El presidente de EEUU, Donald Trump, confirmó finalmente lo que venía anunciando desde hacía tiempo: la retirada de su país del acuerdo firmado por varias naciones con Irán en 2015. El retiro, que incluye restablecer sanciones contra la nación persa, abre un nuevo escenario de conflicto en Medio Oriente, un hecho festejado por Israel, que hace tiempo tiene ganas de atacar Irán, al igual que Arabia Saudita, esa sangrienta dictadura que financia grupos terroristas que cometen atentados en EEUU, Europa e Israel. Pero por esas cuestiones oscuras y perversas de la política internacional, en este partido, como en Siria, como en Yemen, EEUU, Israel y Arabia Saudita juegan del mismo lado, y todos contra Irán.

Los países europeos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) expresaron su rechazo a la decisión de EEUU. Pero una vez más, EEUU e Israel mostraron qué poco les importa la opinión de la comunidad internacional y la ONU.

En un mensaje televisado desde la Casa Blanca el mandatario estadounidense afirmó que la comunidad internacional no puede prevenir una bomba nuclear iraní.

“Estoy anunciando que EEUU se retirará del acuerdo nuclear con Irán. En momentos, firmaré el memorando presidencial que restablece sanciones a Irán”, dijo el presidente en un mensaje televisado desde la Casa Blanca. Tras la declaración, Trump ocupó un pequeño escritorio donde estampó una enorme firma para marcar la ruptura de Washington con el acuerdo que tanto le costó alcanzar a la comunidad internacional.

El acuerdo disponía que Irán no desarrollaría armas nucleares y que, a cambio, se levantarían las sanciones económicas contra la nación persa.

“Implementaremos sanciones económicas del más alto nivel. Cualquier nación que ayude a Irán en su búsqueda de armas nucleares también será sancionada fuertemente por EEUU. No seremos rehenes de un chantaje nuclear”, señaló Trump.

Y en forma inmediata, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció que las sanciones que habían sido suspendidas por la firma del acuerdo de 2015 “fueron restablecidas con efecto inmediato”.

“Estamos unidos en nuestro entendimiento y convicción de que Irán no debe nunca adquirir un arma nuclear. Y de estas consultas resulta claro para mí que no podemos prevenir una bomba nuclear iraní bajo la estructura podrida de este acuerdo”, afirmó Trump, que osó mencionar que realizó consultas con representantes de Francia, Alemania y el Reino Unido.

Evidentemente, más allá de si avisó sobre la salida del tratado, las opiniones de franceses, alemanes e ingleses poco le importó a Trump, porque ninguno de esos países, ni la Unión Europea (UE), coinciden con la decisión de EEUU. Solo Israel y Arabia Saudita.

“Si no hacemos nada, sabemos exactamente qué ocurrirá”, aseguró Trump en referencia a Irán y a su convicción de que el país persa no cumplirá con su compromiso de no desarrollar una bomba atómica.

“En realidad, es un acuerdo horrible, unilateral, que no tuvo que haberse firmado nunca. No aporta calma. No aporta paz. Y nunca lo hará”, sentenció el mandatario.

Asimismo indicó que la promesa de Teherán de no seguir trabajando en el desarrollo de un arma nuclear fue, según dijo, una mentira. “Incluso tras el acuerdo internacional, la dictadura de Irán siguió trabajando en el desarrollo de misiles balísticos, que pueden ser dotados de cabezas nucleares”, dijo el mandatario de EEUU.

El acuerdo, alcanzado durante el gobierno de Barack Obama, era una de las obsesiones de Trump, uno de los puntos de la pesada herencia de los que debía desembarazarse. Y en este tema, como en tantos otros, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lo apoya fervorosamente.

“El presidente Trump ha tomado una decisión valiente”, dijo Netanyahu, que agradeció en nombre de todos los israelíes las medidas del presidente estadounidense “para frenar la actitud agresiva de Irán”.

“Trump tomó la decisión correcta al rechazar el desastroso pacto, todos esos millones de dólares con los que en pocos años hubiera podido construir un arsenal nuclear. El pacto sólo allana el camino para que Irán desarrolle un arsenal de bombas nucleares en unos años. Quitar las sanciones no ha reducido la agresión iraní y ya ha producido resultados desastrosos», afirmó Netanyahu.

