Juan Farina

A partir de este lunes 26 de abril, el Politécnico sumará más espacios presenciales, particularmente en las clases de taller y laboratorios. La decisión la tomó la institución de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) siguiendo la propia organización académica y los protocolos aprobados, para garantizar clases cuidadas teniendo presente el alarmante avance de la segunda ola de la pandemia. La novedad la comparte el director del Poli, Juan Farina. También alerta sobre la llamativa campaña de un grupo de “Padres por la educación” que se presentan como “apolíticos” y claramente no lo son.

La decisión de incorporar más horas para los talleres y clases experimentales en los laboratorios también se ajusta a lo establecido en la Resolución 1172, del 13 de abril pasado, que lleva la firma del rector de la UNR, Franco Bartolacci. En la resolución (punto 4) le “encomienda” a las autoridades del Politécnico arbitrar las medidas necesarias para poner en marcha dicha resolución.

Farina explica que la ampliación de la presencialidad pedida se pondrá en práctica desde este lunes 26, con más horas para los talleres y laboratorios, es decir para las clases prácticas. “Esas horas -explica el director- han sido articuladas internamente en la escuela, responden a lo que ya veníamos planificando y así poder garantizar más actividades prácticas de laboratorio y taller que necesitan los estudiantes”.

En síntesis, la ampliación de la presencialidad que comienza a regir desde este lunes responde a la planificación académica de la institución, al pedido que hace el rector de la UNR en la resolución de abril pasado, a los protocolos consensuados para garantizar clases cuidadas y también a las recomendaciones sanitarias oficiales que urgen ante la pandemia.

El director Farina también aclara que, por ser escuelas dependientes de la universidad pública, las decisiones que se toman respetan los principios de “autonomía universitaria y de libertad de cátedra”. Esto también lo remarca para señalar que la institución trabaja para alcanzar el ciento por ciento de los contenidos, y que cada docente y jefe de departamento es quien determina “las prioridades sobre qué se enseña en forma virtual y qué en forma presencial”.

Una vez más Farina remarca que la institución no está en contra de aumentar la presencialidad, sino que se hará lo máximo y mejor posible, siempre ajustándose a las posibilidades sanitarias y “sin poner en riesgo la salud de nadie”.

La reiteración de Farina no es casual. En el último tiempo, ha crecido de manera violenta y agresiva la demanda del autodenominado grupo de “Padres por la educación” para que se aplique más presencialidad “como se da en las escuelas de la provincia”, en referencia a la bimodalidad.

Cada escuela tiene su ordenamiento interno”, dice con infinita paciencia de educador el director del Poli, además de recordar que las decisiones las toma un equipo directivo elegido por los claustros. “La bimodalidad que se reclama -añade- se da en el Poli ajustada a nuestra realidad”. Por realidad debe leerse protocolos aprobados, infraestructura y hasta dependencia de la institución, entre otras variables. “Estamos haciendo lo mejor posible”, subraya.

El disfraz de lo “apolítico”

“Hay algo más en los padres que se oponen a todo”, manifestaba el director del Politécnico en una entrevista reciente respecto de este grupo opositor y lo llamativo del ensañamiento con las medidas que toma la institución.

Detrás de todo esto hay un grupo de padres que participa y ha participado en reuniones en la escuela donde se manifiesta como apolítico y se enmarca como defensor de la educación pública y en realidad es un disfraz que trae respecto de eso”, alerta Juan Farina sobre este grupo que además se arroga la representación de todas las familias de la institución. “Me preocupa que haya padres que se digan ‘apolíticos’ cuando no lo son”, reitera.

El interés real que los moviliza -dice- es que “sus hijos tengan clases pero en forma individual”, casi privada, y en esa meta orientan sus acciones. Paralelamente, Farina observa como poco transparente que se ponga por delante el escudo de lo “apolítico” (usado como no partidario) cuando no lo son, ya que entre quienes se manifiestan hay por lo menos simpatizantes, sino militantes, de Juntos por el Cambio.

Por estos días circula entre los grupos de whatsapp la foto de una de las madres que alienta estas movidas en contra de las decisiones del Poli, y que se presenta como “apolítica”, junto al ex presidente Mauricio Macri y el ex candidato a gobernador Miguel del Sel. Nada de malo tiene tener una afinidad política partidaria, pero poco honesto es ocultarla en estas movidas públicas y que se convocan desde un lugar de lo “apolítico”.

Sumado a una serie de publicaciones difamatorias y descalificantes de la educación pública que dicen defender, y que se expresan en las redes sociales. Lo llamativo es que las hacen quienes se presentan como “mamás, papás, tutores de alumnos y exalumnos del IPS Rosario que creemos en la educación pública de excelencia”, o bien como “padres y amigos del Poli, comprometidos con el futuro de nuestros hijos…”.

No me lo perdonan”

En marzo de 2016, el entonces presidente Mauricio Macri llegó a Rosario para inaugurar el año académico de la UNR. En su discurso público, pero a puertas cerradas dentro de la Facultad de Derecho, ponderó al profesor Juan Farina como educador, como un ejemplo de docente a seguir. Lo que Macri no sabía es que en ese mismo momento ese educador que elogiaba estaba en la puerta participando de una masiva manifestación para rechazar su presencia y las políticas educativas de recorte que traía, y que luego se concretaron.

Viendo a quien responde esta gente, pienso que deben acordarse de aquella visita de Macri, cuando me nombró y yo públicamente respondí que no acordaba con su proyecto político. Eso los debe mantener furiosos, no me lo perdonan, porque de lo contrario no termino de entender tanta rabia y furia”, dice Farina sobre algunas de las personas que participan de estas movidas.

Reconoce que seguramente hay quienes se suman de buena fe ante la insistencia de estas convocatorias.

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