Juntos por el Cambio y los restos del Frente Progresista avanzan en un acuerdo electoral. Por ahora buscan una foto. Complejidades de una política que “ya no tiene los límites ideológicos conocidos”.

Buena parte de las fuerzas políticas antiperonistas de la provincia de Santa Fe trabajan para –sino conformar– al menos tener antes de fin de enero una foto de los principales referentes de lo que llaman el “frente de frentes”, un agrupamiento que reúna para las elecciones locales de este año a los partidos que integran Juntos por el Cambio (JxC) y lo que fue el Frente Progresista. La tarea no es sencilla, por la diversidad de posicionamientos y miradas. Para intentarlo, una estrategia consiste en “provincializar” la elección con el fin de despegarla de la presidencial, que se realizará unos meses después pero con cuya campaña convivirá. El mismo objetivo tiene el gobernador Omar Perotti con su “Hacemos Santa Fe”, réplica de la exitosa movida cordobesa de Juan Schiaretti, que ahora se lió con el salteño Juan Urtubey en procura de la ansiada “tercera posición” por fuera de “la grieta”, algo que el Partido Socialista ya intentó en 2019 con la fórmula Lavagna-Urtubey bajo el sello “Consenso Federal”, de escasa fortuna. Así, se delinea un escenario que ofrece un corrimiento hacia la derecha como salida al gobierno del Frente de Todos (FdT).

Coaligar

Los principales referentes y negociadores de Juntos por el Cambio –que incluye al radicalismo santafesino– y del Frente Progresista buscan construir una foto del “frente de frentes” antes de que termine enero.

La UCR, que hasta hace poco se desdobló en progresista en Santa Fe y neoliberal a nivel nacional, opera como articuladora de los bordes más ásperos y distantes del nuevo armado, el PRO y el PS, cuyas bases aún se miran con recelo.

El antecedente a la fotografía buscada para enero es el encuentro que mantuvieron antes de fin de año figuras del PRO, la UCR, el socialismo, Creo (el partido de Pablo Javkin), la Coalición Cívica (Elisa Carrió) y el Partido Demócrata Progresista (PDP) en la ciudad de Santa Fe.

En el ensamble de variopintos microemprendimientos que conforman las alianzas electorales, aquél encuentro provocó enojos en socios menores de JxC, que consideraron inconsulta la política de coaliciones.

Como se dijo, no es fácil mezclar todos esos ingredientes en una misma masa guiada por lo “anti”, pero parece que las combinaciones se van coaligando, al menos por arriba, en las cúpulas partidarias.

El entusiasmo y la voluntad de algunos sectores de la UCR, con una pata en cada lado, parece ir haciendo posible la coalición anti-K santafesina.

En una entrevista con el diario El Litoral, que dio esta semana, la referente y diputada provincial del PS, Clara García, explicó la pirueta que su partido está por dar al señalar que “la política ya no tiene los límites ideológicos conocidos” y agregó, para los puristas de los bordes, que “los contornos de izquierdas y derechas, de progresistas y conservadores, no se da ya tanto entre las marcas partidarias sino en el plano de las convicciones de militantes y de líderes que ejercen la conducción”.

“Más que en el sello partidario vamos a ir a buscar en la fuerza y la pasión los ideales progresistas”, dijo García

“La antipolítica y la violencia”

En la misma nota, García se refirió a la complejidad de reunir en una misma coalición electoral el abanico antiperonista, y apuntó que la salida puede ser la provincialización de las elecciones, de modo de evitar definiciones nacionales, en el caso del PS.

“Como toda discusión compleja requiere que quienes se sienten a la mesa tengan primero mucha inteligencia para no detenerse en lo menor, para llegar al punto nodal del acuerdo”, dijo la diputada.

Además, advirtió que de no coaligarse con el PRO, se daría paso a la antipolítica y a la violencia “que por aquí todavía es solamente simbólica”, ignorando la pistola disparada dos veces a centímetros de la cara de la vicepresidenta Cristina Fernández.

“También –dijo García sobre el acuerdo– mucha generosidad y tener una mirada más amplia para observar cuáles son los riesgos mayores: afuera de los acuerdos entre distintos partidos políticos está la antipolítica y la violencia, que por aquí es todavía solamente simbólica pero en países vecinos ya es física y está en las calles”.

La legisladora del PS sostuvo que para acordar el frente de frentes “tenemos que tener amplitud en la mirada y libertad de decisión para que en la provincia haya una conformación muy santafesina y en otras provincias otras construcciones distintas”.

Recordó el doble juego radical que mientras en la provincia tributaba al Frente Progresista “en los últimos años al mismo tiempo estaba a nivel nacional en Cambiemos”.

También le restó importancia a la fuerza creada por Mauricio Macri en su versión santafesina: “No es un partido que tenga una incidencia que pueda implicar un problema en Santa Fe; veo además en sus dirigentes el interés en formar una coalición”.

“La clave es tener una mirada santafesina por sobre las obediencias partidarias, para cuidar los intereses de la provincia”, abundó García, aunque podría haber sido Perotti el autor de la frase.

De frente

Si en JxC los avances acuerdistas provocaron algún pequeño sarpullido en fuerzas políticas de menor gravitación electoral, en el Frente Progresista generaron, directamente, la salida de varios de los agrupamientos –de menor relevancia– que lo conformaron desde casi sus inicios.

En septiembre pasado Alicia Gutiérrez, del Partido Solidaridad e Igualdad (SI), renunció a su cargo de la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario.

