Guatemala exigió al gobierno de Donald Trump que inicie una investigación por la muerte de un segundo infante de los migrantes centroamericanos que se encuentran detenidos por la seguridad estadounidense. Lo hizo a través de un pedido formal del Ministerio de Relaciones Exteriores.

“El Gobierno de Guatemala, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, solicitará una investigación clara y resguardando el debido proceso sobre este caso a las autoridades estadounidenses”, destacó la cancillería guatemalteca.

El boletín el Servicio de Vigilancia de Fronteras de Estados Unidos (EEUU) informó sobre el fallecimiento de un niño de ocho años, quien murió luego de la medianoche del 25 de diciembre.

“Un niño de ocho años de nacionalidad guatemalteca que había sido detenido por el servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos murió poco después de la medianoche, el 25 de diciembre, en el Centro Médico regional de Gerald Champion, en Alamogordo, Nuevo México”, dice el informe citado por el portal Telesur.

El menor de edad fue trasladado al Centro Médico Regional de Gerald Champion, ubicado en Alamogordo, Nuevo México, donde falleció.

“La causa de la muerte está en investigación y se han solicitado los informes médicos que se practiquen para esclarecer la causa de la muerte del menor”, exhortó la administración guatemalteca.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, el niño presentó síntomas de resfrío por lo que fue llevado al centro médico para que recibiera los primeros auxilios de rigor.

“El niño fue mantenido en observación durante 90 minutos y después dado de alta del hospital a mitad de la tarde del 24 de diciembre con una prescripción de amoxilina y de ibuprofeno”, explican.

Telesur informó además que la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles calificó lo sucedido como una tragedia espantosa y advirtió que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) debe rendir cuentas y dejar de detener niños.

El pasado 13 de diciembre una niña de 7 años, también guatemalteca y bajo custodia de autoridades estadounidenses, murió tras ser detenida por la Patrulla Fronteriza de Nuevo México, según informó el diario The Washington Post.

La niña, que había cruzado ilegalmente la frontera con su padre y docenas de otras personas, murió de «deshidratación y shock», dijo el diario estadounidense citando al servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos (CBP).

La pequeña, que según el CBP supuestamente llevaba varios días sin comer ni beber, empezó a sufrir convulsiones unas ocho horas después de haber sido detenida y fue enviada por aire a un hospital en donde murió, dijo el mismo diario.

Fuentes: Telesur/ElUniversal/Washington Post

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