Denuncian que avanzan obras de infraestuctura que atentan contra el Area Protegida del Parque Rafael de Aguiar, de San Nicolás. En el sector, hay un bosque único de toratay o rama amarilla que corre peligro de extinción. El municipio continúa con los trabajos en el lugar, desconociendo ordenanzas, leyes y órdenes legales recientes de suspenderlas.
“Me llamo Oscar Ramírez, hace muchas décadas que soy guardaparques voluntario en el área natural protegida Parque Rafael de Aguiar. A mis espaldas, hay en la primera fila de árboles en el horizonte, una máquina restroexcavadora destrozando el monte nativo y protegido de la provincia de Buenos Aires y de nuestra querida Nación”, dice el guardaparque en un video que filmó en el mismo Parque Aguiar, y difundió por las redes.
Ramírez alerta que esas obras han sido suspendidas el 5 de febrero (pasado) por el OPDS (Organismo Provincial de Desarrollo Sostenible) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Nación. Y describe: “En este sector hay un bosquecito que es único en la provincia de Buenos Aires que es el toratay o rama amarilla que es un patrimonio muy valioso para la provincia de Buenos Aires, mucho más para nosotros los nicoleños”.
“Desde el 3 de noviembre de 2020 -advierte el guardaparques- hay varias denuncias; y no ha habido manera de suspender estas obras. El municipio incumple las ordenanzas, incumple la ley nacional y las leyes provinciales en cuanto a esta área protegida. Pretenden hacer una costanera de 7 km dentro de un área protegida. Cumplo con informar a la comunidad porque los fiscales y jueces no están actuando”.
Oscar Ramírez lleva casi 47 años oficiando de guardaparques voluntario en el Parque Rafael de Aguiar de San Nicolás. En una nota reciente de Redacción Rosario, contaba que eligió la docencia como forma de cuidar, de militar por el ambiente, por eso amorosamente dice: “La reserva es mi patio, mi casa, mi pizarrón”.
Oscar creció en las islas frente a Ramallo, hasta que se mudó a San Nicolás. Vive a 50 metros de la reserva, en la zona norte, a unos 8 km del casco céntrico de la ciudad. onsidera que su labor de guardaparque y de maestro es integrada, una sola, tal como se vincula con el ambiente. Su casa siempre funcionó con un espacio de encuentro para encuentros a favor del ambiente y preparar recorridos didácticos para escuelas y visitantes.
Se formó para responder a las problemáticas ambientales y en 2010 fue becado por Parques Nacionales y Aves Argentinas para estudiar en la Escuela Argentina de Naturalistas (2010/2011). Esa formación le permitió organizar charlas, visitas guiadas y también vivir de esa tarea.
Una de los documentos que acerca Oscar Ramírez es el Plan de Manejo del Parque Rafael Aguiar (Fundación Óga. 2010), un documento que ofrece datos sobre el área protegida y orienta su cuidado. “El Parque Regional, Forestal y Botánico Rafael de Aguiar, nuestra área protegida, fue creado por ordenanza municipal en 1959. Sin dudas los objetivos de su creación respondían a la visión-noción que en ese entonces se tenía del uso de los recursos naturales. Desde ese momento y hasta el presente se han redactando ordenanzas y decretos municipales que modificaron objetivos, reglamentaron actividades, e incluso generaron una zonificación; también se realizaron obras de infraestructura e instalaron servicios. A pesar de esto, han sido múltiples los factores que determinaron que el estado actual del área no sea el mejor. Hay todavía desconocimiento por parte de la Comunidad en general, acerca de la existencia y características del área, y en particular de las funciones y valores de sus humedales”, se lee en el material.
Más sobre el toratay
- El toratay o rama amarilla. Foto: ArgentiNat
El toratay o rara amarilla (Lycium Vimineum) es “considerada como una de las plantas amenazadas en la provincia de Buenos Aires”. “Es un arbusto endémico de las islas y riberas del Paraná inferior, particularmente de los bosques de San Nicolás y Ramallo, aunque en este último distrito es mucho menor la cantidad de ejemplares así como la densidad de esas plantas en un mismo sitio”, describen desde la Agencia Andar.
También detallan que “el bosque de toratay de San Nicolás, que se calcula tiene alrededor de 300 ejemplares, más los que se encuentran dispersos en la reserva y el resto del distrito, es el último que sobrevive en la provincia” de Buenos Aires.
Campañas, denuncias y represión
El avasallamiento y destrucción del área protegida del Parque Aguiar fue denunciado con diferentes acciones, desde reunir firmas hasta presentaciones legales. La más visible de las últimas realizadas fue la que iniciaron, a fines de 2020, ambientalistas que participan de la Comunidad Nicoleña por el Ambiente (CoNA) cuando decidieron acampar en la zona de manera permanente.
Las acciones fueron para denunciar públicamente el proyecto de la Municipalidad de San Nicolás -el intendente es Manuel Pasaglia (Juntos por el Cambio)- para ampliar un camino que atraviesa la reserva natural. Reserva que abarca en total unas 1.500 hectáreas y se extiende sobre la ribera del arroyo Yaguarón (brazo del Paraná).
El 26 enero pasado, las y los ambientalistas que acampaban en el lugar, fueron brutalmente reprimidos y desalojados por la policía local y bonaerense.
Las obras muncipales avanzaron sobre especies de la flora autóctona, además de arrojar escombros en una de las lagunas naturales del lugar. Las denuncias sostenidas de las organizaciones ambientales ante la Justicia lograron la suspensión de las obras el 5 de febrero pasado. Sin embargo, nuevamente el municipio desconoce estas decisiones y avanza contra la reserva y la riqueza de la flora y fauna ambiental.
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