¡A ver si te queda claro!…, exclama Joe, ¡sabemos lo que queremos, y no necesitamos que nos vengan a enseñar el camino!…

El dirigente del Partido de los Obreros lo mira impávido, sin cejar en su intento. Comienza a decirle que ningún sindicato posee la ideología suficiente como para dotar a su lucha de una perspectiva revolucionaria y que el partido de la clase obrera es el único que puede orientar a esa lucha en función de los intereses de la clase.

¡Pará nene, lo interrumpe Joe, no me vengas a mí con eso!… A ver, decime, continúa, ya que hablás tanto de los intereses de la clase, ¿dónde cazzo laburás vos?…

Sorprendido, el otro reacciona preguntando: ¿qué dónde laburo yo?… Como Joe mueve la cabeza en señal de afirmación, responde que en ninguna parte, porque es un militante rentado.

¡Ah, claro!…, replica Joe, a vos te paga el partido. ¿Y los pibes estos dónde laburan?…, continúa inquiriendo.

Ellos son estudiantes universitarios, responde el dirigente.

Joe suelta una risotada, y pasa a dirigirse a sus compañeros. ¿Vieron?…, les dice, estos dicen que representan a la clase obrera, y no son obreros. ¡No son muy distintos de los burócratas sindicales que dicen que representan a los trabajadores pero son oligarcas!…

¡Y no hablemos de los políticos!… ¡No te digo los amarillos, que ni siquiera pretenden engañar con eso, pero sí los peronchos y los socialistas!… ¡Todos quieren representar a los laburantes, prosigue, cuando en realidad representan al capital!… ¡Por eso, muchachos, sigue diciéndoles, a nosotros no nos salvará nadie!… ¡Y tenemos que salvarnos solos!…

Sus compañeros lo escuchan en silencio, con admiración evidente. Los del Partido de los Obreros también han quedado callados, apabullados por la filípica que acaban de recibir. Entonces Joe vuelve a dirigirse a ellos, diciéndoles: ¿Quieren tomarse una birra con nosotros?… Aprovechen, que paga la casa.

Pero la reacción de los visitantes es retirarse, admitiendo lo estéril de su intento de adoctrinamiento. Entonces Joe clama: 

Ya ven, cumpas, de estos tipos no podemos esperar nada. ¡Sólo el pueblo salvará al pueblo!

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