Una enfermera que trabajó en un centro de detención para mujeres inmigrantes en EEUU denunció esterilizaciones masivas sin consentimiento. Y develó que no se tomaron medidas para proteger a las internas del coronavirus.

La enfermera Dawn Wooten, que trabajó en una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas en Georgia (EEUU), se decidió a hablar. En el marco de una conferencia de prensa que brindó el martes 12 de septiembre en Atlanta, denunció que en el Centro de Detención (una cárcel para inmigrantes) del Condado de Irwin, en Ocilla, Georgia, se realizaron esterilizaciones masivas de mujeres sin su consentimiento ni conocimiento. Además, señaló que las autoridades negaron pruebas de Covid-19 a las mujeres detenidas, y destruyeron registros de una denuncia anterior presentada al Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) de EEUU.

El sitio de noticias estadounidenses CNN da cuenta de la denuncia en una nota firmada por Priscilla Álvarez, publicada el 16 de septiembre, y titulada: “Denunciante alega alta tasa de histerectomías y negligencia médica en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EEUU” (“Whistleblower alleges high rate of hysterectomies and medical neglect at ICE facility”). 

Wooten, declaró que, si bien algunas mujeres pueden haber requerido una histerectomía, “el útero de todas las personas no puede estar tan mal”.

La denuncia de la trabajadora recibió el aval y el apoyo de varias organizaciones de defensa de inmigrantes: Georgia Detention Watch, Georgia Latino Alliance for Human Rights y South Georgia Immigrant Support Network, entre otras.

Según informó CNN, las revelaciones de Wooten, que también incluyen una serie de preocupaciones sobre el manejo del coronavirus en las instalaciones, recibió inmediatamente respuestas de los legisladores demócratas. “Las acusaciones presentadas por la denunciante apuntan a un patrón alarmante de condiciones inseguras y una falta de supervisión en las instalaciones del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, que son de gestión privada”, dijo a través de un comunicado el diputado de Mississippi Bennie Thompson, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, y agregó que las acusaciones de que se realizan histerectomías a mujeres sin su consentimiento son “increíblemente preocupantes”.

El comité parlamentario que encabeza Thompson está investigando las condiciones en las instalaciones del contratista del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata de California, instó al inspector general del DSN a investigar las acusaciones de Wooten.

“Todo el mundo que ve tiene una histerectomía, casi todo el mundo. Incluso le ha quitado el ovario equivocado a una joven mujer inmigrante detenida. Se suponía que debía extirparse el ovario izquierdo, porque tenía un quiste en el ovario izquierdo; él tomó sacar el derecho. Estaba molesta. Tuvo que volver para sacar el izquierdo y terminó con una histerectomía total”, explica Wooten en la denuncia.

“Ella todavía quería tener hijos, así que tiene que volver a casa ahora y decirle a su esposo que no puede tener hijos. Contó que no estaba del todo dormida bajo anestesia y lo escuchó (al médico) decirle a la enfermera que él tomó el ovario equivocado”, continuó.

La denuncia no revela el nombre del ginecólogo o la cantidad de mujeres presuntamente obligadas a someterse al procedimiento, ni cuándo ocurrió, señala la nota de CNN, al tiempo que aclara que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas se negó a hacer comentarios a ese medio sobre las denuncias presentadas al Inspector General.

Un alto funcionario médico de esa agencia estatal emitió un comunicado en el que rechazó “con vehemencia” las afirmaciones de la denunciante, diciendo que sólo dos mujeres han sido remitidas para histerectomías desde 2018.

“El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas toma todas las acusaciones en serio y difiere con relación a la postura de la Oficina del Inspector General con respecto a cualquier investigación y/o resultados potenciales. Dicho esto, en general, las acusaciones anónimas, no comprobadas, hechas sin ningún dato específico que se pueda verificar, deben ser tratadas con el escepticismo apropiado que merecen”, dijo el funcionario de esa agencia estatal.

