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Foto: Manuel Costa.

Jesús, un pibe de diez años que patea la calle como vendedor ambulante, fue sacado a la rastra del bar de comida mexicana Taco Box por uno de sus empleados, arrojado contra una puerta y golpeado con una trompada en el estómago. El hecho, ocurrido la noche del 20 de diciembre, tuvo a dos testigos que cenaban en el comercio de Alvear 122 y que se atragantaron de bronca ante la escena de violencia que se desplegó ante sus ojos, al punto que acompañaron el movimiento hasta la salida del lugar, donde vieron el desenlace de la acción. Melina y Ernesto, los comensales indignados, denunciaron lo sucedido primero en las redes sociales y luego en el Concejo Municipal. En el Palacio Vasallo, varios ediles tomaron el tema y presentaron diversos pedidos al municipio para que haya sanciones severas al negocio.

La navidad de Jesús

“Violencia contra un niño de 10 años que vende fibrones. Fuimos testigos, un horror”, escribió la noche del martes Melina en su cuenta Facebook, cuando todavía estaba “temblando”, tal cual posteó la mujer en su muro. Movilizada ante lo que acababa de ver, Melina decidió denunciarlo de inmediato en las redes sociales y luego ante las autoridades.

“Lo sacó un tipo del lugar a la rastra y lo tiró contra la puerta. Luego, le dio una piña en el estómago”, contó la testigo del hecho. “No lo puedo creer, es un niño. ¿Qué le estamos ofreciendo como sociedad?”, planteó Melina, quien confirmó la denuncia en diálogo con este medio.

La situación, según relataron los testigos, sucedió el martes pasado alrededor de las 23.30. “Este niño estaba vendiendo fibrones para poder subsistir, en lugar de estar en su casa, con su familia, imaginando un regalo para pedirle a Papá Noel”, manifestó Melina, y añadió: “Lo dejamos sin Navidad a Jesús… Qué ironía. Si en 5 años mata a alguien es porque hoy lo mataron a él”.

La mujer señaló que cinco minutos antes, Jesús, el pibe golpeado, les había vendido dos fibrones “con mucho respeto”. “Supimos que se llama Jesús y que terminó cuarto grado en la escuela Gendarmería Nacional de zona sur”, comentó Melina, quien remarcó su bronca al indicar que todo ocurrió “a cuatro días de Nochebuena”.

Ernesto, otro de los testigos, tampoco se quedó de brazos cruzados ante el hecho y también relató lo vivido en su cuenta de Facebook, que tituló “La Navidad de Jesús”.

“Noche del 20 de diciembre. Patio del Bar de comida mexicana de Alvear 122 en Rosario (Taco box). Jesús tiene 10 años. Pasó a 5to grado en la Escuela Gendarmería Nacional de zona sur. Todo eso lo sabemos porque hablamos un rato cuando nos vendió dos fibrones”, relató Ernesto, que además supo que el chico “anda con un tío mayor en esos menesteres de ganarse la vida antes de perderla en forma definitiva”.

“Al rato –continuó la narración de Ernesto–, un imbécil regordete y petisón, lo saca a empujones desde adentro a la vereda, y sobre la puerta de al lado lo empuja con mucha violencia y remata su miseria con un puñetazo a la panza de Jesús. Y vuelve a entrar a su inmundo bar ante los gritos y los insultos de varios parroquianos”.

En su texto, el testigo dio cuenta de la bronca y la impotencia “por no poder calmar el llanto de Jesús”. “Luego –continuó el escrito de Ernesto–, unas empleadas que dicen entendernos y que ese chico va todas la noches. Como si la pobreza supiera de vacaciones! Y que los comensales no quieren vendedores… y bla bla bla. Y Jesús que pasa con su tío que esta noche vende pañuelitos de papel. Y yo que grito que por primera vez usaré las redes sociales para que la violencia de la gente de ese bar se conozca. Y lo hago con este post”.

“Con este post apenas repudio la violencia, pero no doy cobijo amoroso a Jesús. Ojalá él cuente con amor, con mucho amor (tal vez ese tío que volvió pidiendo explicaciones con los puños cerrados). Así las cosas, escribo y comparto esta historia porque de a muchos es mejor que solos. Ojalá en la zona sur también sean muchos con Jesús”, remató su texto Ernesto.

Repercusiones

La denuncia en las redes rápidamente fue convertida en noticia por el diario digital Redacción Rosario –producido por la cooperativa La Masa. que también realiza El Eslabón– y se fue replicando en otros portales y sitios de la ciudad e incluso de Buenos Aires. Los testigos también llevaron su indignación al Concejo Municipal. La concejala María Eugenia Schmuck (UCR) sumó su repudio al hecho. “Pedimos informes al municipio para que de manera urgente aclare lo sucedido”, planteó la edila, quien contó que fue contactada “por testigos de lo sucedido en el bar Taco Box y nos comprometimos a trabajar en un proyecto”.

La concejala indicó que realizó el pedido de informes al municipio para que “de manera urgente aclare lo sucedido el 20 de diciembre (en el bar), donde se denuncia grave situación de discriminación”.

“También solicitamos que se consideren las sanciones más severas del código de faltas por tratarse de violencia y discriminación, ya que el caso es grave y admite la clausura”, añadió Schmuck.

