La Red de Clubes de Rosario salió con los tapones de punta a defenderse de los ataques del gobierno nacional, que por un lado subsidia a las gasíferas con recursos del Estado y, en paralelo, ahoga a las pequeñas entidades que no pueden hacer frente a ese servicio. Macri busca allanar el camino en la AFA para las Sociedades Anónimas Deportivas.

Más de 50 entidades deportivas barriales se hicieron oír esta semana en el Club Atlético Libertad (Felipe Moré al 1100), donde se realizó el Foro Regional de Clubes de Barrio ante la preocupación por los tarifazos y la merma de socios, que trae como consecuencia más chicos en la calle. La institución de la zona oeste se colmó de banderas que cubrían las paredes de su salón principal, al que acudieron –además de los protagonistas de la jornada– concejales, legisladores provinciales, funcionarios municipales y representantes del Movimiento Sindical Rosarino. “Es un orgullo que haya tanta gente. Estamos haciendo historia, y la historia nos dice que no tenemos que volver a fines de los 90, con clubes quebrados, concursados, vacíos, sin socios y tomados por privados”, subrayó Jeremías Salvo, presidente de la Red. Y recordó que el gobierno no cumple la norma que subsidia el consumo de gas a entidades deportivas sin fines de lucro, mientras emplea cuantiosos recursos públicos para subsidiar a las compañías gasíferas por los efectos de la devaluación que paga el conjunto de la sociedad.

El 26 de este mes se reunirán con diputados nacionales santafesinos con el objetivo de dar un paso más adelante en el reclamo. Mientras que el 22 de noviembre se viene otra dura batalla, cuando en la calle Viamonte de Capital Federal se decida sobre la incorporación o no de las Sociedades Anónimas Deportivas al Estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Para un club no hay nada mejor que otro club

Foto: Javier García Alfaro

En diálogo con el eslabón, los principales referentes de los clubes de barrio y de la Red que los nuclea coincidieron en la importancia de unir esfuerzos en este duro partido, ante un difícil contrincante que transforma en negocio todo aquello que se le cruce por delante.

“La idea de este foro es visibilizar la situación que estamos viviendo los clubes. En este marco de dificultades socioeconómicas que afecta al grueso de la población, nos estamos sintiendo muy desprotegidos porque no llegamos a pagar las tarifas y merma mucho el padrón de socios”, dijo de entrada el presidente de la Red de Clubes de Rosario, Jeremías Salvo, que además destaca la presencia de autoridades y dirigentes locales “porque la idea es buscar una salida entre todos a esta ausencia del Estado nacional”.

El también mandatario del Sunderland, ubicado en Camilo Aldao 528, lamentó que “estamos teniendo una merma de casi el 30 por ciento en los socios” y remarcó, preocupado: “Se nos están yendo muchos chicos, es muy doloroso. Muchos padres dejan de mandarlos porque no pueden con las cuotas. Les decimos que sigan viniendo igual y nosotros gestionaremos para que esta situación cambie”.

“Desde la Red siempre intentamos ser un espacio de inclusión, igualación, de contención”, continuó Salvo. “Vienen por todo. Por la educación, por las cooperativas y ahora por nosotros. Hay sectores que les molesta la comunidad organizada, la que construye. Hoy estamos haciendo historia y no queremos clubes sin socios, cerrados y con privados a la cabeza. Queremos un Estado presente, que esté cerca de los clubes”, remató.

Por su parte, el presidente de Libertad y anfitrión de esta edición del Foro Regional, Pablo Laporte, aseguró que a esta realidad “se llegó por las políticas del gobierno nacional, que nos ponen en una situación de riesgo. Es una historia que se repite, porque a los socios les cuesta pagar las cuotas y esto viene sumado a los tarifazos que nos afectan a todas las familias y a los clubes”.

Para la presidenta de Unión y Progreso (San Juan 3464), Chiqui Goñi –a quien sólo se la conoce por su sobrenombre– “las boletas de los servicios básicos vienen cada vez más caras y en este momento los clubes, sobre todos los más chicos como nosotros que no llegamos a 300 socios, no pueden pagar eso”.

“Con la situación económica, los socios se retrasan cada vez más con las cuotas o se van borrando porque por ahí no lo toman como prioridad, y se ajustan su economía dejando el club”, contin la dirigente, y reveló: “La única forma que tenemos es tirar todos para adelante, haciendo eventos, vendiendo pizzas y haciendo cosas extras para que ingrese otro dinero que no sea el de la cuota societaria, que es la que nos mantiene. Nosotros tenemos el privilegio de que todos los domingos tenemos un baile para la tercera edad al que va mucha gente y eso nos ayuda para seguir de pie”.

Diego Arias, máxima autoridad del Club Atlético Recuerdos de Evita –en el que unos 300 chicos practican fútbol infantil en su sede de Riobamba al 6100– defiende a las instituciones barriales como “un lugar que trae muchos beneficios para los chicos por su contención social” y cuestiona la gestión macrista: “Venimos en apoyo a los clubes que estamos sufriendo los tarifazos. Nos parece injusto todo esto que hace el gobierno, es algo doloroso porque te obliga a cerrar las puertas. Si no tenés buenos ingresos, más la gente que está complicada con la plata, y se suma un recargo muy grande con la luz y el gas, te complica todo. Porque ese precio no se lo podés trasladar a los socios porque se van, y mucho menos se puede recaudar de otra forma porque toda la situación está complicada”.

