En un marco de creciente conflictividad en las empresas del sector, la Coalición por la Comunicación Democrática aprobó los nuevos 21 Puntos en defensa de los derechos a la información y la libertad de expresión.
El de los medios de comunicación es uno de los capítulos intensos del cambio macrista. A la par de los decretos que modifican aspectos esenciales de la Ley de Medios, se multiplican los conflictos sindicales. La jornada de este jueves 3 de marzo en Buenos Aires fue una muestra clara del panorama: pasado el mediodía, mientras en el auditorio de la Cámara de Diputados se rediscutían 21 puntos de defensa y reivindicación de una comunicación democrática, en el Obelisco se concentraban manifestantes para repudiar despidos y achiques en diarios, canales y radios que se registran tanto en la capital como en otros lugares del país, incluido Rosario, donde el grupo Indalo dispuso el cierre de la planta de impresión del diario El Ciudadano y advirtió que el ajuste podría continuar en la redacción del matutino.
El congreso nacional de la Coalición por una Comunicación Democrática (CCD) arrancó acalorado. No funcionaban los acondicionadores de aire. Y la apertura a cargo de Hebe de Bonafini levantó la temperatura política. Después se sucedieron los oradores, provenientes del amplísimo abanico de organizaciones al que volvió a convocar esta Coalición que tomó forma a mediados de la primera década del siglo, cuando elaboró los que se denominaron 21 Puntos por una Radiodifusión Democrática.
Aquellos 21 Puntos fueron ariete y basamento de la posterior Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ahora atacada por los DNU de Mauricio Macri. Ahora, entonces, la Coalición se reagrupó y tras reuniones y foros en todo el país elaboró los nuevos 21 Puntos, a difundirse profusamente en los próximos meses, sobre todo entre los legisladores nacionales que tienen en sus manos aprobar o no los decretos macristas. Las normas derogan aspectos claves de la Ley de Medios, como los que establecen límites a los monopolios y los que ordenan que su instrumentación se realice a través de organismos colegiados y federales.
“La comunicación es un derecho humano que incluye todos los soportes y plataformas”, es el primero de estos nuevos 21 Puntos, que agrega a los anteriores referencias nuevos aspectos, como por ejemplo el rechazo a la concentración en la prensa gráfica y la cuestión de las nuevas tecnologías.
El nuevo documento fue aprobado definitivamente en el auditorio de la Cámara de Diputados nacionales, donde al cabo de los debates del jueves sólo se agregaron y corrigieron detalles y precisiones en los textos que fundamentan cada título.
Con más de 500 inscriptos, con oradores de muy diversas extracciones, la jornada marcó que otra vez la convocatoria de la Coalición, coordinada por trabajadores de prensa, excede largamente el ámbito de las comunicaciones y se retroalimenta en una diversidad muy viva, que legitima y enriquece el reclamo de continuidad y profundización de la etapa de democratización de los medios que se vivió en los últimos años.
Además de en los derechos a la información y la libertad de expresión del conjunto del pueblo, el embate macrista contra la incipiente pluralidad de voces impacta de lleno en la situación laboral del sector. Por eso es que al promediar el congreso de la CCD, parte de los asistentes rumbeó desde el Congreso al Obelisco para sumarse a la marcha de protesta por los despidos en canales, diarios y radios porteñas, en particular en empresas de lo que fuera el grupo 23. Fue el caso, entre otros, de los dirigentes rosarinos Edgardo Carmona, del Sindicato de Prensa y la CTA de los Trabajadores y Alfredo Valente, del Sindicato de Televisión (Satsaid).
La reducción de personal en los medios resurge también en otros lugares del país y Rosario no es la excepción. En el diario El Ciudadano, perteneciente al grupo Indalo, del empresario Cristóbal López, resolvieron cerrar la planta impresora y pasar a realizar esa tarea en Buenos Aires. Además, surgieron advertencias de más reducción de personal en la redacción -donde no son pocos los trabajadores que ya acordaron sus desvinculaciones- y hasta se baraja la posibilidad de dejar de editar la edición de papel y continuar sólo con un diario digital.
Así las cosas, las perspectivas no son alentadoras. Pero los trabajadores y sus organizaciones sindicales reaccionan con movilización y protestas. Y también, en conjunto con los cada vez más aliados que convergen en la Coalición, con propuestas para resguardar las fuentes laborales y los avances en la democratización de las comunicaciones.
Con Banca
La jornada del jueves 3 de marzo en Buenos Aires contó con presencia de legisladores nacionales rosarinos. Eduardo Seminara participó del congreso de la Coalición y Josefina González se sumó a la protesta en el Obelisco contra los despidos en los medios. Ambos pertenecen al bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria-PJ, desde el que ya se expresó en más de una ocasión el rechazo a los decretos que modifican la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La expectativa está puesta en la actitud a adoptar por el resto de las bancadas no oficialistas.
Autogestión
Trabajadores de prensa autogestionados agrupados en la Federación Asociativa de Diarios y Comunicadores Cooperativos de la República Argentina (Fadiccra) y la Red Colmena participaron activamente del congreso de la Coalición, donde las expresiones de la economía social son protagonistas históricas. Entre las cooperativas de trabajo que dieron el presente se contó la rosarina La Masa, que produce el semanario El Eslabón y el diario digital Redacción Rosario. Fadiccra y Red Colmena forman parte de la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT).
Fuente: El Eslabón
