El Canaya desperdició mucho ante Godoy Cruz y pagó caro los errores defensivos, una constante en la tarde en Arroyito. Perdió 2 a 1, por la 4ª del torneo local. Ojeda y Rodríguez, los goles del Tomba; Almada el del auriazul.

Central volvió a perder en la Zona B, y mira desde afuera los cuatro lugares de clasificación, aunque aún queda mucho por recorrer. Parecía encaminarse a una victoria cuando acorraló a los mendocino, pero entre la falta de efectividad y los desajustes en la última línea, hicieron lo suyo para dejarlo con las manos vacías.

El primer yerro defensivo auriazul llegó a segundos del inicio del partido. Una pelota que dio en el árbitro Andrés Merlo y todo Central esperó que detenga la jugada. Pero siguió, y casi termina con un gol tempranero, si no fuera por la mala definición de Martín Ojeda, que la picó, pero con demasiada fuerza.

Después fue todo del Canaya. La apertura del marcador se respiraba, se sentía, se veía venir, pero quedaba en la punta de la lengua. Walter Montoya cabeceó a la carrera al travesaño; Gino Infantino, sin carrera y de puntín, exigió al arquero desde la media luna; y hasta Marco Ruben estuvo errado cuando la quiso pinchar desde un costado. 

Pese a que el partido se jugaba en campo del Tomba, la defensa local padecía los (pocos) avances del rival. La ventaja es que los atacantes del equipo mendocino tampoco estaban finos en esos metros finales.

En el inicio del segundo tiempo nuevamente Ojeda quedó cara a cara con Gaspar Servio, y volvió a definir por arriba del travesaño. Pero la tercera del delantero fue la vencida, porque a los 12’, tras un grosero error defensivo, picó en soledad desde la mitad de la cancha, y esta vez sí pudo darle precisión al suave remate y poner en ventaja a su equipo.

De todas maneras, a Rosario Central no le costó demasiado llegar a la igualdad: a los 19’, una jugada de pelota parada terminó con centro de chilena de Ruben y cabezazo de Facundo Almada para empatar el encuentro. 

La dinámica del encuentro registró una calma, y eso le vino bien al conjunto bodeguero, que a los 30’ le asestó un duro golpe a las ilusiones del dueño de casa. Otra vez un pase entre líneas mal defendido, y el uruguayo Salomón Rodríguez picó al vacío y la metió entre las piernas de Servio. 

Los dirigidos por Diego Flores –que llegó a Rosario en la cuerda floja– ganó su primer partido en el torneo, y Central sumó su segunda derrota consecutiva. Tendrá mucho para trabajar el entrenador Cristian González, sobre todo en defensa, sector en el que sumó a Juan Cruz Komar, que hoy miró el partido desde el banco por primera vez desde que firmó su contrato. 

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