Las rígidas estructuras policiales reavivan el accionar represivo. Una amplia multisectorial exige respuestas del gobierno provincial y concretas políticas interculturales, luego del nefasto operativo de seguridad del domingo pasado en el barrio qom de Rouillón y Maradona. El Eslabón relevó las distintas voces de repudio que se alzaron contra la violencia hacia los pueblos originarios.
Una visión intercultural
“Desde la mirada cultural, hay estrategias distintas de organización. Tratamos de trabajar con nuevas formas ya que no existe la homogeneidad entre los pueblos originarios, cada pueblo tiene concepciones diferentes”, indica Marcela Valdatta, titular de la Dirección de Pueblos Originarios de la Municipalidad de Rosario.
“Buscamos trabajar con formas que se entienda por ambas partes, pero las estructuras de la policías y gendarmes tienen estructuras muy rígidas y ligadas al aparato represor, tenemos más cercanía con lo que es la seguridad comunitaria y el trabajo con referentes barriales. Por eso, esperamos que alguna vez se articule para trabajar sobre esos pensamientos simbólicos, sus códigos, y hablar de interculturalidad sin estructuras rígidas”, señala la antropóloga, quien antes coordinó el Centro El Obrador (Espinillo entre Maradona y Garibaldi), espacio cultural y de formación de oficios.
Organizaciones de derechos humanos, sociales, gremiales y políticas de Rosario repudiaron la represión policial de este domingo 2 de abril en el barrio qom de Rouillón y Maradona, que se desató sobre hombres, mujeres y niños.
Sobre el respaldo al accionar represivo expresado por el ministro de Seguridad de la provincia Maximiliano Pullaro, Valdatta consideró: “Creo que los procedimientos no fueron los adecuados. Ahora, nos sorprende en demasía esa violencia inusitada. Se venían sucediendo hechos semejantes, de otros modos, pero esto fue un acto de mucha violencia, Antes estaba la cuestión de parar a los pibes en la calle, arrebataban celulares y ojotas”.
“Ante los recientes hechos, hemos estado en el barrio, junto a la fiscalía y organismos de derechos humanos. Buscamos una solución para que la gente esté resguardada. En ese espacio conviven criollos, originarios y también gente que no tiene nada que ver con ellos (la comunidad qom) y se instala en la zona”, advirtió la funcionaria.
Un pueblo con arraigo en Rosario
En lo relativo a la población del lugar, el barrio qom de Roullión al fondo, señaló que más allá del censo que en el 2014 registraba unas 6.500 personas “hay un aumento y siempre se da una fluctuación y movilidad”.
La dirección trabaja vinculada al Consejo de Coordinación y Participación de Políticas Públicas Indígenas, organismo donde tienen representación las secretarías General, de Cultura y Educación, Desarrollo Social, Salud Pública, Gobierno, Producción e Instituto de la Mujer; dos ediles del Concejo Municipal y los 35 referentes de pueblos originarios establecidos en Rosario, como las comunidades qom de Tacuarita, Cariñito, Barrio Municipal, Villa Banana, Iasom, Nam Qom, La Boca, Luz y Esperanza, Taky Ongoy, Dalaxagaic Yogoñi, Qao`uoqtè, Moqoit y Kolla., Qom Lma na Ihua,
Repudio general
En tanto, unas 86 instituciones, entre comunidades originarias, sociales, gremiales, políticas y de derechos humanos, además de bibliotecas, cooperativas, escuelas se reunieron en La Toma (el ex supermercado Tigre recuperado por sus trabajadores) el pasado lunes y en el amplio encuentro se elaboró un repudio a la represión policial del domingo 2 de abril a vecinos de la comunidad de Rouillón y Maradona.
En el documento se repudió enérgicamente las declaraciones del ministro Pullaro, quien justificó el operativo. “Exigimos la condena de esta práctica por parte de la máxima dirigencia del Estado, empezando por el gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein”, señaló el texto.
Entre las instituciones presentes estuvo el Colegio de Psicólogos 2º Circunscripción, que desde el comienzo participó en las acciones y respuestas al suceso. “Tal como lo venimos manifestando en nuestras comunicaciones institucionales, decimos no a la criminalización de la pobreza, no a la política o accionar represivo como única respuesta para nuestrxs jóvenes”, manifestó el núcleo de profesionales.
Fuertes señalamientos de los mapuches
Por su parte, y como una de las organizaciones de pueblos originarios, miembros la comunidad urbana mapuche Xavn Inay Leufv (Encuentro cerca del río) también repudiaron la violencia y abuso policial. Y señalaron: “Se burlaron del estandarte político ancestral de las comunidades: la Wiphala”.
“Consideramos que se han pisoteado los derechos de estas comunidades. Estos derechos fundamentales están consagrados en la Constitución Nacional, artículo 75, inciso 19, en donde el propio Estado argentino reconoce la preexistencia de los pueblos originarios en todo el territorio, el Convenio Internacional 169 de la OIT, ratificado en el 2001 por el propio Estado argentino en la ley 24.071, la 26.160 y la Declaración Universal de los Pueblos Indígenas del mundo en la ONU”, puntualizó el nucleamiento mapuche.
El accionar del domingo “fue similar al de Gendarmería y al de la Policía provincial en comunidades en la Patagonia, como así al accionar brutal de los carabineros en las comunidades mapuches en Chile”, dijeron y denunciaron: “Creemos que no es casualidad que en septiembre de 2016 la fuerza chilena desembarcara en la provincia para exportar su el plan de seguridad a Rosario”.
Por otra parte, añadieron: “No son un eslabón aislado de la violencia ejercida desde las fuerzas de seguridad a nivel nacional y provincial. Responsabilizamos de los agravios físicos y psicológicos de las hermanas y los hermanos qom a las políticas de seguridad implementadas en la provincia como en todo el territorio del Estado argentino”.
Por su parte, Franco Furno, referente de la comunidad urbana mapuche, sostuvo: “No es casualidad que estos uniformados se atrevan aún más a ejercer la represión cuando la ministra de la Nación es Patricia Bullrich, la que nos ve a los pueblos originarios como terroristas. A un cana, que fue educado con violencia barata, que escucha a la ministra decir eso, sale a las calles con la libertad de pegar, desaparecer y matar, termina ejecutando la fuerza de choque de los poderosos que nos quieren borrados del mapa, que ven al territorio como un negocio”.
Fuente: El Eslabón
