Los sindicatos docentes van a la primera mesa paritaria provincial del año por salarios y por condiciones laborales que garanticen un regreso a las clases presenciales cuidado y seguro. Y, ante ese debate público recurrente que siempre los ubica en el lado de “los malos de la película”, reafirman que ese retorno depende de lo que marque la situación sanitaria de la pandemia y no la docencia.
La fecha del 5 de febrero para la primera mesa de negociaciones se fijó en diciembre pasado entre el gobierno de Santa Fe y los principales sindicatos del magisterio provincial. Se tratarán salarios y en qué condiciones están las escuelas para retomar el dictado en las aulas.
Tanto desde Amsafé provincial como desde Sadop Rosario acuerdan que es prioridad lograr un salario que permita recuperar lo perdido el año anterior y que esté acorde a la inflación prevista para este. “El año pasado fue muy difícil y se prevé una inflación alta para este año. El gobierno habla de una inflación del 29 por ciento, nosotros decimos que va a ser más. Tenemos que recuperar lo que perdimos el año pasado y pensar en este”, dice la secretaria general de Ctera y Amsafé provincial, Sonia Alesso.
La dirigenta recuerda que está previsto un primer encuentro paritario docente con Nación en la primera quincena de febrero. También para tratar salarios y condiciones laborales; sumados a otros temas relevantes como un plan de formación docente.
El secretario general de Sadop Rosario, Martín Lucero, opina en igual sentido: deben recuperar lo que estiman en “10 puntos” de pérdida salarial en 2020 y lograr un ingreso que no pierda ante la alta inflación calculada para el 2021. Y asegura que hay que buscar “un mecanismo de actualización de salarios para que no ocurra lo del año pasado”. El 19 de marzo pasado –un día antes que se decretara la cuarentena– el gobernador Omar Perotti suspendió de manera unilateral la mesa de negociaciones prevista con el magisterio para ese día, y recién en septiembre, tras reiteradas protestas gremiales, se reanudó.
Otra cuestión decisiva serán las condiciones de infraestructura en que están las escuelas. Por ejemplo, que haya agua y ventilación adecuada es esencial.
En los últimos meses de 2020 Amsafé provincial inició un relevamiento del estado de las escuelas; ese informe final lo llevarán a la mesa del viernes 5. “Debe haber una vuelta a la presencialidad cuidada, segura, gradual, que tenga en cuenta las cuestiones epidemiológicas de cada lugar del país”, advierte Alesso.
En el sistema de educación privada la realidad es otra. “Quizás la situación edilicia de los colegios está en mejores condiciones que las del sector público”, señala Lucero, y agrega el dato de que en diciembre pasado, cuando se dieron los llamados encuentros de vinculación pedagógica, “ocho de cada diez escuelas estuvieron en condiciones”.
No queda afuera el tema del transporte público. “El Estado tiene que garantizar que haya transporte en forma cuidada”, dice Alesso, y reclama un trabajo coordinado entre provincia, municipios y comunas para asegurar horarios y protocolos. Incluso plantean, de ser necesario, cambiar los horarios de ingreso y egreso de la jornada escolar para evitar las horas pico en los colectivos.
Vacuna y bimodalidad
La vacunación para prevenir el contagio del coronavirus es otro de los temas de agenda paritaria. Uno y otro sindicato esperan que la vacunación se inicie en poco tiempo. Alesso repasa reuniones mantenidas con los titulares de las carteras de Salud provincial y de Nación por el tema con la meta de garantizar la inmunización al sector en todo el país.
Por su parte Lucero reconoce que el magisterio es un sector expuesto, al tiempo que aclara que por razones solidarias no van a anteponer “como condición que todos los docentes estén vacunados para arrancar”.
En Santa Fe hay dos fechas indicadas para iniciar el año escolar: el 17 de febrero y el 15 de marzo. La primera es para que regresen los últimos años de primaria y secundaria, más quienes en 2020 el Estado no les garantizó el vínculo necesario para aprender. La segunda, para el comienzo de todos los niveles del sistema educativo obligatorio.
