La organización tripartita integrada por el gobierno provincial, la Municipalidad y el Centro Cultural Parque de España finalmente anunció que el Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR) tendrá su edición 28°, en formato virtual, entre el 17 y el 22 de noviembre de este año. Si bien en un momento se encendieron las alarmas ante la sospecha de una posible suspensión, las autoridades salieron a despejar dudas: nunca estuvo en peligro la realización del festival que tuvo su primera edición en 1993, pero advirtieron que, en medio de la peor crisis sanitaria que afecta a toda la administración pública, se demoró su puesta en marcha. Aunque todavía no se oficializó la programación completa, las organizadoras anticiparon en diálogo con El eslabón que para esta edición hay una apuesta a la pluralidad estética con la intención de que la poesía no sea cosa de unos pocos, sino que llegue a toda la ciudadanía.
“Siempre pensamos en hacerlo, lo demoramos un poco pensando que iba a ser presencial y cuando vimos que eso no era posible, acordamos hacerlo de manera virtual”, expresó la secretaria de Cultura de la Municipalidad, Carina Cabo.
“Toda la administración pública se ve afectada de una manera muy contundente a raíz de la pandemia. Había que hacer las gestiones pertinentes y por eso se demoró, pero nunca se pensó en suspenderlo”, aclaró por su parte la directora de Programas Socioculturales del Ministerio de Cultura de la provincia, Carla Saccani.
Al igual que sus pares organizadoras, la directora del Centro Cultural Parque de España (CCPE), Fernanda González Cortiñas, aseguró que, a pesar de la coyuntura, era muy importante “sostener este encuentro que, con sus particularidades, después de casi tres décadas, sin duda es parte de la historia cultural de la ciudad”.
Las explicaciones llegaron después de algunas semanas de incertidumbre. En septiembre pasado (mes en el que tradicionalmente se lleva a cabo el festival) explotaron los rumores de suspensión y empezó a circular un petitorio mediante el cual un centenar de actores y actoras del campo cultural rosarino exigieron a las autoridades provinciales y municipales (nuevas y de distinto signo político) la continuidad del Festival Internacional de Poesía Rosario, al que consideraron un hito de la cultura local y regional de amplio reconocimiento mundial. Un poco a contrarreloj y con limitaciones presupuestarias dada la emergencia sanitaria, la organización del festival está en marcha y con serias pretensiones de contagiarnos de poesía más que la peste que nos asola.
Virtual y más internacional que nunca
La secretaria municipal, Carina Cabo, anticipó que en esta edición se realizarán mesas de lectura, charlas, conversatorios, trasnoches, ferias de editoriales, clínicas y talleres. También habrá acciones destinadas a las infancias, un espacio dedicado al tema de Poesía y Diversidad, y otro al encuentro con las lenguas indígenas.
En tanto, el espacio de residencias, a cargo del poeta y docente Cristian Molina, este año contará con el aval de la Universidad Nacional de Rosario y de la Escuela de Letras, “lo cual le da una impronta muy superadora”, opinó Saccani.
La curaduría de la programación, que todavía no fue presentada oficialmente, está a cargo de tres poetas de la ciudad: Tomás Boasso, en representación del municipio; Rocío Muñoz Vergara, por la Provincia, y Carolina Musa por el CCPE.
La principal singularidad de esta edición del FIPR, a esta altura, es una obviedad: su modalidad. Ante esta situación extraordinaria, Cabo insistió en que se puede “aprovechar la virtualidad en beneficio de la poesía, para hacerla más fuerte y más plural”. En tanto, para González Cortiñas las bondades de la coyuntura digital son una oportunidad para que “personas de todo el mundo y claro, de todos los barrios de Rosario y otras ciudades argentinas que antes seguramente no podían, ahora puedan participar activamente de esta fiesta de la ciudad que es el Festival de Poesía”.
Popular, diverso y para el disfrute de todos y todas
“En esta edición del FIPR se agregan algunos capítulos especiales que permitirán ampliar la mirada al incorporar nuevos actores, lo que nos ayuda a expandir los públicos, a tocar a más gente a través de la poesía”, explicó González Cortiñas, al frente del Parque de España que desde 2012 forma parte de la organización del Festival.
En este sentido, aseguró que “el FIPR es, o debe ser, un reflejo de una ciudad que crece y evoluciona, que amplía su mirada, que incluye, que innova y diversifica su oferta cultural”.
Representando la pata provincial, Sacanni señaló que “este año apostamos por un festival mucho más popular, que no sólo sea para consumo y disfrute de los y las poetas y su público específico, sino para toda la ciudadanía”.
Luego, la funcionaria provincial subrayó la importancia de “que se pueda expresar dentro de la organización del festival la voz de las distintas estéticas, y si hay una temática particular de esta edición tiene que ver con eso, con la multiplicidad estética”. Sobre esto, Saccani observó que “en los festivales anteriores había un direccionamiento estético hacia una poesía objetivista, realista, y este año la idea es que se convoque a poetas de distintas vertientes y que escriban poesías de las más diversas”.
Por último, la secretaria municipal sumó que “este es un festival que tiene su impronta y su prestigio en la ciudad, y lo vamos a seguir manteniendo en tanto y en cuanto rescate a la lectura como un valor fundamental, y como una política pública, donde las infancias estén incluidas. Queremos rescatar la poesía en un marco de lectura para llegar a todas y todos los ciudadanos”.
Fuente: El Eslabón
