¿Llegaron a Rosario los famosos trolls de Marcos Peña y Mauricio Macri, de los que tanto hablan algunos medios porteños? El miércoles pasado organizaciones de derechos humanos, sociales, sindicales y políticas, legisladores nacionales, provinciales y locales, denunciaron que son objeto de “amenazas permanentes” proferidas a través de redes sociales. Casualmente, las víctimas son integrantes de diferentes espacios del amplio y heterogéneo universo opositor al gobierno nacional. Este sábado, ante la continuidad de las intimidaciones, ampliaron la denuncia con nuevos elementos.
Acompañados por el Espacio Juicio y Castigo Rosario y con el patrocinio de la abogada de Hijos Rosario, Nadia Schujman, la denuncia por “amenazas y hostigamientos masivos a través de grupos de WhatsApp” se presentó en la sede del ministerio Público de la Acusación (MPA). Entre los centenares de víctimas de intimidaciones, aparecen diputados nacionales como Josefina González (La Cámpora) y Lucila De Ponti (Movimiento Evita); concejales como Norma López (Frente para la Victoria), Eduardo Toniolli (titular del PJ local) y Marina Magnani (Unidad Ciudadana); dirigentes sociales como Alejandra Fedele (Ctep) y Eduardo Del Monte (CCC), integrantes del movimiento de derechos humanos como Nadia Schujman (Hijos), Ana Moro, Iris Perez, (Ronda de Madres); Mario López (APDH), Élida Luna (Familiares); dirigentes sindicales como Javier Almirón, Juan Pablo Bustamante, Paulo Juncos (Amsafé) y Raúl Daz (ATE); el ex Defensor General de la provincia Gabriel Ganón, el secretario de Derechos Humanos de Santa Fe, Marcelo Trucco, y el fiscal federal Adolfo Villate
En el escrito, al que accedió este medio, se da cuenta que desde principios de marzo, personas desconocidas vienen creando grupos de WhatsApp en los que compulsivamente y de manera reiterada se añade a referentes del movimiento de derechos humanos, dirigentes sindicales, sociales, y legisladores nacionales, provinciales y locales con fines intimidatorios y amenazantes.
“Muerte a Milagro Sala” o “Tucu vive”, son algunos de los nombres de los grupos creados en los que se profieren amenazas como “Están todos secuestrados”, “Disfruten sus últimas horas libres” o “prepárense para ser raptados”.
La denuncia fue promovida por el Espacio Juicio y Castigo, ámbito que integran organismos de derechos humanos de la ciudad, como Madres, Hijos Rosario, APDH, Familiares, Abuelas filial Rosario, junto a diferentes organizaciones sociales, gremiales y políticas.
Los organismos de derechos humanos evalúan que se trata de “gente que pretende intimidar y amenazar a las personas agregadas, para coartar su libertad y el derecho a participación en los asuntos de la vida pública de nuestra sociedad”.
“Por ser las víctimas todas referentes ubicadas en el plano de la oposición, pensamos que pueden ser los famosos trolls, esos grupos paraestatales que se dedican a generar confusión en las redes sociales y operaciones comunicacionales”, plantearon desde el Espacio Juicio y Castigo.
“También pueden ser directamente servicios de inteligencia, siguiendo los viejos manuales de la dictadura, con la intención de producir los definidos «hechos de acción psicológica», y de hacernos sentir que todos estamos siendo espiados”, añadieron.
Para los organismos de derechos humanos, “en cualquiera de los casos, se debe iniciar una investigación, seguir la línea de los números de teléfono o dispositivos creadores de estos grupos, para encontrar y sancionar a los responsables”.
Se abre la investigación
En el mismo momento que los denunciantes radicaron la demanda judicial, fueron recibidos por el fiscal regional de Rosario, Patricio Serjal, quién según los asistentes se comprometió a impulsar la investigación e informó que la causa sería tomada por el responsable de los casos en que los imputados son desconocidos, el fiscal Gustavo Ponce Asad, y que sería asistido por el área de delitos informáticos del Ministerio Público de la Acusación.
Ampliación de denuncia
Este sábado, ante la nueva proliferación de grupos de Whatsapp amenazantes, con nombres como “el Nuevo Videla”, “Muerte a las denunciantes”, «Zitelli Vive» o “Fiscales Hijos de puta”, en los que además de las intimidaciones ya habituales se incluyeron fotos de algunos de los ingresados compulsivamente a los grupos y de sus hijos, representantes de los organismos de derechos humanos volvieron a reunirse con Ponce Asad para ampliar la denuncia.
