El primer número de Liso Santa Fe se propone comenzar a construir un mapa literario del territorio santafesino y saldrá a rodar a partir de marzo.

Este punto geográfico del país ofrece varios mojones que confeccionan una identidad singular que a su vez se encuentra mensurada por un escenario en el que se mezclan diversas corrientes migratorias con la espesura del componente criollo. Esa red –simbólica y muchas veces subterránea– se va estructurando a base de fragmentos y relatos autónomos, que tienden a vincularse entre sí para reconstruir una especie de rompecabezas de placeres y frustraciones que –de alguna manera– terminan por ordenar una entropía social característica. En ese punto es donde se inscribe y nace el primer número de Liso Santa Fe, una revista de estación, la publicación que como señala en su editorial está “hecha por poetas, narradores, cineastas, músicos. Es una revista de arte, o una revista política o una revista que no sabe a dónde va pero sabe lo que quiere. Una revista que no busca constituirse desde la definición y sí desde la experiencia”.

Los hacedores

Suelen decir los conocedores que el liso tiene la medida ideal porque “se puede tomar rápido y siempre está frío” y la lectura de la revista viene a rubricar esa máxima cervecera porque después de saborear cada nota o poema publicado, al lector lo abordan unas ganas irrefrenables de beber un liso tras otro.

“Al principio la revista se iba a llamar El Hornero pero en un momento mi mujer me dice que el nombre le parecía una mierda y ahí me acordé de un poema de Beatriz Vignoli que se llama Liso Santa Fe y prendió porque no hay nada más santafesino que el liso”, dice el poeta y narrador Yamil Dora, quien junto al poeta Fidel Maguna son los encargados de la dirección de la publicación.

“La cocina de Liso está en tres lugares, una en Rosario, donde están los editores (Patricio Raffo y Marcelo Cutró) y el corrector (Andrés Maguna), otra en Buenos Aires, donde está Yamil y otra en Piriápolis (Uruguay) donde vivo yo”, sostiene Fidel Maguna que se comunicó con el eslabón a través de mensajes de Whats app, y agrega: “La idea fue, desde un principio, hacer un producto de calidad, interés y profundidad con la intención de no subestimar al lector, pero ante todo, de no pensar en un prototipo de lector, focalizando el trabajo en lograr la mejor versión posible de cada texto que publicamos”.

La mirada interior

El narrador Yamil Dora es oriundo de Casilda y está cerca de pisar los 50 años. Todos lo conocen como el Turco y el trabajo que viene haciendo con la literatura por todo el territorio provincial se podría comparar con aquellos primeros árabes de principios del siglo XX que salían a vender telas por remotos parajes sobre todo el noroeste santafesino.

“Hace tres años que vengo trabajando con el Ente Cultural Santafesino, que hace un trabajo descomunal en toda la provincia promoviendo las distintas manifestaciones artísticas en un proyecto de mi autoría, que desde su origen tiene tres objetivos muy claros: en primer lugar que los santafesinos conozcan a sus poetas. Después, que los poetas de Santa Fe conozcan su provincia, y por último que los poetas de toda la provincia se conozcan entre sí”, explica Yamil Dora, que además resalta “el aporte, impulso y el trabajo permanente que realiza la diputada provincial Claudia Giaconne para que se puede realizar todo esto”. El ciclo con el cual recorre toda la provincia se denomina Francotrinadores, y está a punto de publicar la tercer antología, siempre con el valor agregado de estar conectado permanentemente con las bibliotecas populares que –sobre todo en las localidades más pequeñas– realizan un trabajo fenomenal a nivel cultural que generalmente suele ser ninguneado por los que se consideran «académicos»”.

“Me la paso viajando y es alucinante porque he descubierto poetas muy buenos y a partir de eso estamos confeccionando un mapa de toda la provincia”, afirma el Turco Dora . “Me molestaba mucho cuando iba a lecturas en Buenos Aires y que me identifiquen como el poeta rosarino. Y no, yo soy casildense. Entonces, que en esos lugares se empiece a hablar de los poetas santafesinos para mí es muy importante. Además, esta experiencia hizo que muchos poetas de Rosario viajen a las distintas localidades de la provincia y queden realmente maravillados con lo que sucede allí”.

En este punto, Fidel Maguna realiza un aporte sustancial para que Liso Santa Fe, antes de salir, ya tenga una proyección más que interesante si se la compara con la infinidad de revistas y fanzines que no suelen superar más de dos o tres números editados. “No es generacional –solamente– la diferencia que tenemos con Yamil, sino que es hasta de formas de pensar la edición, la literatura, la poesía y el arte en general. Y eso es muy interesante porque yo tengo o tendría una tendencia de hacer una revista más cerrada y mucho más para intelectuales; en cambio Yamil apunta a un público más diverso y más popular. Entonces esa contraposición que pudo haber sido un problema se transformó en algo muy bueno de la revista y que la hace más extraña, pero que va a favorecer al producto”.

Presentación, distribución y contenido

La revista se distribuirá por toda la provincia de Santa Fe, desde pequeños pueblos hasta las dos grandes ciudades, y el objetivo es llegar a todo tipo de público. “En este primer número hay un dossier dedicado al poeta rosarino Aldo Oliva, entonces la idea es que a Oliva se lo conozca y se lo lea por ejemplo en el norte, y por ese motivo la presentación de la revista comienza desde el 7 al 14 de marzo por Reconquista, Villa Ocampo, Las Toscas, Florencia y Villa Guillermina”, detalla Yamil, y adelanta: “La idea es llegar a los pueblos e ir casa por casa a vender la revista, además de invitar a la gente a que vaya a la presentación. Vamos a hacer una especie de venta ambulante y sabemos que de esa manera se van a ir abriendo puertas y el proyecto va a ir creciendo. Porque la provincia tiene como islas desperdigadas, y nuestra idea es empezar a unirlas”.

Además, el número 1 trae una crónica de una foto a Hebe Uhart en su paso por Rafaela; una entrevista al documentalista casildense Martín Solá que vive en Italia; una selección de poemas de Rocío Muñoz Vergara, Santiago Alassia, Diego Planisich y Patricia Severín. También colaboran Zulema Rotili, Ángel Oliva, Bruno Crisorio, Manuel Díaz, Tomás Sufotinsky, Federico Rodriguez, Patricio Emilio Torne, Claudia Magliano, Roberto García, Franco Rosso, Delfina Viruega y Beatriz Vignoli.

“En este primer número los artículos hacen convivir a Santa Fe, Rosario, Rafaela, Reconquista, Casilda, Gálvez, con La Plata, Turín, Montevideo, Sevilla. Pero el eje, el corazón de la revista, está y estará en la provincia de Santa Fe”, señalan los directores. Y eso es y será así porque este territorio no tiene mejor sello que un gran caudal de poetas y escritores a los cuales es aconsejable leer, acompañado de un buen liso santafesino.

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