El deseo de Alberto para que la interna del FdT sea “sólo de confrontación de ideas”. La causa de juego clandestino, la campaña electoral y la tentación de dividir el mundo entre buenos y malos. El escenario de tres tercios y la polarización.
La reactivación de la causa por juego clandestino y sus derivaciones político-empresariales en medio de la campaña electoral se convertirá, muy probablemente, en otro insumo proselitista. Al cierre de esta edición eran acusados por presunto lavado de dinero un ex concejal del PJ, empresario y ex piloto de Fórmula 1, y un funcionario de la Intendencia socialista de Villa Gobernador Gálvez que renunció a su cargo cuando la Policía allanó su estudio de abogacía. Es decir, había para todos los gustos, porque el “mundo de los negocios” suele ser transversal a los partidos políticos.
Un deseo postergado
El último lunes, los sectores agrupados bajo la figura del gobernador Omar Perotti presentaron su lista de precandidatos, la “Celeste y Blanca”, vía streaming.
La nómina que propone para el Senado nacional al actual senador provincial, Marcelo Lewandowki, y a María de los Ángeles Sacnun –que busca su reelección en la Cámara alta y cuenta con el apoyo de CFK– recibió un espaldarazo cantado: el del presidente, Alberto Fernández, que grabó un video de apoyo a los precandidatos de Perotti, cuya lista de diputados encabeza su mano derecha, Roberto Mirabella.
Al final del video de seis minutos de duración, en el que hace pública su preferencia, el presidente dijo: “Sabemos que tenemos que enfrentar unas Paso en Santa Fe, y que encima enfrentan a alguien a quien yo quiero mucho (por Agustín Rossi)”. Y agregó: “Sólo pido que la confrontación sea de ideas, ver quién aporta lo mejor y que los santafesinos resuelvan”.
En la edición del jueves 5 de agosto, el diario Clarín tituló la columna “Del editor”, firmada por Héctor Gambini, “Un socio sospechoso para el ministro que saltó al vacío”, e ilustró la nota con una fotografía de Rossi, precandidato a senador en una de las dos listas del Frente de Todos que competirá en las Paso del 12 de septiembre.
La nota dice que Rossi recibe el apoyo de un senador provincial “que será indagado por corrupción”, en referencia a Armando Ramón Traferri, convocado para el 23 de agosto a audiencia imputativa. Cuya realización es objeto de estudio por la Corte Suprema, que debe dirimir el fallo de segunda instancia que declaró inconstitucional una parte de un artículo de la Constitución santafesina referida a la inmunidad de proceso que confieren los fueros legislativos.
Como sea, la confrontación de ideas con la que el lunes se esperanzó el presidente se convirtió en un deseo postergado el jueves. Antes, incluso, Mirabella había hecho referencia de una forma más o menos elíptica al asunto al declarar que para su sector “el límite es el delito”.
La tentación
La idea de hacer política dividiendo el mundo en dos campos, uno conformado por los buenos y otro integrado por los malvados –como enseña la industria cultural en sus múltiples formatos desde la más tierna edad- es una vieja tentación. Pero, por lo general, no responde a la realidad.
La causa judicial iniciada por la investigación de un homicidio en el casino de Rosario, ligado a un hombre de la narcobanda “Los Monos”, que derivó en una pesquisa sobre una vasta red de juego clandestino extendida por casi toda la provincia de Santa Fe, para virar luego hacia el propio Poder Judicial y la política, es una muestra de lo inadecuado de tal división de aguas entre el Bien y el Mal.
Esta semana los fiscales que llevan el caso, Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, citaron a audiencia imputativa a Oscar Poppy Larrauri, empresario frigorífico y de otros rubros, y al ex secretario de Legal y Técnica del municipio de Villa Gobernador Gálvez, el abogado José Fernández Chemes.
Al cierre de esta edición eran acusados por presunto lavado de activos provenientes de la explotación ilícita de juegos de azar, organizada por el capitalista de la timba trucha Leonardo Peiti. Que, como todo buen hombre de negocios, no pone todos los huevos en una misma canasta.
Así, la causa llegó hasta ahora a una pata empresarial a través de Larrauri, que además fue concejal de la ciudad de Rosario por el PJ allá lejos y hace tiempo, cuando el sistema electoral estaba regido por ley de lemas.
Pero también involucró al abogado Fernández Chemes, funcionario de la gestión socialista de Alberto Ricci al frente del municipio de Villa Gobernador Gálvez.
Los detalles de las acusaciones a ambos, como dijo el filósofo de Tandil, “te los debo”, porque la realización de la audiencia coincidía temporalmente con el envío de esta nota.
Lo que sí parece que puede adelantarse, es que cualquiera sea el resultado de la misma, la acción del poder judicial será utilizada con fines proselitistas. Otra tentación en los procesos eleccionarios, convidar a la Justicia a participar de la política.
A pesar de todo
La confrontación pública que supuso al interior del Frente de Todos el cierre de listas de precandidatos para las elecciones Paso de senadores y diputados nacionales opacó las internas de las otras coaliciones con chances electorales: Juntos por el Cambio y el Frente Amplio Progresista.
La alianza entre radicales, proístas y coalidores cívicos presentó la nada desdeñable cifra de cuatro listas internas, lo cual revela las dificultades de conformar nóminas cuando no se posee el poder público ni se ostenta una figura competitiva en términos electorales que evite la dispersión.
El FAP, por su parte, ofrecerá dos listas para las Paso de septiembre.
No obstante, la atención pública estuvo puesta en la disputa entre Perotti y Rossi. Si bien fue por los chisporroteos propios de un cierre de listas –que produjo, además, una divisoria de aguas al interior del Frente de Todos cuanto menos heterodoxa, pero natural cuando lo que se busca es ganar una contienda electoral y no formar un club de amigues–, no deja de ser un buen negocio para el peronismo, que aglutinó la atención mediática.
Antes de la presentación de las listas, cuando las encuestas de opinión pública consultaban a la ciudadanía acerca de a qué coalición política votaría, en Santa Fe se reproducía un escenario de tres tercios, como repetición de otros turnos comiciales previos.
Aunque aún falta más de un mes para la votación, el biri biri del FdT lo hizo largar con mayor exposición que las demás fuerzas. Este primer turno, el de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, sirve para escoger entre las diferentes ofertas de cada frente, pero también como encuesta realista acerca del, por lo menos, piso con el que cuenta cada fuerza política.
Se sabe, por lo demás, que los sufragios obtenidos por las listas internas en las Paso no se acumulan, necesariamente, en las elecciones generales, en las que se expresa la volatilidad del voto. Sobre todo de aquel menos fidelizado con una mirada ideológica o proyecto político y más cercano al gusto por un candidato o candidata.
Es dable pensar que para romper ese escenario de tres tercios, aún más después de las primarias, la contienda tenderá a la búsqueda de la polarización, que en la previa mejoraría las chances de los frentes de Todos y Juntos por el Cambio, en detrimento de la tercería vía del FAP.
Así lo expresó Alberto en el video de apoyo a la lista interna del gobernador, cuando dijo que “ahora enfrentamos una elección en la que vamos a discutir qué país queremos, el de los que cerraban escuelas y hospitales o donde un Estado presente cuida a sus ciudadanos. Ese es el debate”. Algo del binarismo bueno-malo también se va a colar en la discusión.
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