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La multiplicación de las suspensiones, las vacaciones anticipadas, la reducción de horas, los retiros voluntarios, los despidos y el cierre de fábricas, no dejan mucho margen de acción a los sindicatos que, ante los primeros signos del modelo económico de Mauricio Macri, se organizaron en la Asociación de Industriales de Santa Fe (Asisfe), y luego apostaron al diálogo con diferentes estamentos gubernamentales provinciales y nacionales. “Nos cansamos de esperar las respuestas que no llegan”, admiten los dirigentes metalúrgicos de la UOM o los automotrices del Smata. Lo mismo repiten desde Ceramistas, el Sindicato de la Carne, Alimentación, Vidrio, Plásticos, Madera, Papeleros, Calzado, entre otros que integran ese nucleamiento. Los representantes gremiales denunciaron esta semana la pérdida de más de nueve mil empleos en la provincia y anunciaron una movilización “contra la política económica de importaciones que destruye la industria y el empleo nacional”.

Rueda de prensa

En el marco de una conferencia de prensa realizada este lunes en Smata, los sindicatos lanzaron una marcha –a la cual no pusieron fecha pero sobre la que indicaron será “antes de fin de año–, que se dirigirá a los ministerios de Trabajo de la Nación y la provincia en Rosario, donde entregarán un petitorio a las autoridades en el que se denuncia cómo afectan al empleo las importaciones y la caída del consumo. Además, recibieron al senador nacional Omar Perotti.

En la rueda de prensa, estuvieron presentes dirigentes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Smata (automotrices), Ceramistas, Sindicato de la Carne, Alimentación, Vidrio, Plásticos, Madera, Papeleros, Calzado, entre otros gremios de los treinta y tres que conforman Asisfe.

Uno de los voceros de la reunión, Antonio Milici, secretario adjunto del Smata, fue el encargado de plantear los ejes del encuentro: “Estamos en plena crisis. Arrancamos con empresas que comenzaron a despedir trabajadores, tipo goteo, y hoy ya nos encontramos con que están cerrando, como el reciente caso de Zavalla (Fábrica Primeros Pasos)”, explicó el referente gremial.

En diálogo con este medio, Milici contó que “si bien ya mantuvimos reuniones con el gobernador, con el ministro de la producción, con el ministro de Trabajo, también con el de Trabajo de la Nación, no hemos encontrado respuestas”.

“Hoy estamos terminando de elaborar un petitorio que vamos a llevar con una movilización, a los ministerios de Trabajo de la provincia y de la Nación, cuya fecha definiremos próximamente”, informó el dirigente de Smata, y remarcó: “La situación laboral es de emergencia y peligro, porque ya están cerrando empresas”.

Con relación a los datos que manejan los sindicatos, el gremialista indicó que “dentro de la provincia de Santa Fe hay entre nueve mil y diez mil puestos de trabajo menos”. El dirigente apuntó como problema principal “la apertura de las importaciones y la caída del mercado interno”.

“Por eso también insistimos con el proyecto de ley que presentamos para frenar los despidos por 180 días en la provincia, y que tiene media sanción en la Cámara de Diputados, y ahora esperamos la del Senado”, apuntó Milici.

Sobre el cierre de la conferencia, arribó a la sede rosarina del Smata el senador nacional justicialista Omar Perotti, quien se solidarizó con los sindicatos y dijo que sumaba su voz “para que se entienda que se debe proteger el trabajo nacional”.

Perotti consideró que “la preocupante situación ocurre cuando no se resguarda la industria y el mercado interno”, y llamó al gobierno nacional a “revisar sus políticas para los sectores industriales”, al tiempo que pidió al gobierno de la provincia que “también acompañe a los trabajadores y empresarios santafesinos con medidas concretas”.

El senador se comprometió a trasladar las demandas de los sindicatos al seno de la Cámara Alta de la Nación, y a acompañar sus reclamos ante la Casa Rosada y la Gris.

Documento

Este medio accedió al borrador del documento que los sindicatos industriales entregarán a provincia y Nación, en el que se denuncia “la profunda crisis provocada por la pérdida de puestos de trabajo, suspensiones, retiros voluntarios, eliminación total de los puestos de personal contratado y eliminación de las horas extras”.

“Tenemos que lamentar el cierre de las empresas Primeros Pasos, de la localidad de Zavalla, y La Huella de Acebal”, describe el documento, que señala además “la tensa situación de Wylers de Alcorta, que viene reduciendo el personal con amenaza de cierre. Todas del rubro Calzado”.

Entre las causas de la crisis destacan “el ingreso indiscriminado de productos importados”, sobre los que refiere que “son productos terminados” a los que “no se les puede agregar nada de mano de obra, que van desde automóviles, pasando por la línea blanca (heladeras, lavarropas, aire acondicionados, etcétera), calzados, indumentaria, cristalería, muebles, entre tantos otros”.

Para los sindicatos de Asisfe, esta realidad “no es producto de la casualidad” sino “consecuencia de las políticas aplicadas tanto por el gobierno nacional, como por el gobierno provincial”.

