“Lo que viene no son situaciones fáciles pero lo más importante es que recuperamos la iniciativa y la expectativa”, evaluó el diputado nacional Roberto Mirabella, tras la asunción del súper ministro.
Termina una semana fuerte, que fue al mismo tiempo crispada o cargada de esperanzas como una nube henchida de lluvia esperada casi con desesperación para salvar la sequía. Las postales más fuertes pasaron por la Legislatura y la Casa Rosada. La resultante se interpretó como un cambio, una redefinición del rumbo que podría rodar al precipicio. Por eso se festejó, por la oportunidad de detener la caída libre. Pero para que quede claro, el diputado nacional justicialista por Santa Fe, Roberto Mirabella, advirtió que la oportunidad que se abre no será lecho de rosas, pero es la mejor de las formas de salir de la crisis, como de los laberintos, por arriba.
“Fueron varios días agitados y vamos a seguir quizás con una situación compleja porque la coyuntura que estamos atravesando no es algo que va a durar dos días, porque no hay salidas milagrosas ni se puede hacer magia. Me parece que quizás tengamos el próximo semestre varias cuestiones que resolver en distintos frentes”, explicó en su charla con El Eslabón. Y dijo que lo primero que rescata es que se volvió a visibilizar un liderazgo, un plan, una hoja de ruta; y “esto genera expectativas positivas, me parece que es lo principal a rescatar”.
“Sergio Massa es una persona experimentada, formada y con mucha agenda de relaciones tanto a nivel nacional como internacional, y además ha formado un equipo porque esto no se resuelve con salvadores”, consideró. E insistió en la importancia de retomar el liderazgo y la iniciativa. No devaluar, aumentar reservas y contención social fueron los andariveles marcados por el flamante ministro de Economía frente a un auditorio heterogéneo que parece haber respondido al convite por la capacidad articuladora de quien ocupó la presidencia de la Cámara de Diputados, donde según sus palabras, aprendió dos actitudes claves para la gestión en democracia: escuchar y consensuar. En esas canastas están puestos ahora todos los huevos.
“Creo que (en su asunción) dio varias señales, por un lado rever el tema de la disciplina fiscal, el Estado está en una situación donde el Banco Central venía financiando al Tesoro Nacional, y sobre esto Massa puso metas y cómo financiarlo. También habló del superávit comercial, es decir que tengamos más exportaciones que importaciones, de hecho el primer semestre del 2022 hubo un nivel de exportaciones récord de 45 mil millones de dólares pero por la suba de los precios internacionales hubo un nivel de importación elevado, como se visibilizó en el tema energético con más de 8.500 millones de dólares”, señaló Mirabella.
Además, dijo que las nuevas medidas incluyen incentivar a distintos sectores como agro, petróleo, minería y economía del conocimiento, para generar mayores divisas y recomponer las reservas, pero también “habló de recomponer el mercado interno y de desarrollo con inclusión, es decir tener en cuenta la gran cantidad de gente que está pasando por una situación vulnerable y necesita contención del Estado; y de que habrá una ayuda para jubilados y pensionados”. Y añadió que incluso se dirigió al Congreso por las leyes pendientes y planteó la necesidad de tener un mayor control y eficiencia del Estado cuando dijo que había 722 empresas que, o sobrefacturaron importaciones o subfacturaron exportaciones, por lo que hay más de 13 mil operaciones que se están investigando.
Por todo esto, para Mirabella, la nueva gestión en Economía “marcó una hoja de ruta sobre cuál será el rol, tiene muchos frentes abiertos en el corto plazo que son importantes y urgentes, y por supuesto está el tema de la inflación que es lo que más perjudica el poder adquisitivo de los asalariados”. Al respecto dijo que la inflación no termina de un día para el otro, por lo que habrá que controlar el índice de precios y tratar de que vaya mermando porque es lo que más licúa el poder adquisitivo, como la inflación de julio que sería récord con el 8 por ciento con una anualizada que se proyecta en el 76 por ciento. “índices que no se veían desde hace treinta años; pocas veces se vio que una persona con empleo registrado tenga tan deteriorado su poder adquisitivo”.
