La procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, advirtió: «Nunca he cedido a las presiones ni voy a renunciar». Además, dijo que si se concreta el pedido de indagatoria contra ella, «sería un acto totalmente inválido».

La titular del Ministerio Público viene resistiendo el embate destituyente del gobierno nacional desde el mismo día en que Mauricio Macri asumió.

En las últimas horas, aseguró que «sería un acto totalmente inválido» si se concreta el pedido de indagatoria por irregularidades en la compra de un edificio que podría derivar en su exoneración por decreto.

Gils Carbó reaccionó a las especulaciones sobre la eventual decisión del fiscal Eduardo Taiano de pedir este martes su indagatoria en la causa donde se investigan irregularidades en la compra del edificio de la Procuración y, como consecuencia de ello, su posible cesantía por decreto del Poder Ejecutivo.

La jefa de los fiscales adelantó que podría recurrir a «acciones judiciales» porque no puede «acatar un acto de invalidez que expondría a los fiscales a que fueran destituidos por decreto», según afirmó en un reportaje que publica el matutino El Cronista.

Precisamente, consultada por el periódico respecto de si ella tiene información sobre las versiones judiciales que indican que este martes será citada a indagatoria, Gils Carbó respondió: “Bueno, lo vienen anunciando los medios desde hace dos meses. Es más, desde que tiraron esta denuncia anónima por debajo de la puerta de un fiscal, ya al otro día en algún medio empiezan a decir que me van a citar a indagatoria, cuando no había ninguna prueba. Y lo de la combinación indagatoria-decreto lo dijo nada menos que (Joaquín) Morales Solá, lo viene diciendo Clarín, el diputado (Pablo) Tonelli viene alentando la legitimidad de sacarme por decreto, olvidándose completamente de la Constitución. Esas presiones son evidentes y dan a pensar que esta semana puede haber un llamado a indagatoria”.

Respecto de la causa por la cual se la pretende destituir ilegalmente -el pago de una comisión en el trámite de compra del edificio de la Procuración-, la funcionaria respondió en forma directa y clara: “No había ninguna posibilidad de prever, ni para mí ni para los veinticinco… no dos o tres, ¡veinticinco! funcionarios de distintas áreas que controlaron el trámite, que un pariente de un funcionario de esta Procuración habría cobrado una comisión de tres millones de pesos, que son 176 mil dólares”.

Es más, Gils Carbó abundó en datos sobre ese caso: “Hubo absoluta transparencia. Ni ellos ni yo pudimos haber detectado algo que no surgía del expediente, que tampoco podía ser presumido, porque ganó el mejor precio, porque está todo en regla, no hay absolutamente ninguna irregularidad en el trámite. Por eso tal vez la comisión bicameral no quiso que yo fuera. ¿Qué me iban a decir si la Justicia descartó el planteo por el traslado de fiscales y en esta denuncia, con toda la información del expediente, no pudieron los diputados oficialistas hacerme ningún tipo de acusación? Habrá que darle color con una citación a indagatoria, para lo cual se ha ejercido una gran presión sobre el fiscal”.

Corrupción, el gran tema

La funcionaria advirtió que ante la «fuerte campaña con la lucha contra la corrupción», no ve que esté «acompañada en los actos» al asegurar que el Ministerio Público Fiscal, es «uno de los principales organismos para investigar la corrupción» y sin embargo «tuvo el más grande recorte presupuestario de que se tenga memoria», lo que «impacta en la designación de cargos para afrontar las causas».

El Cronista recordó que en la discusión del régimen penal para empresas, la oposición frenó un artículo que habilitaba hacer acuerdos de delación sin darle intervención a la procuradora, y le planteó: “Cambiemos dice que usted obstruye causas contra ex funcionarios”. Gils Carbó, sin pelos en la lengua, replicó: “Esa cláusula tenía un nombre: Odebrecht. Ese tema no es ajeno a mi intento de expulsión. Sería tener un procurador para otra vez tener alguna injerencia en casos particulares. El Presidente dice que quiere que se vaya Gils Carbó para poner a un hombre de su confianza. ¿Con qué autonomía investigarían los fiscales desde Correo Argentino hasta Los Sauces, desde Avianca hasta la denuncia de (Alberto) Nisman? No ha habido ni un solo fiscal en mis cinco años de procuradora que haya salido a decir, y vaya si buscaron, que yo le ordené obstruir o torcer una investigación. Hay una fuerte campaña con la lucha contra la corrupción, pero no lo veo acompañado en los actos. El Ministerio Público Fiscal, uno de los principales organismos para investigar la corrupción, tuvo el más grande recorte presupuestario de que se tenga memoria”.

¿Se viene el decretazo?

En otro tramo del reportaje, El Cronista le planteó a la procuradora si considera que hay presiones sobre Taiano, ante lo cual respondió: “Veo las presiones públicas. Los fiscales generalmente recibimos presiones públicas y también privadas. Las privadas las desconozco. Se ve el armado de medios. Y eso lo conocemos todos los fiscales. Lo que lo protege a uno es hacer lo correcto. Nunca he cedido a las presiones ni voy a ceder en este momento. No voy a renunciar”.

Como el diario insistió y le preguntó “¿Y si el Presidente firma un decreto para removerla?”, Gils Carbò fue contundente: “Sería un acto totalmente inválido. Si es necesario haría acciones judiciales. Yo no puedo acatar un acto de esa invalidez porque expondría a los fiscales a que fueran destituidos por decreto”.

 

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