La medida perjudica, por ejemplo, a más de 22 mil estudiantes discapacitados con necesidades educativas especiales. Y dificulta el tratamiento de niños con cáncer de retina, porque las placas de yodo radiactivo necesarias solo son producidas por la empresa estadounidense 3M.
Cuba no representa una amenaza militar para Estados Unidos, ni para ningún otro país del mundo. Cuba no invade países. No lo hace en el sentido físico, ni tampoco en el metafórico. No impone políticas ni planes de ajuste a nadie. No ejerce la usura, ni la extorsión financiera, ni el espionaje masivo.
¿Cuál es el problema con Cuba, entonces? Todo eso. Lo que se describió anteriormente, justamente, constituye el “problema”. Porque desnuda, denuncia, pone al descubierto, a los países que sí invaden, avasallan soberanías, imponen planes de ajuste, espían a propios y extraños, asesinan y ejercen el terrorismo de Estado con la excusa de combatir otras formas de terrorismo.
Cuba es la reserva moral del continente. Y la más contundente condena moral del Imperio estadounidense. Por eso hace más de medio siglo que Estados Unidos le declaró la guerra a Cuba. Pero no puede, pese a la diferencia de tamaño, pese a ser la primera potencia mundial en armamento, no puede doblegar la dignidad del pueblo cubano. El pueblo cubano, ese es el problema, no el gobierno de Cuba, no el sistema, no el “régimen” ni el “comunismo”, el pueblo cubano y su decisión de permanecer de pie, y dignos, pese a todo.
Los más crueles efectos
El bloqueo es cruel, injusto, inhumano. “El bloqueo de EEUU contra Cuba es cada vez más dañino. Se ha convertido en una guerra financiera”, aseguró este martes el vicecanciller cubano Abelardo Moreno, al presentar ante la prensa el Informe de Cuba titulado “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, según informó la revista digital cubana Cubahora.
El daño económico ocasionado a la Isla, “considerando la depreciación del dólar con relación al valor oro en el mercado internacional, asciende a más de un billón de billones”, aseguró Moreno. Y un billón de dólares es un número difícil de reproducir. La cifra exacta: 1.112.534. 000.000 de dólares.
Moreno analizó y cuantificó los daños producidos por el bloqueo durante una conferencia de prensa en la Escuela Especial “Solidaridad con Panamá”, que acoge a cientos de niños con discapacidades físico-motoras o múltiples.
El vicecanciller recordó, por ejemplo, que la educación especial en Cuba cuenta con 982 talleres docentes para integrar a los niños a la vida social y laboral. Sin embargo, las restricciones que impone el bloqueo impiden adquirir materias primas, insumos y tecnologías para esos talleres. Esta situación, según informa la revista cubana, afecta a más de 22 mil estudiantes con necesidades educativas especiales.
Moreno agregó que a causa de esta política de los Estados Unidos, los niños cubanos que sufren de cáncer de retina no pueden beneficiarse del tratamiento de braquiterapia ocular, porque las placas de yodo radiactivo necesarias para este tratamiento sólo son producidas por la empresa estadounidense 3M.
“El bloqueo, además de ilegal es moralmente insostenible. No existe un sistema de sanciones unilaterales similar que se lleve a cabo con ningún otro país del mundo por un período tan prolongado”, señaló el funcionario.
“No hay un solo ámbito de la vida social del pueblo cubano en el que no haya intervenido la capacidad destructiva y desestabilizadora del bloqueo”, agregó el vicecanciller, que además recordó, que a pesar de la condena internacional, la medida se agrava sin que exista la menor justificación política, ética, moral y económica.
Moreno explicó que Cuba no puede importar ni exportar ningún producto del territorio de los Estados Unidos, ni usar el dólar. Cuba tampoco puede acceder a créditos, y debido a la Ley Helms Burton, todo barco que toque puerto cubano para hacer negocios tiene que esperar 180 días para poder tocar territorio estadounidense. “Es una afectación brutal para la economía y la sociedad cubana”, señaló el funcionario.
Moreno aclaró asimismo que es una falacia la supuesta “flexibilización” de la política agresiva de la administración de los Estados Unidos. Los datos de la realidad la contradicen y desmienten en forma contundente.
Una de las principales características de las acciones de los Estados Unidos, más allá de la presencia de un presidente afroestadounidense y Premio Nobel de la Paz, es la insistencia de sancionar a terceros países que, por vergüenza o dignidad, osan mantener relaciones con la Isla. Existe además, señaló Moreno, la absurda pretensión de que la legislación de los Estados Unidos, tenga carácter universal cuando del pueblo cubano se trata.
El funcionario cubano ejemplificó con el caso de una empresa australiana que debe regirse por la leyes de Estados Unidos y, por consiguiente, no puede mantener relaciones con Cuba porque su casa matriz en Washington se lo prohíbe, dejando sometida su legislación a las de un Estado que no es donde esa empresa está radicada.
El vicecanciller sostuvo que esa extraterritorialidad es más férrea e intensa, “y lo peor es que se ha convertido en una guerra financiera por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos”, señaló el funcionario, según reproduce la revista Cubahora.
Y cuando un país osa no acatar, le puede costar muy caro. “Sólo desde enero de 2009 hasta el 2 de junio del presente año, la Administración Obama ha obligado a 36 entidades estadounidenses y extranjeras a pagar casi tres mil millones de dólares por mantener vínculos con Cuba”, señala el informe presentado por Moreno.
La implacable persecución de las transacciones financieras cubanas es una de las características más visibles de esa decisión de asfixiar la economía cubana, señaló el vicecanciller socialista, y puso de ejemplo la mega multa impuesta al banco francés Paribas por realizar transacciones financieras con el país caribeño.
Y pese a todo Cuba sigue allí, de pie, con muchos problemas, con los problemas que suelen tener quienes eligen la dignidad ante los poderosos, pero de pie. Y la paliza de Plaza Girón se repite todos los días desde hace más de cincuenta años.
Artículo publicado en la edición de este sábado del semanario El Eslabón.