Los trolls de Macri
Entre el diverso espectro de organizaciones que presentaron el escrito ante el MPA, las miradas apuntan todas hacia un lado, los “trolls paraestatales” o los “servicios de inteligencia del Estado” que operan con información aportada por las corporaciones que controlan las redes sociales. Esas lecturas políticas se apoyan en las recientes denuncias internacionales reveladas en las últimas semanas que envuelven a Facebook –propietaria a su vez de WhatsApp– y a distintos gobiernos del orbe; y en los informes realizados por investigadores de la Universidad de Oxford, hechos públicos en medios como el diario Perfil y El Destape Web, en los que se denuncia cómo distintos gobiernos, entre ellos el argentino, utilizan estos recursos informáticos para influir en la opinión pública y operar sobre las personas y espacios críticos a sus gestiones.
Según los medios citados, el informe pone en evidencia cómo operan los “trolls” de Cambiemos. La información fue puesta de manifiesto a través de un estudio sobre “comunicación política en redes sociales”, realizado por los investigadores Samantha Bradshaw y Phillip Howard, del proyecto sobre Propaganda Computacional de la inglesa Universidad de Oxford, donde se describe cómo los gobiernos “utilizan cuentas falsas en redes sociales para hostigar a críticos e influir en la opinión pública”.
El trabajo, en el que se menciona el caso de Argentina, titulado “Tropas, trolls y armadores de problemas: un inventario global de la manipulación organizada en las redes sociales”, describe un “estado de situación mundial sobre el uso que hacen los gobiernos de las redes sociales para influir, con cualquier tipo de armas, en la opinión de la gente”.
En el estudio se habla de “bots gubernamentales” utilizados en países como Argentina y Estados Unidos entre una extensa nómina, para “inundar las redes sociales con spam y noticias falsas”. “También amplifican voces e ideas marginales inflando el número de likes, compartidos y retweets, creando una sensación artificial de popularidad”, añade el trabajo, en el que se destaca que los gobiernos contratan “ciber tropas”, y que menciona, según consigna El Destape, el ya reformado “Ministerio de Comunicaciones y la propia Presidencia de la Nación como los empleadores de este ejército de trolls”.
“No hay dudas que los usuarios individuales pueden divulgar discursos de odio y trollear a otros usuarios. Desafortunadamente, esto es también un fenómeno organizado, con gobiernos y partidos políticos dedicando recursos significativos al uso de las social media para la manipulación de la opinión pública”, afirma el trabajo de los investigadores.
El «espía» Zuckerberg
En el número pasado y en el presente de El Eslabón, el analista internacional de este medio, Pablo Bislky, aporta datos precisos para entender en perspectiva planetaria cómo se están utilizando las redes sociales y los datos de los usuarios para realizar espionaje a opositores y disparar campañas de comunicación de manera ilegal, con el objetivo de influir sobre la opinión pública.
En el artículo “Facebook roba para la derecha”, Bilsky cuenta cómo la red social está siendo investigada en Reino Unido y EEUU por el robo de datos a más de 50 millones de personas. “La información obtenida ilegalmente, a cambio de seis millones de dólares, fue entregada a una empresa consultora que trabajó para las campañas de Donald Trump y otros políticos conservadores”, precisa el artículo de este semanario sobre el hecho que provocó un escándalo mundial, al punto que el propio fundador de Facebook, Marck Zuckerberg, fue citado por el Congreso de los Estados Unidos.
El escándalo desencadenó una serie de denuncias a las que se sumaron, entre otros, el cofundador de WhatsApp, Brian Acton, quien llamó a las personas a que “borren sus cuentas de Facebook”. “WhatsApp es propiedad de Facebook desde 2014, cuando la red social invirtió 22 mil millones de dólares para comprar el servicio de mensajería”, informa Bilsky.
En la nota publicada la semana pasada en este periódico, se describe que la maniobra fue “perpetrada a favor de posiciones políticas de derecha, lo que incluye apoyo a la xenofobia, el odio social y el rechazo a la inmigración, entre otros clásicos de la agenda reaccionaria”.
Si se toma en cuenta que en los ataques denunciados el miércoles pasado y este sábado en Rosario, se utilizaron datos de usuarios de empresas como WhatsApp (de Facebook), imágenes de Hitler, Videla o el represor Eduardo Tucu Costanzo, y se agrede con la muerte de referentes sociales como Milagro Sala o el secuestro de militantes de derechos humanos, sindicales y políticos, los puntos de contacto entre la operatoria internacional y la local, como advierten desde el Espacio Juicio y Castigo, se estrechan aún más.
Fuente: El Eslabón