Los laburantes estibadores nucleados en el Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (Supa) decidieron volverá a manifestarse tras el fracaso en las negociaciones que estaban llevando adelante con directivos de la empresa administradora del Puerto Rosario en el ministerio de Trabajo de la Nación.
El titular del gremio, César Aybar señaló que “pedimos personal policial para que nos acompañe; para que no haya desbordes ni ninguna organización infiltrada que incite a la violencia. Vamos a marchar por las calles sólo por un carril, para no interrumpir el tránsito, y daremos una conferencia de prensa frente a Gobernación”.
Estas medidas están vinculadas a lo que sucedió la semana pasada cuando los trabajadores portuarios ingresaron al Concejo Deliberante y a la Municipalidad, produciendo destrozos y amenazas.
Aybar también relató el estado de las negociaciones e informó que el pasado miércoles “hubo una audiencia de ocho horas, llevada adelante por la ministra de Trabajo de la Nación, ‘Kelly’ Olmos. Avanzamos en muchos puntos pero no podemos aceptar que la empresa plantee una negociación extorsiva: nos dan todo lo que pedimos (ofreció un ajuste salarial de 95 por ciento y devolver lo descontado en sueldos) a cambio de que firmemos un acta que permita el despido de personal”.
La empresa licenciataria de la terminal Puerto Rosario (TPA) emitió un comunicado en el que expresa que no tiene un plan sistemático de despidos, sino que despidió y denunció penalmente a empleados que atentaron contra la vida de otros empleados y contra bienes de la empresa, y que mantiene su postura de no reincorporarlos por tratarse de hechos contrapuestos a valores promovidos por ella y de un delito penal.
“La ley dice claramente que si hay un trabajador que esté denunciado penalmente, hasta que eso se demuestre rige el principio de inocencia”, respondió Aybar y añadió: “Le dicen actitud violenta a quemar una cubierta frente a la puerta de la terminal. En los últimos días sólo se habló de que somos violentos por un error de algunos compañeros, que van a pagar por eso; ya nos presentamos ante la justicia. Pero acá hay intencionalidad política del grupo Vicentin: desde que arrancó este conflicto, su único objetivo es despedir personal. Tanto en abril – cuando iniciamos la negociación paritaria – como en octubre – cuando estábamos revisando la paritaria – usó el mismo modus operandi: despidió personal y luego se sentó a negociar”.
El titular del gremio además remarcó que “de tres muelles operativos, tenemos dos caídos porque la empresa decidió no repararlos y no habilitarlos. Si ese único muelle se cae, nos quedamos sin puerto. Además, incumple el contrato de concesión en cuestión salarial, de derechos de los trabajadores, de infraestructura, de medio ambiente. Cuando se empezó a controlar seriamente al Grupo Vicentin, respondió tirando la gente a la calle, como diciendo ‘bánquense el conflicto social’”.
Por último, Aybar reclamó: “Esto dejó de ser un conflicto salarial. El gobernador tiene que decidir qué quiere hacer con el puerto de Rosario”, afirmó.
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