Teherán se comprometió en este pacto a limitar drásticamente partes esenciales de su programa nuclear con el fin de no poder fabricar armas atómicas. Como contrapartida, se levantaron sanciones contra el país y se prometió una normalización de las relaciones económicas con Occidente.

El pacto está vigente hasta 2025, aunque algunos apartados, como los estrictos controles por parte de observadores internacionales, son válidos hasta 2040.

Ni la Unión Europea ni la ONU están de acuerdo con EEUU

La decisión fue adoptada a pesar de los reiterados llamados a no retirarse por parte de Francia, Alemania o el Reino Unido, que son firmantes del pacto.

Y ante la decisión unilateral del Imperio, la ONU puso el grito en el cielo. El secretario general del organismo, Antonio Guterres, formuló un llamado urgente a todos los otros signatarios del acuerdo a que reafirmen sus obligaciones. Guterres, a través de un comunicado oficial, afirmó “estar profundamente preocupado” y pidió a los otros participantes del acuerdo que mantengan plenamente sus respectivos compromisos.

Asimismo, y en esta misma línea, la UE expresó su apoyo a Irán en nombre de todos los países firmantes, y reiteró la aplicación plena y efectiva del acuerdo, gesto que en la práctica aisló a Washington en su posición de ruptura.

Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rohani informó que pidió a su ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, que negocie con los países europeos, Rusia y China.

“Si al final de este periodo llegamos a la decisión de que los otros países pueden darnos lo que Irán quiere, continuaremos con el acuerdo y haremos todo lo posible por la paz en la región”, señaló el mandatario iraní.

En caso contrario, señaló el mandatario iraní ordenó a la Organización Iraní de Energía Atómica que esté preparada para adoptar medidas, incluido el enriquecimiento de uranio. No obstante, añadió que esperarían algunas semanas antes de aplicar dicha decisión.

Trump tenía tiempo hasta el 12 de mayo para decidir si mantenía o no el acuerdo nuclear con Irán. Pero hacía rato que venía diciendo que se retiraría de ese “acuerdo horrible”.

El ex presidente estadounidense Barack Obama también se sumó a las críticas a la decisión del actual mandatario, a la que calificó como equivocada. “La realidad es clara. El acuerdo está funcionando. Esa es la visión compartida por nuestros aliados europeos, expertos independientes, y el actual secretario de defensa estadounidense. El acuerdo es de interés estadounidense. Hizo retroceder el programa nuclear iraní”, expresó Obama a través de Facebook.

“Y el acuerdo es un modelo de lo que la diplomacia puede realizar: sus regímenes de inspecciones y verificaciones es precisamente sobre lo que EEUU debería estar trabajando para poner en Corea del Norte”, afirmó el ex mandatario.

Arabia Saudita, el rival regional de Irán y aliado de EEUU, aseguró que apoya la decisión de Trump. “El reino apoya los pasos anunciados por el presidente de EEUU para retirarse de acuerdo nuclear y para restablecer las sanciones económicas contra Irán”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores saudita.

Arabia Saudita acusó además a Teherán de sacar provecho de los ingresos generados por el fin de las sanciones para desestabilizar la región.

La semana pasada, Israel había acusado a Irán de estar llevando a cabo un plan nuclear secreto, acusación que fue respaldada por EEUU, pero sólo por EEUU. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) de la ONU, que es el encargado de controlar que Irán se atenga al acuerdo, desmintió categóricamente la denuncia de Israel y ratificó que el país persa estaba cumpliendo con su parte.

“El informe del OIEA destaca que no hay indicios creíbles de actividades en Irán relevantes para el desarrollo de explosivos nucleares después de 2009”, aseguró el portavoz del organismo, Frederik Dahl, el 1° de mayo.

“Basado en este informe del director general, la Junta de Gobernadores (el órgano ejecutivo del OIEA) declaró que sus consideraciones en este asunto estaban cerradas”, concluyó Dahl.

Fuente: El Eslabón

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