En la era del streaming, la nube y los debates entre lo digital y lo analógico, un panel integrado por los artistas Pablo Picco y Lorenzo Gómez Oviedo analizaron los nuevos dispositivos tras el lanzamiento del “magazine” Invasiones.

Desde las propias búsquedas por explorar formas de expresión musical, junto a Gerardo Figueroa Rodríguez nos reunimos inmersos en el apasionante viaje de Lorenzo Gómez Oviedo, fundador de Adaptador Records, y Pablo Picco, de Bolinga Everest Records, para conversar sobre formatos obsoletos en la música experimental. Esta experiencia de Escucha (columna del espacio radial El ruido es el mensaje) nos invita a redescubrir la esencia perdida en aquellos objetos físicos considerados obsoletos en la era digital.

Somos testigos del dominio de lo digital en nuestra sociedad. Pero al mismo tiempo somos capaces de ver cómo lo digital junto a las nuevas tecnologías aún conviven con otras que resisten en su integridad, mutando para no desaparecer. 

Con Gómez Oviedo y Picco decidimos explorar los límites mientras que ellos rompen barreras al utilizar casetes, CD-R y disquetes como medios de expresión artística. Más que sólo buscar un estilo retro, se proponen dar una nueva vida y valor a estos formatos, mostrando todo su potencial como herramientas creativas.

Desde hace unos años me enfoqué en la edición de música experimental en distintos tipos de cinta como un deleite propio. Soy de la generación del walkman, tuve muchos y grababa mis propias cintas con material que tomaba directamente de la radio, pero es en casetes reciclados en donde fui encontrando una doble experimentación. Además de sumergirse en el mundo vanguardista de la música, uno se aventura en el universo de los materiales reutilizados ya sea para la escucha o para el diseño de portadas únicas. La imperfección y la degradación inherentes a estos formatos físicos añaden una textura por fuera de la nostalgia que enriquecen toda la experiencia del acto de escuchar.

En la conversación, debatimos sobre determinados aspectos entre lo digital y lo físico en la música. Mientras la música digital se encuentra al alcance de un clic, caemos en la cuenta de la vulnerabilidad de los servidores y plataformas, los cuales podrían desaparecer llevándose consigo parte de nuestra memoria musical como fue el caso de MySpace. En franco contraste, los formatos físicos perduran en el tiempo y generan un valor duradero. Además, la degradación y las peculiaridades sonoras que ofrecen nos permiten apreciar la materialidad y singularidad de cada grabación, creando una experiencia sensorial única. Y para nosotros, cada Escucha es única.

Gerardo Figueroa Rodríguez, desde su perspectiva en Santiago de Chile, comparte su experiencia con los Cartridge Tapes, el formato conocido 8-Track o como lo llaman aquí en Argentina “magazine”. Su reflexión nos lleva a cuestionar la relación entre la posesión de objetos de esa época, como autos, teléfonos y grabadoras, y su estatus y modernidad junto a quienes pueden acceder a ella y detentar su uso. También nos plantea interrogantes sobre la incomunicabilidad inherente a algunos formatos analógicos y su estrecho vínculo con el arte contemporáneo, como los libros que no se pueden abrir por completo, o las latas de Mierda de Artista de Piero Manzoni y cómo esto afecta la apreciación de la obra. Volviendo a lo específico del sonido, la existencia de un supuesto sonido puro en la era digital, lo cual sabemos que es simplemente una construcción subjetiva.

Más allá de la nostalgia o la estética vintage, quienes debatimos sobre el uso de materiales para la construcción de obra, demostramos que estos formatos pueden ser medios de expresión artística capaces de transmitir emociones y sensaciones únicas. Nuestro enfoque no se limita sólo a lo musical, abarca lo relacionado con el arte con sonidos, la conservación de la memoria musical y la creación de experiencias sensoriales.

Explorando la imperfección y la materialidad que estos objetos físicos nos brindan, encontramos nuestra labor más allá de lo retro o lo nostálgico. Nos enfocamos en un presente con diálogo entre pasado y futuro para mantener viva la diversidad y riqueza de un escueto panorama musical contemporáneo. Invasiones se trata de eso, de una obra contenida dentro de un “magazine”, un dispositivo que conecta el pasado y el presente en una sinfonía de sonidos únicos y auténticos.

Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 27/05/23

¡Sumate y ampliá el arco informativo! Por 1000 pesos por mes recibí todos los días info destacada de Redacción Rosario por correo electrónico, y los sábados, en tu casa, el semanario El Eslabón. Para suscribirte, contactanos por Whatsapp.

Más notas relacionadas
  • La vergüenza

    Vergüenza es robar y no llevar nada a la casa. A los 9 años tenía una amiga. Yo la amaba,
  • La contaminación de los ríos

    Cuando mamá me llamó, yo miré por la ventana hacia el patio y vi que las copas de los árbo
  • El espejo gigante

    Obrera de la militancia, ex presa política y sobreviviente del terrorismo de Estado, Ema L
Más por Franco Falistoco
Más en Columnistas

Dejá un comentario

Sugerencia

Alerta: el genocida Amelong pide la libertad condicional

Desde Hijos Rosario advirtieron que este viernes la justicia dará lugar a una audiencia pe