En el marco del lanzamiento del tercer anuario de Alegría en Rosario, uno de sus creadores cuenta la experiencia colectiva de historietizar el último año de la gestión Cambiemos sin morir en el intento.
A casi cuatro años de su aterrizaje en la Casa Rosada, la gestión de Cambiemos se mide en los fríos números de su economía y sus recortes, se cuantifica en la pesada deuda que nos deja como herencia, se degrada en sus discursos vacíos y huidizos, y se despelleja en las páginas de Alegría, la reconocida publicación virtual de humor gráfico político, que se puede ver en redes sociales como Facebook e Instagram, y que acaba de lanzar su tercer anuario en formato de libro.
Alegría surgió del slogan “La revolución de la alegría”, que alguna vez acuñaron desde el equipo de Durán Barba. Con ánimo de despedir a la gestión nacional de una vez por todas, el colectivo de guionistas, dibujantes e historietistas presenta su tercer anuario.Ernán Cirianni es uno de los referentes del colectivo Alegría que el sábado 10 de agosto, a las 18.30, en el Complejo Cultural Atlas de Rosario (Mitre 645) presentará –con entrada libre y gratuita– su tercer anuario en el marco del Alegría Federal Tour 2019. Serán de la partida Diego Roth y Maximiliano Falcone, guionista y dibujante locales, y el comunicador Leandro Arteaga.
Cirianni es argentino pero vivió desde muy chico en México. Cuando volvió a la Argentina, fue alumno de arquitectura, de animación cinematográfica y escenografía. Realizó varios talleres de historieta, incluso estudió con referentes como Rep, Elenio Pico y Pablo Sapia, y fue compañero de dibujantes como Liniers y Minaverry.
En diálogo con El Eslabón, Ernán adelanta contenidos del libraco de 240 páginas a todo color que tiene una provocadora tapa: una Lilita Carrió con una corona de espinas, entre sangre y delirio, obra del ilustrador Polaco Scalerandi.
“Es el tercer año del macrismo retratado en dibujos. Como en los años anteriores, tiene trabajos especiales para el libro, que son las historietas mensuales, y además hay unos textos que acompañan lo que pasó en esos meses, como si fuera una infografía. Está ilustrado por dibujantes que estuvieron mucho tiempo antes en los anuarios. Y, como novedad, están los textos que ponen en situación, porque lo que tiene el humor gráfico político es que se pierde a veces la esencia del chiste cuando pasa un tiempo: ¿quién era Triaca? Bueno, sí, fue demasiada mala sugestión, o porque estaba en silla de ruedas. Los primeros textos fueron de amigos, en la segunda fueron tuiteros famosos o de las redes sociales, y en esta ocasión conseguimos que haya dirigentes políticos importantes como (Jorge) Taiana; Liliana Manzure, que era directora del Incaa y que ahora es diputada nacional; Romina del Pla y Miriam Bregman”.
Según el entender de Cirianni, las colaboraciones del tercer anuario, a pesar de no ser tan divertidas como las de amigos y tuiteros, de alguna manera reflejan cómo fue creciendo el trabajo de este colectivo artístico: “Pasamos de ser una página de humor a ser considerados una página política”, dice con orgullo, sobre un proceso que los encontró cruzando una y otra vez la brecha digital cotidiana y el objeto papel, más profundo y analítico.
“Al principio los que estábamos en la revista no veníamos del humor gráfico, sino de la historieta, veníamos del papel y pasamos al humor gráfico digital, y de un tiempo a esta parte, al papel nuevamente. Fue confuso. Ahora hay autores más jóvenes, tipo Giraldes o Nolo, que incluso ya mandan las tiras o las historietas en formato perfecto para Instagram. A ellos también les motiva el papel, ver tu obra en un material que se conserva en segundos de atención en las redes sociales, y cosas como que la Revista Barcelona nos pide para publicar cada quince días una página de Alegría”.
“Al principio era puro chiste –continúa Cirianni–. Por suerte había gente que tenía más capacidad de diseño, como Ariel LV y Diego Rey, y Otto, que hizo una página digital, y entendíamos que en las redes sociales las viñetas circulaban más rápido que en el papel. Nos costó, pero lo entendimos. De todas maneras, somos nostálgicos del papel. Por ejemplo, estuvimos en la marcha contra el 2 x 1 a los genocidas, que fue para mí la marcha más grande desde que volvió la democracia, y vendimos un montón de libros. Ese es el público al que apuntamos y está bueno eso de identificarnos como un sujeto político y que la gente nos identifique como eso”.
Para el lanzamiento en Rosario, se presenta a Cirianni como “el mejor humorista gráfico de los últimos 50 años”, parafraseando otras de las tantas frases hechas del macrismo. Cirianni explica: “Es como si dijeran que Lío Messi va a ir a jugar un picado en Santiago del Estero, en Perico o Misiones, y nunca llega”.
Para finalizar, el dibujante cuenta que se vinculó con numerosos historietistas en festivales como Viñetas con Altura, en La Paz Bolivia: “Había una historieta que no era la que uno consumía. Uno seguía más lo gringo, o lo europeo, y me parecía que estaba bueno circular por festivales como en Bolivia o Colombia. Con esto fui conociendo amigos. Y también está bueno que Alegría tenga una página internacional, por eso estamos vinculándonos con colectivos como Envidia, de Bolivia; El Lápiz, de España, y dibujantes de Brasil, aunque todavía tenemos que resolver el tema de traducir las viñetas”.