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Yo no sé, no. A Pedro, al poco tiempo de empezar a escribir en cursiva reducida, se le vino una idea salvadora para su caligrafía: las letras en imprenta y mayúsculas. De éstas, las que más le gustaban eran la E y la F. La F por las frutas de la verdulería de la cuadra, y la E porque era la que siempre veía en esos colectivos llenos con hinchas de Central mientras no veía la hora de tener la edad suficiente como para que lo dejen ir sólo a la cancha. A veces, cuando pasaba por la verdulería, tenía ganas de decirle a doña Pierina, la que atendía: “Doña, ¿por qué no pone un cartel que diga Frutas o Frutería con una F muy grande?”. Mientras tanto, la sonrisa de la hija de Pierina, aunque duraba dos frágiles segundos, a Pedro le fortalecía la idea de que sería su novia. A veces escuchaba a su padrino con el diario en la mano decir: “A ver cómo andan los muchachos de los fierros”, y sabía que su tío se refería a los ferroviarios que un par de años antes se le plantaron a Frondizi mostrando la fortaleza de la resistencia con una gran huelga.
Ya en 5to, en sus carátulas de la carpeta lo que más hacía resaltar eran las E y la F, con un “Esto es Lengua” o “Fabulosa Geografía”. Para entonces, cada quince días iba a esperar a la E. Un domingo, con los pibes del barrio en una esquina que no era la habitual, se colgaron de un bondi a las apuradas y uno, al desconocer el recorrido, dijo: “¿Y si nos equivocamos y subimos a la F?”. Pedro por un momento se veía viajando hacia el Swift, pero pensó que era domingo y que la F sólo se llenaba con trabajadores hacia el sur de lunes a viernes.
Pasaron unos años y la F venía con la felicidad del fútbol y la E con la esperanza de que un Frente fuera una herramienta de liberación. Y con la militancia en el Frente Estudiantil, muchos encontramos en la fuerza, la entrega y la solidaridad de muchas pibas y pibes con corazones cargados de sueños, una fuga hacía adelante.
El otro día, viendo unos gurises comprando cartulinas, quizás para carátulas, Pedro me dijo: “Para mí, si aparecen las E y las F correctas, de esta salimos”, y agregó la E de Encuentros (de los nuestros) para derrotar a los endeudadores fugadores.
“Fabriquemos una flota”, siguió diciendo, y mientras miraba a unos peques, concluyó: “Y si soplamos fuerte, llegarán a ver la patria soñada, la patria Enamorada”.
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