Por su parte, el edil Carlos Comi (ARI-Coalición Cívica) solicitó que “a partir de la repercusión que tuvo la agresión de un menor por parte del personal de un comercio céntrico”, se realice una “inspección del local” y se dicte la “inmediata aplicación de severas sanciones”.

“Según las denuncias realizadas, cuando ingresa el menor de edad, una persona adulta, encargada del local, lo habría sacado a empujones hasta la vereda y ya una vez afuera, le habría propinado un golpe de puño sobre el pequeño estómago del niño”, remarcó el concejal.

La empresa

“Ante el hecho ocurrido ayer en el local, en el que un empleado de la empresa tuvo una actitud violenta con Jesús, queremos hacer públicas nuestras más sinceras disculpas en nombre de Taco Box por la pésima actitud que tuvo esta persona. Nada más lejos de nuestro accionar que golpear o agredir físicamente a una persona, menos aún a una mujer o a un niño”, se pudo leer a las 21 del miércoles pasado en la cuenta de Facebook del local de comida mexicana.

A esa hora, la noticia que había comenzado con el posteo indignado de dos comensales del lugar en sus cuentas de Facebook ya había corrido como reguero de pólvora.

“Tenemos protocolos e instructivos para este tipo de situaciones, pero claramente no se respetaron y nos hacemos cargo de ello, así como también de asumir el compromiso de hacer un repaso profundo de los mismos, para evitar que una situación así vuelva a ocurrir a futuro”, fue la aclaración que salió a dar la empresa.

Según explicaron, “el cocinero en cuestión ya fue suspendido a la espera de una decisión final, y la denuncia policial realizada”. “Pero al margen de esto –escribieron– lo que más nos interesa es dar con Jesús y pedirle disculpas de manera personal y de parte de el resto de las personas que trabajan en el local. Y si es posible darle una ayuda en lo que necesite para que pueda pasar unas lindas navidades”.

La Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia de Santa Fe emitió un comunicado para referirse al tema, en el que condenó el hecho y llamó al Estado a hacerse «responsable de garantizar los derechos y la protección de niñas, niños y adolescentes». El texto de la Defensoría de Niños se reproduce a continuación.

Comunicado de la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de la provincia de Santa Fe:

La situación de público conocimiento ocurrida con un niño de 10 años en un local gastronómico de la ciudad de Rosario nos interpela como sociedad. A los adultos, pero también a las empresas en su conjunto y principalmente al Estado como responsable de garantizar los derechos y la protección de niñas, niños y adolescentes.

Desde la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes de Santa Fe entendemos que la primera infancia es el período de mayor desarrollo en la vida de una persona. Porque la educación, el juego, la salud, la protección y el cuidado durante esta etapa impactan en el bienestar presente y futuro.

Es el Estado quien debe otorgar desde el comienzo las mismas oportunidades de desarrollo a niñas y niños a través de políticas sociales eficientes que apunten a la igualdad y la equidad de unas y otros, sin diferencia de su centro de vida, de sus familias, del lugar en donde viven.

Niñas y niños tienen derecho a vivir sin miedo, seguros frente a la violencia, protegidos contra los malos tratos, la explotación y preservados del trabajo infantil que perjudica su desarrollo físico, psicológico y social,  y muchas veces interfiere en su horario escolar provocando la deserción.

En los informes del Observatorio de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia de Santa Fe de la Defensoría en conjunto con UNICEF Argentina, se indica la existencia de distintas formas de trabajo de niñas y niños sin regulación ni protección.

La explotación y el trabajo infantil se expresan en contextos diversos, y en todos los casos manifiestan situaciones de vulnerabilidad, pobreza y exclusión social.

El tema es complejo y requiere una mirada crítica y en perspectiva que permita pensar el trabajo de los niños en el entramado de relaciones sociales  y múltiples actores: niñas y niños, sus familias, organizaciones sociales, sindicales, empresariales y Estado.  Y es necesario pensarlo en contextos de crisis económica y desocupación estructural. Porque muchas de esas niñas y niños participan activamente de la economía familiar a través de la venta en la calle. No todos están desescolarizados pero muchos realizan estas tareas a contra turno y en horarios que no son propicios para su bienestar.

Ahora bien: ¿Qué hacemos como adultos cuando vemos a niñas y niños en situación de calle y con un vínculo con el trabajo? ¿La imagen nos interpela o nos incomoda? Es necesario que esta realidad deje de ser naturalizada e incluso invisibilizada. Pero también es importante que deje de ser observada desde el prejuicio y menos aún permitir ni tolerar violencia alguna sobre las niñas, niños y adolescentes.

Esta Defensoría efectúo la correspondiente denuncia a los organismos competentes y requirió a la Asociación Empresaria  Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario a establecer y comunicar los “…protocolos, lineamientos de trabajo y/o indicaciones sobre el trato a dispensarse a los niños, niñas y/o adolescentes que ingresen a un local sin un adulto referente….”

Niñas y niños no deben estar expuestos a la realización de actividades inadecuadas a su edad y desarrollo. No deben estar en situaciones de explotación. No deben ser descuidados por los adultos. Pero sobre todo deben ser protegidos por el Estado. Todos los derechos, para todas las niñas y todos los niños, todos los días.

 

 

Fuente: El Eslabón

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