Milagro Sala, presa y perseguida política de Cambiemos, se mostró esperanzada por la medida cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) que reclamó su liberación. Para la líder de la agrupación Tupac Amaru, es «una pequeña luz de justicia».
«Pero tampoco me voy muy contenta porque quedan mis compañeras acá», afirmó la referente con relación a otras a personas detenidas en el penal juejeño en el que está alojada.
En declaraciones que fueron publicadas este jueves en el diario Página 12, Sala reveló además que uno de los jefes del Servicio Penitenciario se le acercó a decirle que el final de su estadía en el penal es «inminente».
La dirigente consideró como «una desgracia» la visita del presidente Mauricio Macri a Jujuy y señaló que cada vez que llegó a la provincia «hay un desastre por donde pasa él: pasó en Humahuaca, en el Volcán, en Tilcara y en Purmamarca, donde se cayó un puente seis o siete meses más tarde».
«En Jujuy todos los medios, radio, televisión y diarios, me estuvieron golpeando un año y siete meses, pero ¿por qué? Porque los medios también son víctimas de Gerardo Morales, porque si no me pegan, los castiga y les sacan la pauta publicitaria», agregó la dirigente.
Sala reconoció que «fueron muy duros» los meses de su detención y añadió: «No sólo para los que estamos en la cárcel sino para muchos compañeros de las organizaciones sociales y de la Tupac Amaru donde Gerardo Morales se dedicó a destruirnos, a perseguirlos, a armar causas, a encarcelarlos».
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