Los trabajadores del Hospital de Niños Víctor J. Vilela denunciaron falta de nombramientos en 14 áreas, escasez de medicamentos, recarga de responsabilidad y más de 400 encefalogramas en espera, entre otros problemas que impactan en la atención al público. Pero además, hicieron extensivo el conflicto por los recortes a otros centros de salud del municipio: “Quizá ya pasó el tiempo de la capitalización política y ahora es el momento de reducir. No hay voluntad política para que siga creciendo el modelo de la Salud de Rosario que tanto reconocimiento obtuvo en su momento”, se quejó Laura Medina, integrante de la junta interna gremial.

La junta interna del personal del hospital de Niños Víctor Vilela reclamó por los recortes presupuestarios en la salud municipal que afectan el servicio sanitario infantil “de forma preocupante”. Los trabajadores de la salud municipal nucleados en ATE destacaron, en especial, la falta de designación de 14 jefaturas que quedaron vacantes, entre ellas áreas vitales, como terapia intensiva y encefalografía. La queja fue expresada en una carta dirigida el viernes pasado al secretario de Salud municipal, Luis Dimenza. De no obtener respuestas a las demandas realizarán, este miércoles, una asamblea para decir los pasos a tomar.

Los empleados del hospital explicaron que “quedaron vacantes cargos genuinos por jubilación que datan de más de un año atrás” y que a pesar de los reclamos realizados en instancias institucionales durante todo el 2008, la situación “no sólo que no tuvo una respuesta positiva sino que por el contario se agravó por nuevas vacantes que ampliaron el déficit de atención”, según expresó Laura Medina, integrante de la junta interna gremial.

“Esto es puntualmente en el Vilela pero en el resto de los hospitales como el Roque Sáenz Peña o en el Heca también existen graves afectaciones por los recortes. Se nos hace claro que hay un achique en el área de salud porque quizá ya pasó el tiempo de la capitalización política y ahora es el momento de reducir. No hay voluntad política para que siga creciendo el modelo de la Salud de Rosario que tanto reconocimiento obtuvo en su momento”, se quejó Medina.

“Con el congelamiento de nombramientos anunciado por las autoridades municipales la situación está al límite y por ejemplo, un jefe de clínica está tomando responsabilidades de otros servicios o, en otro ejemplo, como un neurólogo se jubiló –y no se cubrió el cargo– no hay quien tome los informes. Así, desde febrero hay amontonados 400 pedidos de encefalogramas para niños en lista de espera, que son requeridos incluso desde otros hospitales y que no son respondidos”, informó Medina.

“La jefa de neumonología se jubiló hace mas de dos años y se trajo a una médica de guardia que hace reemplazos; en salud mental tenemos dos psicólogas jubiladas en enero por lo que ante un pedido de licencia en el verano de ocho quedaron dos y están cerradas las consultas externas”, detalló la médica. “La gente vine a pedir turnos por un psicólogo y se tiene que ir sin una respuesta de cuando se repondrá el servicio. No tenemos jefe de vacunación. Estos son algunos de los ejemplos pero además, se le suma la falta de medicamentos ya que van apareciendo en forma fraccionada, de manera que los pacientes que tienen tratamientos prolongados tienen que venir en reiteradas ocasiones a retirarlos”, puntualizó. “No sabemos que es lo que pasa pero sospechamos de sea a causa de demoras de pagos a proveedores y por otro lado hay análisis para los que se necesitan reactivos que están faltando”, indicó.

“En el área adolescencia –continuó la profesional– sólo quedó un consultorio para atender esa problemática. Este era un proyecto para ampliar la atención que quedó solo en un consultorio con una médica y una ginecóloga que ni siquiera tiene la medicación acorde para alguna paciente que se presente con dolores. En este sentido, también nos preocupa que muchoa de estos proyectos queden en la nada ante la falta perspectivas con estos recortes desde el municipio”.

“Lo del decreto de congelamiento de cargos y ajustes que anunció el intendente (Miguel) Lifschitz dijo que se hacía salvaguardando el área social pero nosotros decimos que el área de salud ya estaba afectada desde hace más de un año. Como trabajadores nos vemos afectado de prestar horas para otros servicios y pero además nos jugamos nuestra responsabilidad profesional ya que los problemas con los pacientes quedan en nuestras manos. Y esto es una doble afectación hacia los trabajadores y a la gente”, se quejó Medina.

“Como respuesta a los servicios que se dejan de prestar o se reducen ponen la excusa de que «se van a coordinar con la provincia», pero la pretendida coordinación no ha suplido a las falencias que se están produciendo”, dijo la mujer.
 

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