Foto: Télam.
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El gobierno de Macri festejó el inminente pago a los fondos buitre y la posibilidad de salir otra vez a endeudar fuerte a la Argentina, aunque no dio respuestas a los reclamos que expusieron las tres CGT por despidos, inflación, tarifazo y recesión económica.

El mismo día del acto multitudinario que encabezó Cristina Fernández frente a los tribunales en el barrio porteño de Retiro, tras declarar por escrito en la causa por la venta de dólar a futuro, sucedieron otros dos acontecimientos casi en simultáneo que expusieron la mirada económica del gobierno de Mauricio Macri. De hecho, la ex mandataria se ocupó de remarcarlo en su discurso.

Por un lado, las “calamidades” generadas por los despidos, la estampida inflacionaria, tarifazo y recesión económica, preocupación que fue planteada en la reunión que las tres CGT mantuvieron con el presidente esa misma tarde, y que no tuvo ninguna respuesta. Por otro, la noticia que llegó ese mismo miércoles desde Nueva York sobre el levantamiento de las medidas cautelares que trababan pagos a bonistas del canje, lo que generó un efusivo festejo oficial por poder gatillarle cash a los fondos buitre, aunque para esto la Argentina tenga que volver a endeudarse. Mientras el macrismo se pone eufórico ante la supuesta “avidez del mercado” por comprar bonos argentinos, la situación interna para el grueso de la sociedad se agrava al galope del ajuste.  

El primer mandatario recibió en la quinta de Olivos a dirigentes de las tres fracciones de la CGT más otros sindicalistas de peso no alineados para intentar calmar las aguas de cara al paro del 29 de abril por el Día del Trabajador, al que sumarán las dos vertientes de la CTA. El gremialismo peronista puso sobre la mesa los despidos masivos, la incesante suba de precios, las tensiones en la pelea por los aumentos salariales y la reforma integral del impuesto a las Ganancias. También demandó la sanción de una ley de emergencia ocupacional y atender la situación de los jubilados.

Hugo Moyano, Luis Barrionuevo, Antonio Caló, entre otros, no consiguieron ninguna solución específica para los problemas esgrimidos que atañen al conjunto de los trabajadores. Los líderes gremiales definieron al encuentro como “muy poco alentador”. Lo único en concreto que se llevaron fue la promesa de Macri de girar más fondos para las obras sociales, una suba para el fondo de desempleo, congelado en 400 pesos, y adelantar la convocatoria al Consejo del Salario para mayo con el fin de actualizar el piso de ingresos (mínimo, vital y móvil), que hoy está en alrededor de 6 mil pesos.

De esta forma, sobre todo con el mayor flujo de dinero para las obras sociales, Macri buscó conformar a la cúpula cegetista. Una respuesta económica para reclamos laborales que apuntan a cambiar el humor de los caciques gremiales pero que queda lejos de los problemas cotidianos de empleo y poder adquisitivo que engloba al marcado laboral. Los viejos secretarios generales se debaten entre mirarse el ombligo y conservar espacios de poder, o ponerse al frente de la agudización de la protesta de las bases frente a las cesantías –que rondan las 150 mil entre el sector público y privado– y la precariedad del empleo.  “Los problemas se han agravado y hace falta equilibrar con los intereses de los trabajadores”, admitió un dirigente cercano a Moyano.

El ministro de Trabajo Jorge Triaca, presente en la reunión, negó que haya una “situación masiva de despidos” al remarcar que existen “casos puntuales”. Al mismo tiempo, el funcionario descartó la posibilidad de que se implemente la doble indemnización, al manifestar que puede ser “una señal contraproducente”.

En los gobiernos kirchneristas los trabajadores disponían de una herramienta de política económica fluida que les permitía sortear momentos difíciles. Los Repro se implementaron como subsidios para empresas en crisis destinados a completar el pago de sueldos de los empleados con la condición de que no haya despidos. Si bien el macrismo anunció que los Repro continúan, en concreto, según coinciden diferentes sindicalistas y empresarios, es casi imposible acceder a los mismos. Frente a la recesión económica y la incertidumbre laboral, Cambiemos decidió recortar los Repro y aumentar los requisitos para obtener este beneficio.   

En paralelo al ajuste interno, el gobierno celebra la “salida del default” tomando más deuda, la rendición ante los fondos buitre y la “vuelta a los mercados” mundiales. El pronóstico de lluvia continúa, aunque el gobierno aclara que caerán del cielo billetes verdes. Economistas advierten que las supuestas precipitaciones dolarizadas pueden convertirse en sequía a partir del escándalo mundial de los Papeles de Panamá que involucra al presidente argentino.  Al participar de la asamblea del Fondo Monetario Internacional en Washington, el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay dijo que “Argentina está de regreso”… ¿A la flexibilización laboral que exige el FMI? La “vuelta al mundo”, claro, no será gratis.

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