Con el brazo enyesado, por una fractura producida por golpes que le dio con la culata de su arma un policía, Leandro marchó junto a la comunidad qom y otros pueblos originarios. “Antes de salir, ya la policía andaba ayer amenazándonos”, contó el joven albañil de 28 años, tras concentrarse a las 9 frente a la casa de la familia Mansilla (Magallanes 4379), atacada por agentes del Comando Radioeléctrico a tempranas horas del domingo 2 de abril. Luego, una quinientas personas recorrieron calles del barrio Qom, para recalar frente a la comisaria 19 donde estuvieron los detenidos. De ahí, los manifestantes se dirigieron a los Tribunales provinciales y caminaron hasta la sede local del gobierno de Santa Fe, para realizar el acto central exigiendo el respeto de sus derechos y terminar con la discriminación y violencia policial.
Leandro recordó que el domingo 2, tras “terminar el festejo del cumple de Miriam, guardábamos todo cuando sentimos un gran ruido. Policías habían atropellado al portón y entraron en la casa rompiendo todo, gritándonos que nos tiráramos en el suelo y decían que debíamos volver a nuestro pueblo. Cuando le pedimos la orden de allanamiento nos empezaron a pegar y entonces me fracturaron el brazo”
“Nos llevaron en el auto dando vuelta desde las 7.30 a eso de las 10. Nos dejaron bajo la lluvia en la comisaría 19 hasta el mediodía. El médico policial escribía en un papel, pero nos miró así nomás, sin tocar ni ver si teníamos golpes”, indicó el joven.
Más voces originarias
Moyra Millán, mapuche que viajó desde Chubut a Rosario, remarcó que “lo sucedido en Rosario es un ejemplo de lo que ocurra en todo el territorio. Hay un estado genocida, racista y criminal. que le teme a la organización y a la solidaridad entre los pueblos, temen a nuestro puño cerrado en lucha”.
Pero también señaló que “la represión del genocidio se alimenta con la indiferencia social de los que gobiernan y de los que hacen omiso a ello. Los originarios debemos demostrar que tenemos una forma de vivir diferente y que vamos a luchar porque tenemos derecho a la memoria y la justicia. Esto no es una democracia porque las corporaciones deciden nuestro destino”.
Ofelia Morales, de la comunidad qom, resaltó: “Debemos ser visibles y estar de pie con todos los pueblos originarios, tenemos derechos constitucionales que el gobierno debe cumplir. Queremos una verdadera educación intercultural, la posesión de la tierra y el buen vivir, como declaró nuestro hermano Evo, presidente de Bolivia, cuando dijo que América latina es representante del buen vivir”.
“Venimos frente a la gobernación porque tras presentar proyectos y notas, lo único que recibimos es el atropello policial. Hay leyes que nos avalan y estamos despiertos, somos 38 naciones preexistentes y portamos el espíritu ancestrales”, remarcó Ofelia.
“Debemos contrarrestar la violencia, -agregó- no llevamos armas, y tenemos palabras llenas de sabiduría, palabras que son flechazos, ya nadie puede rechazar las flechas del conocimiento indígena, de nuestra espiritualidad, que se hace fuerte en la humildad”.
Oscar Talero, referente de las comunidades originarias establecidas en Rosario, afirmó mientras marchaba: “Tenemos que dar un proceso como pueblo originario y que esto no vuelva a pasar. Podemos sentarnos a dialogar con los funcionarios, pero desde el gobierno y la intendencia no hubo acercamientos, las áreas del municipio no resuelven una política de gobierno”.
“Se publicó en los medios cosas que no son reales, por eso debemos salir a la calle para que la sociedad tenga otra miraday conocer la verdad. No es la primera vez que nos atacan, pero esta vez se les fue la mano”, advierte Talero.
Miriam, la madre de chicos golpeado, dijo que “salimos a decir basta a los malos tratos en el barrio, Ahora la causa quedó allí y nadie del gobierno nos llamó, el ministro de Seguridad no se acercó. Hubo reuniones pero queremos una respuesta ante tanto dolor sufrido”. “Los chicos y yo también estamos ayuda psicológico porque fue muy doloroso. El Colegio de Psicólogos y salitas nos acompañan. Pero, el chico mal herido no va al colegio por temor”, advirtió.
Griselda es agente sanitario de la comunidad qom, presente en la movilización, sostuvo en diálogo con este medio que “estamos viviendo un momentos muy triste y difícil de llevar, somos una comunidad con todo tipo de necesidades básicas y hay un abandono de parte del Estado”.
“Lo ocurrido el domingo pasado no es un hecho aislado, sino una situación que se sufre dentro de la comunidad, fue un atropello, nosotros no tenemos necesidad de confrontar con el Estado, queremos que se garanticen nuestros derechos”, reclamó. Y añadió: “Somos una nación preexistentes al Estado argentino y tenemos nuestra propia forma de organización e instituciones. Hay una dirección de pueblos originarios pero creemos que es una pantalla política porque no hay una política y recursos para garantizar los derechos de las comunidades”.
Sobre las necesidades, apuntó que “los problemas más comunes son la asistencia. la falta de agua, viviendas y se vive en extrema vulnerabilidad; persona que duermen en el suelo, chicos con desnutrición crónica y eso no se dice, se tapa”.
La historia de Griselda, es un caso testigo de muchos hermanos que vinieron a sobrevivir a Rosario. “Tengo 34 años y vinimos desde Pampa del Indio, Chaco. Llegue cuando tenía 4 años, por la privatización de los bosques, como mis viejos vivían de la caza y la marisca, debieron dejar su tierra”, relató.
Ya frente a la Gobernación, uno de los referentes informó que desde la Comisión de Derecho Indígena, elevaron un petitorio reclamando justicia por los violentos incidentes y esperaban ser recibidos por funcionarios provinciales. Remarcó que de no ser atendidos, volverán la próxima semana, en el marco del Día de los Pueblos Originarios.
Un párrafo especial entre los oradores del acto se llevó una publicación del diario La Capital. Los referentes indicaron que “para justificar la represión policial y el abuso institucional, hablan de un informe que les llegó, en el que el barrio Qom, aparece como una zona violenta, sin decir que es la policía la que aplica esa violencia”.
La movilización fue acompañada por los gremios de ATE, Amsafé, la Multisectorial contra la Violencia Institucional, el Espacio Juicio y Castigo Rosario, entre otros. Los ediles de Ciudad Futura, Pedro Salinas y Eduardo Tonioli del Frente para la Victoria, Fernando Rosúa del Movimiento Evita, además de Celeste Lepratti, Norma López y Fernanda Gigliani.