Hazaña y lágrimas argentinas (Reuters)
Hazaña y lágrimas argentinas (Reuters)

La primera medalla de oro para la Argentina en Pekín la obtuvieron el marplatense Juan Curuchet de 43 años y el porteño Walter Pérez (34), quienes ganaron esta mañana la prueba Madison, una durísima prueba de 50 kilómetros. Los argentinos sumaron 8 puntos y superaron por un punto a España, que se quedó con la plata. Terceros fueron los rusos, con seis unidades. La ceremonia de entrega de premios fue emocionante.
 

La estrategia de la dupla argentina fue ir a buscar la carrera casi de entrada. Ganaron el tercer sprint y ya con una vuelta de ventaja sobre sus principales rivales empezaron a marcar la diferencia final que los guiaría a un triunfo inesperado para muchos.
Esa vuelta que finalmente les dio la victoria sobre belgas, alemanes, daneses y franceses que acumularon más puntos que ellos pero nunca pudieron recuperar el giro que los argentinos les habían sacado durante la primera mitad de los 53 minutos y 7 segundos que duró la competencia.
Curuchet, un marplatense de 43 años, se dio el gusto de conseguir su primera medalla en su sexto juego olímpico. Ya había logrado el séptimo puesto en Sydney 2000, junto a su hermano Gabriel, hoy Jefe de la delegación ciclística albiceleste en China y presidente de la Unión Cliclística Argentina (UCRA), y el noveno en Atenas, esta vez junto a Walter Pérez, porteño y diez años menor que él.
Juntos habían logrado también el Mundial de la especialidad en Melbourne 2004 y ese parecía que iba a ser el mayor logro de sus vidas deportivas. Pero una estrategia brillante les permitió marcar diferencias en la primera mitad de la competencia y después tuvieron el esto físico necesario para sumar en el séptimo y octavo sprint los puntos necesarios para mantener la ventaja sobre las únicas dos parejas que pudieron finalizar en su misma vuelta.
Sobre el final, la dupla belga integrada por Iljo Keisse y Kenny de Ketele, la que más puntos consiguió en los sprints, se le vino encima a rusos, españoles y argentinos, pero no les alcanzó para recuperar el giro perdido y debió conformarse con el cuarto puesto.
Esa escalada, lo mismo que la de los españoles que recuperaron la vuelta entre el sexto y el séptimo sprint, le puso pimienta a una carrera vibrante.
Pero los argentinos dejaron el alma, sacaron fuerzas desde adentro y aguantaron los embates finales con valentía, quedándose con la presea dorada y logrando que la bandera argentina flamee en lo más alto por primera vez en esta cita olímpica. (DYN)
La estrategia de la dupla argentina fue ir a buscar la carrera casi de entrada. Ganaron el tercer sprint y ya con una vuelta de ventaja sobre sus principales rivales empezaron a marcar la diferencia final que los guiaría a un triunfo inesperado para muchos.
Esa vuelta que finalmente les dio la victoria sobre belgas, alemanes, daneses y franceses que acumularon más puntos que ellos pero nunca pudieron recuperar el giro que los argentinos les habían sacado durante la primera mitad de los 53 minutos y 7 segundos que duró la competencia.
Curuchet, un marplatense de 43 años, se dio el gusto de conseguir su primera medalla en su sexto juego olímpico. Ya había logrado el séptimo puesto en Sydney 2000, junto a su hermano Gabriel, hoy Jefe de la delegación ciclística albiceleste en China y presidente de la Unión Cliclística Argentina (UCRA), y el noveno en Atenas, esta vez junto a Walter Pérez, porteño y diez años menor que él.
Juntos habían logrado también el Mundial de la especialidad en Melbourne 2004 y ese parecía que iba a ser el mayor logro de sus vidas deportivas. Pero una estrategia brillante les permitió marcar diferencias en la primera mitad de la competencia y después tuvieron el esto físico necesario para sumar en el séptimo y octavo sprint los puntos necesarios para mantener la ventaja sobre las únicas dos parejas que pudieron finalizar en su misma vuelta.
Sobre el final, la dupla belga integrada por Iljo Keisse y Kenny de Ketele, la que más puntos consiguió en los sprints, se le vino encima a rusos, españoles y argentinos, pero no les alcanzó para recuperar el giro perdido y debió conformarse con el cuarto puesto.
Esa escalada, lo mismo que la de los españoles que recuperaron la vuelta entre el sexto y el séptimo sprint, le puso pimienta a una carrera vibrante.
Pero los argentinos dejaron el alma, sacaron fuerzas desde adentro y aguantaron los embates finales con valentía, quedándose con la presea dorada y logrando que la bandera argentina flamee en lo más alto por primera vez en esta cita olímpica. (DYN)
El héroe. Además del oro, Curuchet consiguió un récord para el deporte albiceleste: fue su su sexta participación olímpica, algo que jamás un deportista nacional había logrado. Juan debutó en Los Angeles 1984 y desde allí participó en Seúl 1988, Atlanta 1996, Sydney 2000, Atenas 2004 y ahora en Beijing 2008..
Juan fue campeón mundial 2004 en Melbourne, Australia, y disputó cinco Juegos Panamericanos en los que ganó tres medallas de oro: en Winnipeg 1999, Santo Domingo 2003 y Rió de Janeiro 2007; y dos de plata en Caracas, Venezuela, 1983, e Indianápolis, EE.UU, 1987.
"Participé en cinco Juegos Olímpicos, llegué hasta el quinto puesto en 1984 y 1988 y, como soy muy terco, porfiado y bastante orgulloso, quiero revertir eso y ganar una medalla a los 43 años", dijo el marplatense, casado con Yanina y padre de Martín, Kevin, Juan Ignacio y Martina, antes de partir hacia Beijing.
En los Juegos Olímpicos 2008 son los únicos representantes en la "pista", en tanto que, en "ruta". El apellido Curuchet es una institución dentro del ciclismo nacional. Junto a su hermano Gabriel, Juan recompensó el esfuerzo de sus padres. Comenzó a competir a los 15 años y desde ahí no paró hasta conseguir un lugar de privilegio en el ciclismo internacional.
"Se conformó un interesante grupo, sumadas las distintas vertientes, lo que nos permite ir a este evento con una mirada optimista", decía un ilusionado Gabriel Curuchet, participante olímpico en 4 ocasiones (Los Ángeles ’84, Seúl ’88, Atlanta ’96 y Sydney 2000) y jefe de equipo en Atenas 2004 y en Beijing 2008.
Como presidente de la UCRA (Unión Ciclista de la República Argentina), destacaba: "aunque algunos no nos tengan en cuenta, iremos por dos medallas". Y algo de razón tuvo ya que su hermano Juan Esteban, junto a Walter Pérez ganaron la prueba madison de ciclismo.
El primer título que Juan Curuchet ganó en un Campeonato Argentino fue en 1985, en Mar del Plata y en el kilómetro. "Ese torneo era especial para mí porque se hacía en mi ciudad, en el velódromo viejo de 400 metros. Como hacía mucho frío en Mar del Plata me fui a entrenar a San Juan. Me acuerdo el tiempo que hice: 1m09s06.", decia Juan, el menor de los hermanos.
Antes de los Juegos, Juan se animó a dar una opinión cuanto menos polémica pero que le salió del corazón. "Me dio bronca y tristeza no ser abanderado en Beijing. Tenía esperanzas de ser elegido porque ya son seis Juegos Olímpicos y los deportistas amateurs estamos 365 días al año pensando en esta competencia. Hubiera sido lo máximo", decía Curuchet.
 

 

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