Sobre esa primera fecha, Alesso señala la preocupación de que las condiciones estén dadas, en particular la vacuna para las y los docentes que debieran estar en las aulas.
“Pienso que la vuelta del 17 de febrero hay que tomarla como una gran oportunidad para ver cómo funciona la bimodalidad y de cara al 15 de marzo que es el regreso de la mayoría. No solo para ver cómo se organiza la escuela sino también la sociedad”, alerta Martín Lucero.
¿Y cómo se prepara ese trabajo bimodal en la provincia? En pleno enero, la ministra de Educación Adriana Cantero anunció por los medios que en la provincia se aplicaría un sistema bimodal de trabajo. En pocas palabras, grupos reducidos de chicas y chicos alternando entre la escuela y tareas en la casa.
Alesso dice que para sostener ese sistema “se van a necesitar más docentes reemplazantes” y esa es otra petición paritaria. También recuerda que la Nación tiene presupuestada desde el año pasado la compra de 500 mil computadoras, que esperan que se estén entregando a principio de año.
Todo el 2020 el sistema educativo –con virtudes y errores– funcionó gracias al trabajo docente, que hasta triplicó la jornada laboral realizada desde la casa y puso de su bolsillo para sostener la conexión con sus alumnos. Además de quienes llegaron –donde no hay conectividad– con materiales impresos a la casa de sus alumnas y alumnos.
Lucero señala que es responsabilidad del Estado definir los mecanismos de la aplicación de la bimodalidad de trabajo. Pero alerta que “de ninguna manera debe suponer que el docente tenga que trabajar el doble”.
Tanto Alesso como Lucero coinciden en que es el Estado el que debe asumir un mensaje claro con la sociedad respecto del regreso a la presencialidad, y que si en algún momento hay que volver a cerrar las aulas a la asistencia eso no es por voluntad de la docencia sino una razón sanitaria. Hasta este miércoles 28 de enero, en el país se registraban 47.435 muertes por coronavirus.
Al respecto, la secretaria general de Ctera menciona lo que está pasando en Europa y el cierre de escuelas ante otra ola de la pandemia. “Lo que hay que saber es que esto no es solo una decisión de los maestros sino epidemiológica, depende de la situación sanitaria del momento”, subraya.
Otro de los temas que Amsafé llevará a la mesa del viernes 5 será el de los tres concursos docente anulados por el Ministerio de Educación de la provincia a fines de 2020. “Y sobre los que ya presentamos una acción judicial en defensa de las compañeras y compañeros”, destaca Alesso en referencia a la revocatoria de las titularizaciones de unas 500 educadoras y educadores.
Debate “político”
“Las maestras quieren volver a la presencialidad, además porque el año pasado trabajaron el doble o el triple, pero sin arriesgar su salud ni la de nadie. Volver en condiciones seguras”, expresa Sonia Alesso como para ponerle un punto a esta discusión pública. Una idea sobre la que se manifiesta en igual sentido Martín Lucero.
“Es un debate más político que pedagógico, donde terminó opinando gente que de educación no sabe nada, en lugar de quienes están todos los días en terreno como las docentes”, dice Alesso y agrega que a esta situación se suma lo que decidió CABA respecto de volver a clases el 17 con todos los chicos. “Algo insostenible”, alerta.
Para Lucero a esta discusión pública se llega por “un error del gobierno nacional al haber entrado en debate con el gobierno de CABA” ya en septiembre pasado, arrastrando a todo el país a una discusión política partidaria, al punto que “hasta el ex presidente (Macri) convoca a marchas” por este tema. “La presencialidad –opina Lucero- debiera ser una discusión educativa y de política sanitaria, política de Estado. Pero es una bandera que se ha tomado de manera electoral, en un contexto de fuerte politización, porque obviamente el cierre de las escuelas ha impactado en el centro de las familias”.
Fuente: El Eslabón
