Como los idus de marzo, días del calendario romano dedicados al dios de la guerra Marte, los aumentos de enero movieron los ánimos. Transporte, estacionamiento medido y tasa general de inmuebles, sólo por enumerar algunos de la localía. Extendiendo el ámbito se anotan peaje, agua y luz. Pero el gas, la nafta y las prepagas también tendrán un envión, hacia arriba claro. ¿Por qué se naturalizan los incrementos? Porque es una de las formas en que la Nación redistribuye ingresos, acción por lejos más gravitante que la luna llena. punto en común de los idus y este enero caliente.

Cuando estén leyendo El Eslabón, ya habrán tenido un encuentro cercano del tercer tipo con el aumento del boleto del colectivo que subió 20 por ciento. Del 25 por ciento de incremento de la Tasa General de Inmuebles (TGI) se enterarán dentro de poco. Si utilizaron la autopista a Santa Fe, se percataron que el peaje está 75 por ciento arriba y cuando dejen el auto en estacionamiento medido, directamente habrán sufrido un disgusto, 70 por ciento más caro.

Si se tiene en cuenta que lo enumerado es sólo una pequeña porción del proceso de aumentos, se entiende porque el Gobierno Nacional tuvo que salir a modificar, en cuestión de horas y en forma express su propio anuncio de la meta inflacionaria para 2018. Pasen y vean. Las cajas de Pandora suelen tener alto costo.

Bondi: en marzo otro golpe

Desde el primer día de enero, la tarifa del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), cuesta 11.49 pesos. Por 40 y 80 viajes el costo unitario es de 9,90 y 9,34 pesos respectivamente, mientras que boleto ocasional y trasbordo saldrán 12, 40 y 3,83 pesos. Los estudiantes pagarán 5,73 y 1,91 pesos de trasbordo.

Pero con ser mucho no es todo. Se habla de un nuevo incremento en marzo porque el aumento aún está lejos de los quince pesos que debería costar, según adelantó el Municipio. Al tiempo que ligó la implementación del ya varias veces anunciado nuevo sistema de transporte urbano, a la llegada de subsidios nacionales, ya que la incorporación de 118 unidades se haría insostenible según los estudios de costos realizados.

¿Qué estudios de costos? Interrogó el concejal del PJ, Eduardo Toniolli, que en las últimas horas presentó un escrito solicitando al Ente de la Movilidad de Rosario, el último cálculo realizado sobre el sistema de transporte de la ciudad.

Solicito me remita el último estudio de costos del TUP, así como su ingreso formal por mesa de entrada al Concejo Municipal de Rosario”, pidió el edil en un escrito que llevó en persona a la sede de la entidad. Y fundamentó recordando que entre las funciones del Ente está la de elevar al Legislativo local, los estudios técnicos que respalden los valores tarifarios. En ese marco señaló que el último aumento aprobado en diciembre de 2017, por el Frente Progresista y de Cambiemos, “se realizó sin que ingresara al Cuerpo estudio alguno que permitiera a los ediles evaluar la estructura de costos del sistema”.

Pero no fue la única ocasión en que los ediles no contaron con esa información. En septiembre, el Ejecutivo autorizó un aumento de boleto en las mismas condiciones; incremento que al final no se aplicó según estima la oposición, por la proximidad de las elecciones de octubre pasado. Según Toniolli, el último estudio de costos publicado por el Ente, en forma de síntesis acotada data de junio de 2017. Para encontrar un estudio de costos desagregado ingresado el Concejo, hay que remontarse a marzo del año pasado.

A pesar de que la intendenta Mónica Fein, cuenta con las facultades delegadas para tomar la decisión de aumentar, eso no exime al Ente de su obligación de elevar al Concejo el estudio que lo respalda”, señaló el edil, en referencia al núcleo duro de su presentación: en contradicción con la normativa vigente los últimos aumentos se realizaron sin presentar estudios de costo.

