El Apokaleta de Patmos danza sobre el cielo de Palestina con diamantes flamígeros. Desde lo alto del Monte de los Olivos, un sitio sagrado por el que anduvieron Jesús y sus apóstoles, la vista nocturna de la Ciudad Vieja es sobrecogedora. Pero este sábado, quien haya viajado desde Jerusalén hacia el suroeste pudo percibir, azorado, una feroz alquimia celestial: las luces de la Ciudad Eterna maridaron con otras, y las lejanas detonaciones dejaban de serlo para teñir el cielo y ofrecer una música ominosa. Durante la madrugada, ante semejante concierto infernal, resultó difícil conciliar el sueño en Israel, al menos en el sector cercano a la franja de Gaza.

La noche de este sábado el ejército israelí lanzó un ataque aéreo contra un taller de construcción al este de la ciudad de Gaza, según una fuente de seguridad palestina, según señalaron agencias de noticias. El ataque fue confirmado por una fuente militar israelí, que indicó que se produjo luego que un soldado israelí resultara levemente herido el jueves por la explosión de un artefacto colocado presuntamente por activistas palestinos.

“A pesar de la reconciliación entre Fatah y Hamás, los terroristas palestinos continúan lanzando cohetes desde la franja de Gaza contra Israel”, afirmaron fuentes de Defensa de Israel, al tiempo que indicaron que dos cohetes cayeron en un descampado.

El ataque se produjo luego de que un soldado israelí resultara herido por la explosión de un artefacto palestino el pasado jueves en la frontera entre Gaza e Israel. Los enfrentamientos en la zona estaban pasando por dos meses de calma, la cual se ha visto rota con incidentes que ya van dejando varios soldados muertos desde hace varios días. Las tensiones aumentaron este sábado cuando Israel informó que expulsaría de su territorio a más de 100 activistas pro palestinos por “razones de seguridad”.

Según testigos palestinos, la explosión, de fuerte potencia, se produjo cuando cinco tanques israelíes y tres bulldozers incursionaron 300 metros al interior de la franja de Gaza, al este de la ciudad de Jan Yunes (sur).

El martes, dos combatientes palestinos que se disponían a disparar cohetes contra el territorio israelí murieron en un ataque israelí.

En Israel, las explosiones forman parte de la música de fondo de la vida de la gente, están naturalizadas. El que viene de otros pagos experimenta otras sensaciones. Primero, tiende a pensar que son fuegos artificiales, niñitos con petardos, algo así. Luego llega la realidad, brutal. Es difícil reconciliar el sueño sabiendo que esos sordos ruidos son bombas. Si la cosa se calma y llega Morfeo, el llamado a rezar desde alguna mezquita cercana, un canto lamentoso y penetrante, completa el cuadro insomne.

 

Más notas relacionadas
Más por Pablo Bilsky, desde Jerusalén
Más en Mundo

Dejá un comentario

Sugerencia

Salarios docentes: la Provincia ofreció un 5% de aumento

El 5% es para abril y otro porcentaje similar a mayo. Desde Amsafé y Sadop Rosario calific