“Llegó el día. Esperamos 45 años. Eso es mucho, mucho tiempo”, dijo Nora Lía Pastorini una y otra vez a lo largo de este miércoles. Todavía faltaban 24 horas para el 29 de julio, el día en que finalmente el Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOCF2) de Rosario de a conocer la sentencia del juicio por delitos de lesa humanidad de la causa Klotzman, en el que están acusados tres ex policías federales y un militar de Inteligencia retirado por 27 desapariciones de militantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), uno de ellos, su papá, Alejandro Ramón Pastorini. “Tengo un montón de emociones muy fuertes encontradas, sobre todo de mucha esperanza, de mucha necesidad de justicia”, dijo la querellante y militante de Hijos en las radios Aire Libre y Radio Rebelde.
El juicio comenzó en septiembre del año pasado luego de varias postergaciones. Se realizó completamente en pandemia y fueron meses en los que se ventilaron los casos de 29 víctimas del terrorismo de Estado, la mayoría ligadas al ERP, de las cuales solo hubo 2 sobrevivientes. Están acusados de delitos considerados de lesa humanidad -como homicidios, secuestros y aplicación de tormentos- el capitán (R) del Ejército, Jorge Fariña, y los ex policías Federico Almeder, Juan Langlois y Enrique Andrés López, quienes durante la última dictadura se desempeñaron en la sede local de la Policía Federal Argentina (PFA).
La sentencia se conocerá este jueves a las 12.30 y podrá seguirse a través de youtube. Por la situación sanitaria, los organismos de derechos humanos no convocan a la puerta de los Tribunales. No significa que no vayan a estar. A la virtualidad y a los 10 lugares que se habilitaron dentro de la sala, se le suma un aguante afuera, con compañeros y compañeras, banderas, postales y tapices. El veredicto se podrá escuchar y resonará a lo largo de todo el Bv. Oroño.
Perspectiva de justicia
“Fue una espera muy larga, 45 años es mucho tiempo. Por suerte fue también acompañada por la militancia de las Abuelas, de las Madres, de los organismos de derechos humanos, de la organización a la que pertenezco, que es Hijos”, relató Nora. “Es realmente gracias a los organismos que a pesar de la dilación podemos llegar a esta instancia”.
Las expectativas y esperanzas de Nora están puestas en una “justicia con perspectiva de justicia, que se constituye como una victoria de la democracia y la militancia, no desde el lugar de la venganza”. “Reconstruir esta causa fue sin dudas gracias al trabajo de los compañeros y las compañeras, al trabajo militante, a la investigación, a la justicia, a estar poniéndole el cuerpo y el corazón a la escucha de los relatos de los compañeros y compañeras. La sentencia tiene que significar justicia para todas y todos. Es reparadora. Y no sólo para las víctimas y los familiares, sino que es una reparación para nuestro pueblo, para nuestra historia. Porque, como nosotros decimos, todos somos hijos de una misma historia, ¿no?”, sostuvo.
Los juicios por delitos de lesa humanidad ocurren en infinitos planos. Los colectivos y los individuales, los públicos y los privados, los conscientes y los inconscientes. Tardan 45 años, tardan un año, tardan un minuto de lectura. En lo personal, Nora habitó toda su vida una búsqueda constante, permanente y cotidiana. El comienzo de la causa Klotzman en los Tribunales Federales de Rosario fue el momento de mayor expresión en relación a revisar su historia. “El juicio también me permite poner en el lugar de la verdad, de lo real y lo simbólico, los hechos ocurridos. Y no sólo para mí, sino para todas y para todos. No sé si va a haber en mí y en mi subjetividad un antes y un después. Pero sí creo que va a haber un nuevo lugar en el que espero sentirme fortalecida. Tengo mucha esperanza de escuchar que la condena sea perpetua, cárcel común y efectiva para todos los responsables de los crímenes de lesa humanidad que se cometieron, en este caso, en relación a la causa Klotzman”.
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