“Queremos ser muy claros, hay un límite ético, el límite es la vida”. Así habló la secretaria general de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) y titular de Amsafé Sonia Alesso, horas después de la brutalidad policial con la que fueron desalojados los docentes el domingo pasado, mientras armaban una carpa frente al Congreso Nacional para reclamar el llamado a paritarias. Con marchas, paros y un sinfín de actividades, el conflicto escaló desde que, a contramano de su prédica, la Casa Rosada clausuró el diálogo y tensó la cuerda hasta pelar los palos. Pero mientras Mauricio Macri apuesta a la pedagogía del garrote con los maestros, para de un mismo golpe disciplinar al conjunto del movimiento obrero, el gremio inauguró finalmente este miércoles la Escuela Pública Itinerante, salió de la emboscada desgastante y violenta a la que el gobierno la quiso llevar, y reinstaló el debate en otro terreno. “Cumplan con la ley, convoquen a paritarias y este conflicto se destraba”, exigió Alesso bajo la lluvia, con la voz ronca, en medio de la huelga de 24 horas de este martes, convocada para repudiar la represión.
Mucho palo pa que aprendan
Las cuentas que hacen los maestros de todo el país son las mismas que realiza el conjunto de los asalariados argentinos. El año pasado se perdió por goleada contra la inflación y hay que recuperar algo de lo perdido; no por una cuestión ideológica, ni por orgullo, sino por necesidad. Ningún laburante necesita que le expliquen lo que cuesta cargar el chango o llegar a fin de mes. La paritaria docente se convirtió en testigo para todas las demás y por esa razón el ministro de Educación de la Nación del gobierno del diálogo y el consenso, Esteban Bullrich, anunció a principio de año su clausura.
El objetivo del macrismo es que las provincias cierren por su lado la discusión salarial con los maestros a la baja, en el marco del ajuste general que la propia Casa Rosada encabeza, ante la mirada aprobatoria del Fondo Monetario Internacional (FMI). La vieja idea de Cambiemos es que los trabajadores, con los de la educación como punta de lanza, acepten ganar cada vez menos con relación a lo que cuesta vivir y, si no entran en razones, hacerlo con palos, gases lacrimógenos y balas, como ocurrió frente al Congreso. Para eso, la ministra de Seguridad y tía de Esteban, Patricia, muestra los dientes, se disfraza de milica y desaloja piquetes a los tiros.
Violencia es violar la verdad
Desde que comenzó el año –y con la marcha federal educativa que puso a 500 mil maestros en la calle el 22 de marzo como punto más alto de su lucha–, los sindicatos docentes realizaron un sinfín de medidas de fuerza para que el gobierno nacional se siente a discutir en la mesa paritaria como manda la ley.
El relato del presidente Mauricio Macri, gracias a la ayuda de las corporaciones de la comunicación, instituye con su discurso una realidad virtual que rechaza todo vínculo con los hechos. El referirse a la represión del domingo contra los maestros se quejó de que “en vez de sentarse a debatir en una mesa” lo que hacen los gremios docentes es “violar las normas” por querer realizar una protesta para la que el gobierno exige un previo aviso.
El gobierno y la prensa hegemónica saben que para que los maestros se sienten en una mesa hay que convocar a paritarias, algo que la Casa Rosada clausuró. También saben que el pedido para la instalación de la escuela itinerante de Ctera había sido hecho, a pesar de que esa prerrogativa es tan inconstitucional como el polémico protocolo antiprotesta, además de que es un contrasentido ¿cómo el que te tiene que autorizar o no a realizar tu manifestación o reclamo, es el mismo al que va dirigido?
Pero a veces el relato que el gobierno y los medios logran instalar se resquebraja, y por la rajadura se cuela nada menos que un fallo judicial que ordena al Ministerio de Trabajo de la Nación que convoque a la paritaria nacional docente, como el que dictó la jueza de Trabajo, Dora Temis, ante una medida cautelar presentada por la Unión de Docentes Argentinos (UDA).
La resolución judicial de Temis señala que la Ley de Educación Nacional obliga al gobierno implementar la partida presupuestaria para cumplir con el objetivo de la educación pública y a convocar a una paritaria nacional, y fija el “quinto día de la presente orden judicial”. La Casa Rosada anunció que apelaría la medida y que además recusará a la jueza.
Queda claro que en el gobierno de los CEOs y los negocios, si hay algo que no quieren hacer con los trabajadores es sentarse a negociar.
Nueva etapa del conflicto
La grandes movilizaciones y los paros, que en el caso de los docentes este año han sido históricas, son un esfuerzo de organización que conllevan un lógico desgaste. El “costo político” del conflicto es tanto para los gobiernos como para los gremios y docentes, pero su prolongación en el tiempo, a la que apuestan siempre las autoridades gubernamentales, tiende a inclinar la “opinión pública” –azuzada por los medios, siempre antisindicales– contra la dirigencia y los maestros. El miedo a los descuentos por los días de huelga, y la acuciante necesidad de aunque sea mejorar en algo el ingreso por mes, también operan sobre el bolsillo de los guardapolvos.
Por todo eso, la idea de la Ctera de sostener la lucha por otros medios, reeditando una medida que marcó una era, como la carpa blanca montada contra Menem y sostenida durante la Alianza, que se convirtió en un símbolo de la resistencia al neoliberalismo, aparece como un salto de calidad, además de un necesario cambio de pantalla hacia un nuevo nivel en el conflicto particular de los docentes y más general de los trabajadores contra la política económica, también neoliberal, de Macri.
Ahora, si bien el nuevo capítulo de esta historia recién se está escribiendo, la disputa se dará en un territorio en el que es más débil la Casa Rosada: el espacio público y la calle. Esa percepción se notó en el potente discurso de inauguración de la Escuela Itinerante que articuló Sonia Alesso.
“Hemos pedido respuestas y diálogo, con marchas, una movilización federal que convocó a 400 mil maestros. ¿A algún periodista se le ocurre que los cinco gremios nacionales podemos hacer eso solamente por decisión de uno o dos dirigentes?”, preguntó Alesso. Y continuó: “Cada día que agravian a un maestro, a todos se nos llenan los correos de mensajes con docentes en el barro, caminando kilómetros para llegar a una escuela rural o en las provincias inundadas trabajando para los evacuados”.
“No se gasten las autoridades en mandar servicios de inteligencia y provocadores. Dejen expresarse a una protesta pacífica y cumplan con la ley”, subrayó la maestra.
Unidad contra la represión
Tras la represión a los maestros el domingo 9 de abril en la plaza del Congreso, estalló la solidaridad de todos los sectores gremiales y políticos opositores. El principal acompañamiento estuvo en el ámbito educativo, donde junto con el paro de 24 horas resuelto por Ctera, se plegaron a la medida de fuerza la Unión Docentes Argentinos (UDA), la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), la Asociación del Magisterio de Enseñanza Técnica (Amet) y el Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop). A la huelga también se sumaron los profesores universitarios.
Paritaria docente en Santa Fe
La paritaria docente en la provincia todavía sigue abierta. En la reunión de este miércoles, según los asistentes, no se habló de números, aunque desde el gobierno se dio a entender que se estaba cerca de un acuerdo. Fuentes gremiales consultadas por El Eslabón, en cambio, fueron muy cautas a la hora de sostener esa afirmación y plantearon que hay “expectativas de que se mejore la propuesta” el martes 18 de abril, cuando se realice el próximo encuentro con las autoridades.
Fuente: El Eslabón