En el Palacio Vasallo tuvo eco la movilización de pymes, sindicatos y organizaciones sociales. Algunos ediles alertan sobre la tensión social y temen  operaciones del gobierno nacional para deslegitimar las protestas.

La lucha en las calles, ¿sacudón para la especulación política? Los empresarios pequeños y medianos se movilizaron este jueves en Rosario junto a experimentados actores de las luchas en espacios públicos, como movimientos sociales y trabajadores. Fue el mismo día que en el Concejo se conversó largo sobre el aumento de la pobreza. Cuando en esa misma jornada bajaba el sol, las sorpresas continuaban y un alerta sonaba en las noticias: el Gobierno Nacional propone modificar la Carta Orgánica del Banco Central, eliminando la condición de ser argentino, para integrar su directorio.

Puestos en relación, y por qué no, en tensión, todos estos elementos, el asumido escenario de crisis se dimensiona en toda su gravedad, justamente encarrilados por “el camino correcto” que según la Casa Rosada no se debe abandonar, aunque la nave ya tenga fisurada su línea de flotación.

¿Cómo metabolizará entonces, la protesta?

“Tengo mucho miedo de que generen un escenario de violencia para posponer las elecciones en octubre, mi temor es que frente a la reacción popular, busquen generar alguna cortina de humo como en su momento hicieron con el caso (del fiscal Alberto) Nisman, o como están haciendo con las causas de las fotocopias de los cuadernos”, dijo a El Eslabón, la concejala por Unidad Ciudadana, Marina Magnani.

Para la edila, la preocupación incluye el temor a que se genere una hipótesis de atentado o hasta fraguarlo para justificar un Estado de Sitio o un plan de excepción que pospongan las elecciones. “Hoy verdaderamente temo por el orden institucional en la Argentina”, alertó.

La calle que suena y suma

Usted, preguntará porqué marchamos, podrían decir quienes salieron a la calle, parafraseando al poeta Mario Benedetti. En el altísimo poder de sintetizar que tiene la acción, encontraron una bandera común: por la producción y el trabajo contra el ajuste. ¿Cuál fue la mirada de los ediles al respecto?

Desde Ciudad Futura, Jésica Pellegrini aseguró que el “siglo XXI, es el siglo de los movimientos sociales, feministas, en las calles se está gestando una resistencia que verdaderamente va empujando a las instituciones y va demostrando que las democracias, tal cual y como existe, tiene muchas deficiencias y que es necesario aprender de los mensajes que vienen de afuera, y seguir apoyando estas luchas que van logrando las transformaciones”.

Para el concejal Eduardo Toniolli, la marcha “es una respuesta conjunta de tres sectores enormemente golpeados por la política económica y sociales del macrismo, hablamos de los trabajadores formales e informales y de los pequeños empresarios, es una reacción saludable e importante de oposición a esas políticas”.

Según el edil, la convergencia de sectores en las calles “responde también al clamor popular de una parte importante de la población que viene reclamando, otro tipo de política, tenemos un año bisagra donde parte de lo que pase de aquí en adelante se juega en la calle, y parte en el proceso electoral no sólo en el primer semestre, sino y sobre todo en octubre, ahí creemos que todo eso debe convertirse en una alternativa y en un camino donde el primer paso a dar es el rechazo y la propuesta y el segundo ya sea la construcción de un horizonte distinto”.

Por su parte, el edil Juan Monteverde, de Ciudad Futura, sostuvo: “Se está viendo lo que algunos ya decíamos en el ballotage de 2015, estas iban a ser las consecuencias de la aplicación de las medidas neoliberales, que son esos, la pinten de un color o de otro, y que siempre terminan teniendo los mismos efectos”.

“En buena hora que los sectores sociales, económicos y sindicales se movilicen, allí estaremos siempre nosotros en cada movilización presente, mostrando también el apoyo desde la política”, sostuvo aunque aclaró que justamente “si desde afuera no se le da una sacudida a la corporación política, no habrá solución”.

Según el portavoz del Bloque Socialista, Enrique Estévez, la mirada es de preocupación, “la situación económica y social del país es muy compleja, con índices alarmantes de crecimiento de la pobreza y lamentablemente no vemos que el Gobierno Nacional tome una real magnitud de esto con la posibilidad de proponer ideas al futuro que permitan salir de esta situación”.

“Están cerrando muchas pymes, que es sector productivo que mayor empleo generan en el país, y vemos cómo día a día cierran comercios, obviamente los trabajadores en el marco del debate por el salario de la situación de las tarifas tienen un cuadro muy preocupante, por eso la marcha que se está dando en todo el país es un reclamo razonable por el contexto económico social”.

“Es una situación que hay que atravesar”

En tanto, para la concejala Renata Ghilotti, del bloque Cambiemos, la manifestación que articula a los distintos sectores es legítima pero parte de un proceso que “hay que atravesar”.

“Claramente hay un problema que no se puede negar, que es económico, estamos atravesando un momento de mucha dificultad y por supuesto legítimamente cada uno de los sectores sale y reclama”, admitió y dijo además que el presidente Mauricio Macri está atento y que todos los dirigentes de esa fuerza política lo saben: “Es una situación muy difícil pero que tenemos que atravesar para poder ir a un renacimiento de una Argentina mucho mejor, donde empecemos a solucionar esta deuda histórica que tiene este país que es la pobreza y la crisis alimentaria que hablábamos en el recinto, es un desafío de la democracia de estos tiempos”.

Transporte: privilegios para Vidal y Larreta, el resto se jode

En medio de las penurias y discusiones por el aumento del boleto en el transporte público rosarino, hubo una noticia que pasmó a propios y extraños en el tema. La Casa Rosada absorberá los 100 millones de pesos mensuales de aumento del sistema por el alza del combustible y así evitar el aumento del boleto en los dominios de la gobernadora María Eugenia Vidal y del jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Rápido de reflejos, el Ejecutivo local salió a la cancha. Lo hizo a través de un pedido de informes que presentó la concejala Verónica Irízar. “El gobierno nacional tiene un gran desconocimiento de la realidad, ignora el interior del país, y Rosario es el mejor ejemplo, durante los 12 años de kirchnerismo los fondos del transporte se repartieron de manera inequitativa entre Buenos Aires y el interior, y Cambiemos lejos de mejorar la situación, profundiza la discriminación”, señaló.

Además, sostuvo que  “la distribución de subsidios que está llevando adelante el Ministerio de Transporte de la Nación con el objetivo de no trasladar a la tarifa en CABA y la provincia de Buenos Aires deja de manifiesto el centralismo con el que se manejan desde Casa Rosada, solo tienen la mirada puesta en los porteños, el resto parece que somos ciudadanos de segunda”.

“Estoy sorprendida y preocupada, desde la ciudad venimos peleando por los subsidios, por la implementación de los beneficios de la SUBE para las personas de menos recursos desde hace varios años, y lo cierto es que ni con este gobierno nacional ni con el anterior tuvimos respuesta”, igualó.

Desde el comienzo de Cambiemos, se implementa una reducción de los subsidios al transporte público. A Rosario le quitaron más del 70 por ciento de esos fondos.

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