El día que la última edición de El Eslabón de 2019 viajó a imprenta, brindamos. Ganarle a Mauricio Macri en las urnas abrió la posibilidad de un proceso de esperanza y transformación del cual no quisimos quedarnos afuera. Festejar fue nuestra decisión editorial, política, militante. Los planes, sin embargo, no salieron como lo imaginábamos. Ni nosotrxs, ni nadie. Ni a nivel colectivo ni a nivel individual. Desde febrero convivimos con un virus; desde marzo, con una cuarentena. El 2020 trajo una nueva normalidad a la que no quisimos, ni queremos, acostumbrarnos. Sin embargo, la prioridad fue siempre la misma: cuidarnos e informar. La redacción de este semanario y del diario digital Redacción Rosario se mudó a nuestras casas. Aprendimos a hacer reuniones virtuales, manejar cámaras y micrófonos, a hacer un periódicio sin vernos la cara. Entendimos, como ya desde el 24 de marzo lo dejaron en claro las Madres y Abuelas, que para cualquier batalla primero nos necesitamos vivxs y sanxs.

Y las batallas no fueron cualquiera. Además de nuestra salud, se trató, se trata todavía, de reconstruir un país saqueado durante cuatro años. Nuestras páginas, en cada edición de este año que ya se va, apuntaron a pensar con ustedes qué Argentina queremos. Tenemos una idea bastante clara: una patria libre y soberana, donde las riquezas, apropiadas por los que más tienen, puedan repartirse entre todos y todas, y que lleguen especialmente a quienes menos tienen; donde cada ciudadano y cada ciudadana pueda vivir en libertad, tener un techo y un plato de comida todos los días. A través de El Eslabón y la cooperativa La Masa apostamos a esa forma de ver y habitar nuestros mundos. El coronavirus no podía frenar eso.

Si tenemos que hacer un balance, es positivo. Requete recontra positivo. Crecimos en más del doble de suscriptores y suscriptoras, ustedes, queridos lectores, queridas lectoras, que nos eligen y bancan con todas las dificultades que implica autogestionarlo todo. Si pensamos que lo más difícil había sido sobrevivir a la crisis del neoliberalismo macrista, sabemos ahora que también podemos ganarle a la pandemia. Y este miércoles 30 de diciembre, mientras las últimas páginas de El Eslabón se van a imprenta, como hace ya 21 años, mientras las vacunas van llegando a los médicos y médicas de nuestra patria, y mientras la ley del aborto seguro y gratuito sigue fresca y latiendo con fuerza, no podemos no hacer otra cosa que sentir esperanza y alegría, levantar las copas otra vez y estar convencidxs de que, no sin dificultades, lo que viene será mejor.

 

Fuente: El Eslabón Nº489

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