Además, hizo foco en la médula del tema, “los aumentos están ligados a la decisión del Ejecutivo de ir cubriendo la retirada progresiva del Estado Nacional en materia de bolsillo de los usuarios, por un lado, con la suba del boleto y a los contribuyentes a través de la TGI”. El enfoque sintoniza con la preocupación que en las últimas horas manifestó el Municipio ante la falta de respuesta del Gobierno de Macri, incertidumbre que concretaron en el aumento de la TGI, para aplicar al Fondo Compensador del que deviene el costo del boleto.

Además, y con respecto a la demora en la adjudicación del nuevo sistema de transporte, Toniolli estimó que las empresas que ganaron la licitación, “están haciendo presión para lograr otra ecuación económica, con aumentos del boleto”.

Es todo una gran nebulosa”, dijo a El Eslabón el concejal de Compromiso con Rosario, Osvaldo Miatello, quien impulsó la ordenanza que facultaba al Ejecutivo para realizar dos aumentos anuales de boleto, en marzo y septiembre, a condición de no superar la variación que para el semestre anterior establezca el índice de salarios, elaborado mensualmente por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).

Pero antes de terminar el 2017, esa normativa cambió. “El socialismo y el PRO, la modificaron en diciembre y pusieron cuatro aumentos que se aplicaría a partir de julio de 2018”, explicó Miatello. Así, el actual aumento de enero, es el que es postergó en septiembre y se anunció en diciembre, prórroga que implicó una pérdida de 50 millones de pesos para las arcas del municipio.

Según Miatello, hay un punto ineludible en la discusión, “a pesar de los aumentos previstos no llegan para cubrir los costos del nuevo sistema, por eso se atrasa la adjudicación, no cierran los números”, sostuvo. Y dijo que, según los números que presenta la Municipalidad, hay un desfasaje de tres pesos con cincuenta por boleto “si se venden más de cien millones al año, habría un 350 millones de pesos anuales”.

La Municipalidad dice que de acuerdo al estudio de costos que nosotros no vemos, el boleto sería de 15 pesos y si el actual es de 11,49 pesos, con esa variante no hay empresa que agarre viaje”, comentó. Rosario Bus y Cacique, ganaron la licitación, pero aún no se adjudicó.

Estacionamiento medido

La segunda semana de enero, trae otra novedad: estacionar será más caro. El incremento por hora será el siguiente: zona A (Urquiza, 9 de Julio, Juan Manuel de Rosas y el bulevar Oroño) costará 22,50 peso, mientras que la zona B (Urquiza a Rivadavia y de 9 de Julio a Cochabamba, más calle Alvear), el costo será de 14,50 pesos. La medida llega con una nueva adjudicación del servicio a la empresa Tránsito Rosario

Si hacemos un cálculo anual los aumentos son del 300 y 200 por ciento con respecto a enero de 2017”, aseguró Toniolli. Y con respecto a los fundamentos que dio la Municipalidad por la suba, dijo que no hay ningún tipo de insumo ni sueldos que hayan crecido en esa proporción en la tarifa.

Si se lograran esos incrementos de sueldos habría que hacer un monumento al gremio correspondiente”, ironizó para agregar que como eso no ocurrió y en el mejor de los casos dichos trabajadores habrán logrado un veinte por ciento, “nos encontramos ante una anomalía ¿no?”. Y no pasó por alto una mirada sobre la decisión del Municipio de “premiar a la empresa Tránsito Rosario al asignarle nuevamente el servicio”.

Pagar para que otros ganen

Para el edil justicialista, el frenesí de aumentos y su naturalización, tienen relación directa con decisiones políticas. En ese marco habló sobre el aumento de luz para los santafesinos.“En el caso de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), se suma a una política local de largo tiempo, cuando la luz tenía otro tipo de subsidios nacionales, no los trasladó a los usuarios, ahora que el Estado Nacional comenzó a retirar esos subsidios, se decide trasladar igual esos aumentos, que pedimos que se absorbieran como una especie de justicia tardía si se quiere, en función de lo que recibieron antes”, describió.

 

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