“Tenemos un 60 por ciento de los socios que no puede pagar la cuota, así que es todo a pulmón. Tenemos que hacer malabares para pagar todo”, detalló el mandamás de la entidad que lleva el nombre de la Abanderada de los Humildes.

A su turno, el titular de la Asociación Rosarina de Entidades Deportivas Amateurs (Areda), Alfredo Fasce, describió la importancia de estas instituciones: “El deporte en Argentina está iniciado y sostenido por los clubes. No los podemos sostener con estas tarifas. Y no podemos aumentar la cuota. Hay que encontrar otra solución para que no cierren”.

“Acá hay chicos jugando, familia reunidas, porque esto es un lugar que contiene y eso hoy vale más que nunca. Que esos chicos no estén en la calle es un triunfo de los clubes. Y estas son las instituciones que más desprotegidos estamos”, añadió el experimentado dirigente.

Lo prometido, aún es deuda

Los clubes de barrio y de pueblos no zafaron del abandono que el gobierno de Mauricio Macri hizo extensivo a los distintos sectores vulnerables del país. Y hace 8 meses que no ven un mango del reintegro del 40 por ciento que Nación les debe hacer, por ley, de lo abonado en las facturas de electricidad, agua y gas.

“Nosotros tenemos subsidiados el 50 por ciento del consumo de la EPE y Assa por parte de la provincia, no así del gas porque es de competencia nacional”, explicó Salvo.

En cambio, más suerte tuvieron las compañías gasíferas a las que –por decisión del presidente– el Estado “compensará” por la devaluación, que al parecer del gobierno, no padecieron los clubes. En su momento, el repudio generalizado contra el tarifazo retroactivo evitó que los usuarios se hagan cargo directamente de pagar las boletas de gas para compensar a las empresas distribuidoras, que de todas maneras se salieron con las suyas.

“Hace desde enero que no recibimos el reintegro que prometió el gobierno y no tenemos respuesta. Con los clubes por sí solo no alcanza, por eso necesitamos el apoyo de todos los espacios, para mantener las puertas abiertas”, se sumó Laporte.

Por eso, desde la Red no sólo exigen el “inmediato” cumplimiento de Nación con respecto a ese subsidio, sino que también piden que abran la cancha: “En Rosario tenemos unos 400 clubes de barrio de los cuales solamente 53 pudieron acceder a este programa Clubes Argentinos. El resto quedó afuera”.

Reunión y después

Durante la conferencia de prensa de esta semana, desde la Red de Clubes adelantaron un encuentro –previsto para el viernes 26 de octubre– con diputados nacionales por Santa Fe, a quienes le harán llegar de primera mano la difícil situación que atraviesan.

“La idea es encontrar una solución a esta problemática”, sostuvo Fasce, y anticipó: “No descartamos la protesta en la calle. Pensamos en una jornada de luto, porque esa es la sensación que tenemos en este momento”.

Rocio Bento, del Club Industrial de Funes, recordó la existencia de normas que benefician al sector, pero que no tienen plena vigencia: “Tenemos leyes que nos amparan, pero no se están aplicando. Les pedimos a los legisladores que empiecen a gestionar, cada uno desde su lugar, para que las leyes se cumplan, y que se reglamenten”, concluyó.

Santiago, presente. Además de las protestas contra las políticas de Cambiemos, la movida arrancó con un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Santiago Dalleva, un referente en la militancia de los clubes de barrio. “Fue un luchador”, remarcaron los organizadores sobre el joven que trabajó incansablemente para recuperar el club San Martín, ubicado en Valentín Gómez 3765, y murió en un siniestro vial.

Privados de fútbol

El 22 de noviembre en las oficinas de calle Viamonte, el más popular de los deportes en nuestro país se juega una brava parada. En la asamblea anual de la AFA se decidirá sobre la incorporación o no de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al Estatuto, un plan pergeñado por el presidente de Boca Juniors, Daniel Angelici, y el anterior titular de la entidad, Mauricio Macri, y resistido por la Red de Clubes de Rosario, entre otras entidades como la Coordinadora de Hinchas.

“Nuestro origen como Red tiene mucho que ver con el rechazo a las SAD”, recordó Jeremías Salvo en contacto con este medio, y afirmó sobre la problemática que mantiene en vilo a los suyos: “Lo que no todos saben o entienden es que aquellos que participamos de la Asociación Rosarina y de otras ligas adheridas a AFA, quedamos envueltos en eso”.

Si bien las miradas están puestas sobre lo que les puede ocurrir a los grandes clubes del país –que difícilmente dejen de ser de sus socios– esta iniciativa impulsada por la Secretaría de Deportes de la Nación apunta a los más débiles, a las instituciones barriales cada vez más vapuleadas por las políticas neoliberales de Cambiemos, que son vistas por estos depredadores como futuros espacios inmobiliarios.

“Los clubes son de los socios, fueron forjados para sus socios como organizaciones civiles sin fines de lucro. No creemos que ninguna sociedad anónima pueda hacer el trabajo social que hoy realizan los clubes en cada barrio”, sostuvo Salvo.

Para que los intérpretes del 38 a 38 aprueben este repudiable proyecto necesitan el visto bueno de las tres cuartas partes de los votantes. Y para evitar el reproche de los socios –que en su totalidad rechaza esta medida– los dirigentes buscan que el voto de los 43 delegados sea secreto y no a mano alzada, como suele ocurrir.

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