El trabajo conjunto y solidario para enfrentar las consecuencias adversas en el medio ambiente, tiene sede en Rosario. Además, la Provincia aprobó la Ley de Acción Climática.

Rosario es sede de la primera Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (RAMCC), de proyección y reconocimiento internacional. La organización cumple una década y está en franco ascenso en la generación de conciencia colectiva sobre un tema que explica sequías e inundaciones, como botones de muestra. La integran 220 ciudades de distintos puntos del país, generando herramientas de triple impacto: ambiental, social y económico. La última licitación conjunta de luces led, que les permitió obtener precio y transparencia, sirve de ejemplo. También celebraron la flamante Ley de Acción Climática que esta semana aprobó la provincia de Santa Fe.

Un aviso en las redes sociales en las últimas semanas, llamó la atención por la convocatoria al relevamiento de un voluntariado distinto al de las urgencias más conocidas. “Hay más de tres mil, el 75 por ciento mujeres, y realizan actividades tanto colectivas como individuales para construir ciudades más resilientes”, explicó su secretario ejecutivo, el ingeniero agrónomo Ricardo Bertolino, que lleva décadas innovando en el compromiso comunitario para mejorar el medio ambiente. La edad promedio de los voluntarios es de 37 años, y junto a los jóvenes participan jubilados, docentes, profesionales retirados, que se sienten activos y se reúnen vía virtual, y juntos deciden las acciones a realizar, como limpieza de cursos de agua, plantaciones y compostaje. Mar del Plata y Carlos Paz encabezan el mayor número de voluntarios, o Chañar Ladeado, para hablar de geografías cercanas.

Pero no fue la única noticia de estos días. “Somos la primera provincia del país en contar con una Ley de Acción Climática, que tiene base en un proyecto impulsado por el gobernador Omar Perotti”, anunció entusiasmado Bertolino, que dialogó con El Eslabón, en un alto del curso sobre Empleo Verde, que daba vía zoom, con la Universidad Itapuá de Paraguay.

En palabras de la ministra de Ambiente y Cambio Climático, de Santa Fe, Erika Gonnet, la ley que se aprobó esta semana y que sintoniza con una norma similar a nivel nacional, es una herramienta que “permitirá popularizar el cambio climático, generar la participación de toda la sociedad, que las y los santafesinos reconozcan cada una de las acciones concretas que realizan y contribuyen a enfrentar las consecuencias de la crisis ambiental”.

La importancia de la acción conjunta

Para la RAMCC, son justamente los gobiernos locales quienes “representan una autoridad visible y cercana para las ciudadanías, por lo que son, por un lado, quienes conocen en profundidad las necesidades y oportunidades del territorio y, por el otro, quienes deben responder con urgencia ante emergencias climáticas”. Desde esta convicción se convoca a la participación, la descentralización del poder y la toma de decisiones, la reducción de desigualdades, el uso más eficiente de recursos y la adhesión de compromisos internacionales que tengan impacto local.

¿En qué consiste la participación de los municipios? Hacen su planificación climática, dictan ordenanzas y las inversiones necesarias. “El eje es la energía, gran generador de llamado efecto invernadero que provoca el cambio climático”, explicó Bertolino. Transporte, movilidad, gestión de residuos y cambios en el uso del suelo con la fertilización nitrogenada y deforestación, son algunos de los frentes en los que se despliegan las acciones. Es en ese marco que nacen innovaciones como la Red de Emprendedores Verdes, pequeños emprendimientos que incorporan prácticas compatibles estándares de mitigación de efectos negativos para el medio ambiente. En tanto que las grandes empresas adhieren al programa Huella de Carbono Corporativo, midiendo emisiones de gases.

La organización en red es ineludible al hablar de enfrentar el cambio climático. “La tecnología para reducir el cambio que afecta al planeta está disponible, lo que se necesitan son recursos, y hay Fondos internacionales obligados a colaborar y a los que se puede acceder, claro que para eso se necesita planificar”, relató Bertolino. Y en ese marco citó el fideicomiso formado por nueve municipios, para comprar luminarias led en forma colectiva. “Compramos tecnología argentina y duplicamos la cantidad de luces que hubieran comprado en forma particular”, relató. Paneles solares y vehículos eléctricos forman parte de nuevos proyectos.

“Somos el país que tiene la mayor cantidad de municipios que presentaron sus planes locales de acción climática, a partir de una gran cantidad de intendentes que asumieron en su gestión la preocupación por el cambio climático”, comentó. Y dijo que una de sus consecuencias es en el sistema hidrológico mundial, por efecto de la energía de sol retenida más fuertemente en la tierra por la emisión de los gases que generan las actividades humanas, provocando sequías intensas, inundaciones, tormentas y lluvias inusuales, entre otras calamidades contemporáneas.

“Lo que más preocupa es el aumento de los migrantes climáticos, que tienen que dejar su tierra porque aumenta la vulnerabilidad en sus poblaciones, como en zonas de Africa y América Central donde hace años que no se puede producir, con sequías tan intensas que ya no crece nada”, describió. Y dijo que esas expulsiones masivas generan violencia étnica porque no siempre son bien recibidos en otros territorios. Haití, Guatemala y El Salvador, ilustran dolorosamente el tema con sus caravanas de migrantes. En Argentina, los viñedos de Mendoza, por efecto del cambio climático, tienen que buscar más altura, así como hay una búsqueda de variaciones de especies en trigo y maíz, resistentes a sequías.

“El planeta está cambiando y el punto de inflexión se estima en 2030, o sea dentro de diez años. Si no revertimos estos efectos, no sabemos cómo va a reaccionar el planeta. Esto no significa que sea catastrófico, sino que no se sabe, hay un montón de fenómenos que hoy se están disparando, con efecto carambola, se desequilibra un factor y produce cambios a nivel general”, advirtió. Y dijo que quienes menos posibilidades tienen son las poblaciones más vulnerables.

El eje de las modificaciones a encarar a nivel planeta está en las actividades productivas que generan gases como el dióxido de Carbono, que emiten los combustible fósiles, que provocan el calentamiento, impidiendo que la energía solar que entra y rebota, vuelva a salir  del sol (efecto invernadero), elevando la temperatura del planeta.

RAMCC

La sede argentina de la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático está ubicada en Rosario, que también la integra. En su Secretaría Ejecutiva trabajan 20 técnicos. En noviembre cumplió una década y en la pasada Conferencia de Naciones Unidas recibieron un reconocimiento internacional, de parte del Fondo Verde del Clima, el más grande en su tipo en el mundo. Además integran el Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía (GCoM), la mayor alianza global de ciudades y gobiernos y que suman más de 10 mil autoridades en el mundo.

Fuente: El Eslabón

Sumate y ampliá el arco informativo. Por 300 pesos por mes recibí info destacada de Redacción Rosario todos los días en tu correo electrónico y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Suscribite en este enlace: Redacción Rosario + El Eslabón. O comunicate al WhatsApp +54 9 341 6407379.

Más notas relacionadas
Más por Silvia Carafa
Más en Ciudad

Dejá un comentario

Sugerencia

Alerta: el genocida Amelong pide la libertad condicional

Desde Hijos Rosario advirtieron que este viernes la justicia dará lugar a una audiencia pe