El Centro de Detención del Condado de Irwin está obligado a seguir normas que establecen que “las detenidas deben recibir atención médica ginecológica y obstétrica de rutina, apropiada para su edad, de conformidad con las normas reconocidas para los servicios de salud de la mujer”, señala la nota de CNN.

Este instituto de detención, como otros tantos en EEUU, es de gestión privada. En este caso, LaSalle Corrections opera la instalación. Esta empresa también se negó a responder las preguntas de CNN.

Durante la conferencia brindada por Wooten, la abogada de la agrupación que se ocupa de los derechos de los inmigrantes Project South (Proyecto Sur), Priyanka Bhatt, agregó que a lo largo de los años “nuestra organización escuchó de varias mujeres que se han hecho una histerectomía o que han hablado con otros inmigrantes que se han hecho una histerectomía”.

Una inmigrante detenida le dijo a Proyecto Sur que había hablado con cinco mujeres diferentes en el centro de detención del condado de Irwin entre octubre y diciembre de 2019 que se sometieron a una histerectomía.

“Cuando conocí a todas estas mujeres que habían tenido cirugías, pensé que esto era como un campo de concentración experimental. Era como si estuvieran experimentando con nuestros cuerpos”, dijo la inmigrante, cuyo nombre no fue revelado por la organización.

Asimismo, la cofundadora y copresidenta de la asociación humanitaria Red de apoyo de los inmigrantes de Georgia del Sur (South Georgia Immigrant Support Network), Leeann Culbreath, recordó conversaciones con un puñado de mujeres detenidas en los últimos años que compartían preocupaciones sobre la atención ginecológica.

“Con alarmante frecuencia escuchamos sobre mujeres que se han sometido a procedimientos ginecológicos”, dijo Culbreath. “A veces no se les dio la oportunidad de dar su consentimiento”. Las anécdotas de la denuncia del denunciante confirmaron las preocupaciones de Culbreath. “Eso reafirmó mis peores temores sobre lo que podría estar pasando aquí”, le dijo a CNN.

Wooten describió además cómo habló con mujeres detenidas que no entendían completamente por qué se sometieron al procedimiento médico. “Estas mujeres inmigrantes, no creo que realmente entiendan totalmente que esto es lo que va a pasar dependiendo de quién se lo explique”, dijo Wooten.

La denuncia también alega que la instalación no tomó las precauciones necesarias para evitar la propagación de Covid-19, lo que finalmente motivó a Wooten a presentarse.

Las acusaciones planteadas por Wooten son similares a las que surgen en todo el país de inmigrantes detenidos en las instalaciones de Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, según documentos judiciales, abogados y otros denunciantes. Incluyen el tratamiento de los síntomas de Covid-19 con medicamentos para el resfriado de venta libre, la falta de distanciamiento social y los traslados de los detenidos a pesar del mayor riesgo de propagación del virus.

Wooten aseguró que había “suplicado al director David Paulk en marzo cuando la instalación tuvo su primer caso de Covid-19 para detener todas las transferencias de personas dentro y fuera de la instalación, pero el director no escuchó”.

Según las estadísticas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, hubo un total de 43 casos confirmados de Covid-19 en el centro de detención del condado de Irwin. Ha habido más de 5.799 casos en todo el país en los centros de detención que dependen de esa agencia estatal.

Según el sitio de noticias de EEUU Fairfield Citizen, la denuncia de 27 páginas presentada por Proyecto Sur cita extensamente a detenidos no identificados e incluye comentarios detallados de Wooten. El informe revela que Wooten fue degradada después de faltar al trabajo con síntomas de coronavirus, lo que ella cree que fue una represalia por plantear preguntas sobre Covid-19. “Sé que me degradaron por plantear preguntas sobre por qué”, dijo Wooten durante la conferencia de prensa. “Me dijeron que no les dijera a los oficiales que había detenidos con los que trataban día tras día que eran positivos”.

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