“Desde la creación de Asisfe –describe el texto–, hemos mantenido numerosas reuniones con funcionarios y legisladores, tanto nacionales como provinciales, donde hemos planteado nuestra problemática: lamentamos ver que nada ha cambiado y no vemos ni siquiera anuncios que nos ilusionen”.

“No nos vamos a quedar de brazos cruzados viendo como la situación se deteriora día a día”, plantean al final del documento los gremios, y advierten: “Vamos a ir a la lucha con todo, enfrentando a todos los responsables de esta situación, movilizándonos y llevando adelante todas las medidas de acción, para ponerle freno a esto. “No tenemos ningún compromiso con nadie, sólo con los compañeros trabajadores, a ellos nos debemos y junto a ellos enfrentaremos esta situación”, concluye el texto de Asisfe.

Los sindicatos industriales, algunos de los más afectados por las políticas nacionales, se han mostrado como los más pacientes desde el inicio del plan neoliberal implementado por Mauricio Macri a partir del 10 de diciembre, a la espera de un cambio de rumbo que llegue como producto del diálogo y el consenso tan pregonado desde Cambiemos. Pero la paciencia y la espera tienen límites, y estos gremios dicen haber encontrado el suyo.

“Mientras todos se cierran nosotros nos abrimos”

Entre los sindicatos del sector industrial más afectados por la política aperturista y de enfriamiento de la economía, se encuentran los metalúrgicos y los del calzado. En diálogo con este medio, realizaron una descripción del impacto que han tenido las importaciones y la caída de la capacidad de consumo en Rosario y la región. “Todas las naciones hoy cierran fronteras adentro para cuidar su mercado interno, su industria, su capacidad de consumo, para que siga moviéndose el país, mientras que en Argentina nos abrimos hacia afuera”, se quejaron.

Antonio Donello, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica local (UOM), contó que en Rosario y el Gran Rosario, con la pequeña y mediana industria hay “importantes inconvenientes”, en especial “con la rama de la siderúrgica, la línea blanca y automotor”. “Con las importaciones estamos teniendo situaciones muy críticas”, remarcó el dirigente.

“Vemos que este gobierno a nivel nacional no tiene una política para la industria nacional y eso nos preocupa mucho más”, planteó Donello, y añadió: “Ahora quieren quitar los aranceles de la computación, y eso significa que si de los aranceles del 35 por ciento en marzo pasan a cero, perdemos siete mil puestos de trabajo directos y diez mil indirectos, alrededor de quince mil familias en la calle”.

En esa línea, el dirigente de la UOM local señaló que mientras “Brasil sigue manteniendo sus aranceles en computación, para no poner en peligro su propia industria y su trabajo”, y que “todas las naciones hoy cierran fronteras adentro para cuidar su mercado interno, su industria, su capacidad de consumo, para que siga moviéndose el país”, en Argentina “nos abrimos hacia afuera”. “Esto hace peligrar el futuro de toda la industria nacional y si no se cambia esto, vamos camino al 2001”, alertó.

Donello refirió que a nivel nacional, a su sector “las importaciones y la caída del consumo le costó 20 mil puestos de trabajo, casi un 9 por ciento de los trabajadores metalúrgicos”. “Y no sólo eso –añadió–, nos costó también un 4 por ciento de trabajadores que antes estaban contratados con agencia que hoy no están”. “Eso es menos producción local y menos trabajadores con salarios para comprar. No se dan cuenta que las licuadoras que traigan de afuera no se las va a poder comprar nadie”, se quejó.

“En Rosario tenemos mil pérdidas de empleos entre despidos y retiros voluntarios, y tenemos más de novecientas suspensiones”, apuntó el dirigente metalúrgico. “Además –amplió Donello–, tenemos a 2.500 compañeros en el 25/75, a través del cual los patrones aportan el 25 por ciento menos de cargas sociales y permite que los compañeros sigan cobrando lo mismo de bolsillo”.

Una política que no calza

Otro de los dirigentes sindicales consultados por El Eslabón fue Miguel Fuentes, secretario general del gremio del Calzado de Gran Rosario.

En línea con lo denunciado por Asisfe y Donello, Fuentes describió que la situación para la industria del calzado “es muy mala”, con “muchas fábricas que han suspendido, y otras que acaban de cerrar, como una en Zaballa, además de los muchos despidos que hubo en Alcorta”. “Encima tenemos los despidos por goteo, de a uno, de a dos, que ocurren todos los días”, lamentó.

“Lo que nos está matando a todos es la importación y la caída del consumo interno, no hay poder adquisitivo”, subrayó el dirigente.

Fuentes precisó que en Zavalla son quince trabajadores los que de un día para el otro se quedaron sin empleo. En Alcorta, los despedidos fueron 34. “Después, en Maincal, al igual que Grimoldi, van echando de a poco. En Acebal cerró una pequeña fábrica y quedó otro par de empleados sin su fuente laboral”, repasó el gremialista.

“Lo peor de todo es que desde casi todas las patronales nos repiten lo mismo, que si esto no mejora para diciembre, cierran”, admitió Fuentes y culminó: “Esto tiene que dar un vuelco, y el gobierno no está haciendo nada para frenarlo, cada vez hay más importaciones”.

Fuente: El Eslabón

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