Señal política
Según Mirabella, un dato para no dejar pasar por alto fueron las señales políticas que hubo en la presentación. “Estaban presentes muchos empresarios que hacía mucho tiempo que no iban a la Casa Rosada y estaban las tres centrales obreras del país y todos los dirigentes sindicales, esto parece una señal importante, que ambos sectores estén en este momento escuchando la convocatoria al diálogo”, relató. E hizo un apunte sobre las palabras de despedida de Massa en la Cámara de Diputados: “Dijo que vio la necesidad de ser tolerante y de que también se puede aprender de quienes piensan distinto, porque alguien puede saber más en algún tema”.
“Me parece que el nuevo ministro tiene una vocación de diálogo y de concertar determinadas políticas con distintos sectores para atacar la inflación; y en esto es clave acordar precios y salarios en una misma mesa”, enfatizó. ¿Por qué no pudieron con esto Marín Guzmán y Silvina Batakis? “La diferencia está en que Massa viene de una trayectoria política y está en la edad más madura de su vida política, con mucha experiencia, porque transitó distintos lugares de la función pública y tiene un nivel de conocimiento y relaciones que quizás sus predecesores no tenían, y que permiten entender cómo funciona el poder y la política en Argentina”, respondió Mirabella.
“Estamos en un momento en que todos los sectores sociales, políticos, empresariales, laborales, sabemos que es muy complejo, difícil y bastante límite; y que el grueso o la mayoría, queremos salir de esta situación porque a nadie le conviene que esto termine mal, a nadie le sirve eso. Estamos en el medio del río tratando de no ahogarnos, entonces lo estratégico es llegar a la orilla”, graficó.
En ese escenario, durante la sesión de Diputados en la que renunciaba a su cargo, el radical Rodrigo de Loredo, diputado por Córdoba, le pidió a Massa que renunciara a una futura candidatura, levantando una expresión de asombro por algo que jamás se había escuchado en la historia de la política argentina. “De Loredo está anticipando que a Massa le va a ir bien, por eso le está pidiendo que no sea candidato”, festejó con risas Mirabella. Y aludió al nivel “tan chato de la política argentina que a veces pasan estas cosas”.
“Tal vez una parte de la oposición esté pensando que si a Massa le va mal, a ellos les puede ir bien, pero otra parte no piensa así; nadie puede pensar que si al ministro le va mal a uno le va a ir bien. Hay una parte de la oposición que está pensando distinto, yo converso con dirigentes de la oposición de distintos lugares de la Argentina y muchos no están ni pensando ni queriendo que le vaya mal a Massa ni a lo que queda por venir, que no son situaciones fáciles”, argumentó.
Además, volvió a llamar la atención sobre la complejidad de la coyuntura que se debe superar en lo inmediato y mediato, “como recomponer las reservas argentinas, la situación productiva de muchos sectores que dependen de insumos importados que hoy están cortados. Por lo tanto no es una situación sencilla la que vamos a atravesar en los próximos días y semanas”, reiteró.
Invencible pero también eficiente
“La provincia de Santa Fe es la más eficiente en la balanza comercial, exporta mucho más de lo que importa, teniendo un superávit de más de 12 mil millones de dólares. Además, lideramos varias cadenas productivas como carne, leche, productos lácteos, maquinaria agrícola, aceite de soja, biotecnología; producimos autos, colectivos de media y larga distancia, muebles y autopartes”, enumeró sobre el perfil económico de la tierra del Brigadier Estanislao López.
“Hay una capacidad productiva fenomenal, tenemos el complejo oleaginoso más grande del mundo en Rosario y el Gran Rosario, que sólo en retenciones el año pasado aportó más de 6.700 millones de dólares”, enfatizó. Pero al lado de este perfil virtuoso hay un incesante reclamo por los desniveles en la distribución de subsidios, por ejemplo en las asimetrías en el transporte público, que cuesta 70 pesos en Rosario y 25 en la Capital; o como las tarifas de luz, gas y gasoil, que cuestan menos en Buenos Aires que en el resto de la Argentina, enumeró Mirabella, dirigente oriundo de Rafaela y referente del espacio que lidera el gobernador Omar Perotti. “Esto es por lo que siempre peleamos y siempre defendemos a la provincia, a sus trabajadores, empresarios, a sus economías; y me parece que lo que reclamamos es lo que creemos que nos corresponde y vamos a seguir con esa defensa”, aseguró.
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