A horas de la gran final, aparecen rumores de problemas internos.
A horas de la gran final, aparecen rumores de problemas internos.

Según medios españoles, los tenistas argentinos David Nalbandian y Juan Martin Del Potro “están peleados” y “ni se hablan”. El problema es que ambos integran el equipo nacional de Copa Davis que desde el viernes disputará la final con España.

A horas del choque decisivo de la Davis, que recreará la final de 2008 en la que el vencedor fue el equipo ibérico, el prestigioso diario deportivo español Marca, se hizo eco de lo que hasta entonces era un secreto a voces: los conflictos internos en el seno del conjunto argentino. Es más, en la publicación se asevera que los pesos pesados Nalbandian y Del Potro hace rato que no se dirigen la palabra.
“Qué distinto es el ambiente en los dos equipos que van a disputar la gran final de la Copa Davis”, arranca el texto publicado por Marca este miércoles y prosigue: “Mientras España transmite una admirable imagen de unidad, de grupo de amigos serios y responsables, la tensión se palpa en Argentina. Nalbandian y Del Potro ni se hablan. Mientras Nadal, Ferrer, Verdasco y Feliciano viven las horas previas como un auténtico equipo, los argentinos aún arrastran secuelas de aquella final en Mar del Plata que tanto daño les hizo como grupo, al punto de ser conocida como el marplatazo en el mundillo del tenis”.

Haciendo hincapié en el ego de los tenistas profesionales y su rechazo a participar de la Davis para no perder puntos en el escalafón personal, el texto continúa señalando que “si alguna peculiaridad tiene la Copa Davis con respecto al resto de torneos es que, por una vez, el tenis deja de ser un deporte individual para convertirse en un deporte de equipo, casi tribal”, y concluye lacónicamente: “El equipo visitante sabe que no sólo se enfrenta a cuatro tenistas, sino a todo un país. Y para eso se necesita unidad, mentalidad colectiva y la solidez de un bloque, algo de lo que hoy carece Argentina”.

Por último, en la editorial española se lee que “la final hay que jugarla pero parece evidente que España ya sale con ventaja en el marcador por múltiples factores: Sevilla, la tierra batida y el ranking de nuestros tenistas son alguno de ellos, pero también su espíritu combativo frente a un rival dividido por los egos de Nalbaldian y Del Potro, que todavía rumian qué sucedió y dónde debió jugarse la final en su país. Y así es muy difícil. Hasta Juan Mónaco, uno de los componentes del equipo argentino, parece más cercano en su relación personal a los españoles que a sus propios compañeros”.

Será cuestión de creer o reventar

Fuente: Marca, de España

 

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