“Un nuevo viejo presidente”
El pueblo francés tuvo que optar “entre la peste y el cólera” para frenar a la ultraderecha. Lo “menos malo” no deja de ser malo y reaviva el viejo debate sobre la incompatibilidad entre capitalismo y democracia.
El pueblo francés tuvo que optar “entre la peste y el cólera” para frenar a la ultraderecha. Lo “menos malo” no deja de ser malo y reaviva el viejo debate sobre la incompatibilidad entre capitalismo y democracia.
Como sucedió en 2017, Macron (27,8%) y Le Pen (23,1) disputarán la segunda vuelta. Para captar los votos de izquierda de Mélenchon (22) ambos ensayan piruetas retóricas propias de Tartufo, el gran farsante de la obra de Molière.
Emmanuel Macron (neoliberal de “extremo centro” pro Unión Europea), quien obtuvo el 23,9% de los votos, y Marine Le Pen (ultraderecha xenófoba anti-europeísta), con el 21,3%, disputarán la segunda vuelta el 7 de mayo.
Cabe la reflexión: el 19 por ciento de Jean-Luc Mélenchon podría haberse potenciado con el 6 por ciento obtenido por Benoît Hamon, ya que sus plataformas, así como sus perfiles públicos, resultaban coincidentes.
Marine Le Pen (ultraderecha), Emmanuel Macron (banquero neoliberal), François Fillon (derecha) y Jean-Luc Mélenchon cuentan con la mayor intención de voto según las encuestas, que señalan un cuádruple empate técnico.