andino. Fue tan descarado el recibimiento de los mismos, llegándolos a meter preso, que la guerra recrudeció.

La Guerra

“Candioti entra en enfermedad terminal y le suplanta interinamente Tomás de Larrechea. La muerte del primer gobernador se daba cuando la provincia perdía nuevamente su autonomía por ocupación de un ejército porteño al mando del General Viamonte, secundado por Díaz Vélez. Nuevamente Santa Fe padecerá una ocupación tremenda”, reseña Pistelli.

Y remarca que “los santafesinos no se quedan quietos. El 2 de marzo de 1816, se subleva la 1° Compañía de Blandengues al mando de Estanislao López, uniéndose a las Milicias de Rincón, en donde cumplen papel preponderante Mariano Vera, Cosme Maciel, y Mariano Ezpeleta. Viamonte, cercado, pide auxilios a Díaz Vélez, apostado en Rosario. Álvarez Thomas envía al general Belgrano con refuerzos”.

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