Poco más de un mes después, en una entrevista con el suplemento Rosario/12, recordó la participación de la fuerza a la que pertenece en el Frente Progresista.

“Lo que pasa es que son acuerdos electorales, el Frente Progresista no existe por fuera de eso. Pero hoy ya algunos de sus ex integrantes están con Cambiemos y nosotros de ninguna manera vamos a estar. Si combatimos las políticas neoliberales de los 90, no vamos a participar de nada en lo cual esté involucrado Cambiemos”, dijo entonces.

Unos días antes de la última Navidad, la militante de Libres del Sur, Sofía Botto, también dejó su cargo en la gestión orientada por el creísta Pablo Javkin.

Al renunciar a sus funciones en la Dirección de Mujeres e Igualdad municipal, Libres del Sur sostuvo que “tomamos esta decisión considerando que hemos comenzado a hacer caminos distintos hacia la construcción de proyectos políticos que puedan representar una opción para la ciudadanía de nuestra provincia de Santa Fe, como ha sido reflejado en diversas acciones públicas”.

“Tenemos la convicción de que desde el campo popular y progresista debemos construir una alternativa política por fuera de la grieta que tanto daño le hace a nuestro Pueblo. Siendo que nuestra participación en la gestión ha tenido un anclaje político, nos parece lo más sincero dejar de ejercer la función en este momento”, agregó el comunicado, en clara referencia a la decisión de Javkin y de parte del Frente Progresista de probar a qué sabe el PRO.

Esta semana, el referente del Movimiento Federal Belgrano (MFB), Juan Carlos Rodríguez (ex dirigente de la Federación de Tierra y Vivienda) sostuvo que “es lamentable que el Frente Progresista termine entregado a los que quieren meter presos a los trapitos y garantizar impunidad a los grandes ladrones de guante blanco”.

Foto: Manuel Costa

Recordó que “nosotros, desde nuestra raíz barrial y nacional y popular, integramos el Frente Progresista porque era un espacio donde se priorizaba a los que menos tienen, donde se trabajaba por la inclusión y la justicia social, donde se discutía la necesidad de una transversalidad como la que impulsaba Néstor Kirchner y compartíamos muchos y muchas referentes”.

Rodríguez también trajo a la memoria que entonces “compartíamos reclamos y movilizaciones contra el neoliberalismo con dirigentes como el intendente Pablo Javkin, o la diputada Mónica Fein”. Claro que no es lo mismo el neoliberalismo menemista de los 90 que el macrista de este siglo.

“A ellos les pedimos que revisen esto de terminar lavándole un poquito la cara a quienes quieren todo lo contrario y alimentan golpismos, persecuciones y cárcel para quienes se les oponen”, sostuvo Rodríguez.

Una parte de la dispersión provocada por la tentativa de derechización del FP se reunió bajo el paraguas del flamante Punto de Partida, una coalición de centroizquierda presentada en noviembre pasado.

En esos pedazos rotos del FP confluyen el SI de Gutiérrez; Libres del Sur; la agrupación Bases del PS (Eduardo Di Pollina y Claudia Balagué); Igualdad (Rubén Giustiniani); Pares (Verónica Benas); y el alfonsinismo auténtico de Fabián Palo Oliver con las agrupaciones que forman el Frente Social y Popular, una de cuyas figuras reconocidas es el diputado provincial Carlos Del Frade.

Disputas

Antes de la potencial fotografía que forje los cimientos visuales de la constitución del “frente de frentes”, asomaron las disputas al interior de lo que aún no se terminó de conformar.

Esta semana, el diputado nacional de JxC y vicepresidente nacional del PRO, Federico Angelini, apuntó a la gestión de Javkin en Rosario, en el marco de un despotrique generalizado.

Angelini se mostró remiso, durante varios meses, a un acuerdo con el PS, a cuya gestión provincial del FP apostrofó sin matices durante mucho tiempo. El legislador quiere que el entramado provincial contribuya al nacional de JxC.

“Bloquean el puerto 40 días, atentan contra sedes gremiales y extorsionan comercios, pero el gobierno nacional, el provincial y la Municipalidad duermen la siesta”, señaló el diputado. 

Sostuvo que la ciudad “está en manos de nadie” e “inundada de desorden y descontrol”. 

“Ninguna de las autoridades de los tres niveles del Estado se hace cargo de los problemas. Viven en su realidad paralela mientras la mafia y la delincuencia bloquean durante 40 días el puerto de la ciudad, atentan contra dos sedes gremiales y continúan extorsionando a los comercios”, abundó.

Una posible alternativa, aún no definida, es que Angelini sea precandidato a intendente de Rosario en las Paso del frente anti-K.

Diplomático, el alcalde local –que también pivotea entre la idea de pelear por la Casa Gris o buscar retener el municipio rosarino- le respondió.

“A Rosario la joden los narcos, las mafias, los poderes que no nos dan los que nos merecemos”, dijo Javkin a través de su cuenta de Twitter.

“¿Qué hacer? Unirnos los que trabajamos para que las cosas cambien de verdad. Y dejar de lado a los cómodos que ayudan a los que quieran que todo siga igual”, apuntó.

Antes, Angelini lo había curtido a Javkin por la explicación que dio acerca del olvido de la figura del futbolista Ángel Correa en el ploteo de un colectivo urbano con el “homenaje a los campeones” del Mundial de Fútbol, que solo incluyó a Leonel Messi y Ángel Di María. El municipio, pre photoshop, dijo que no había fotografía de los tres juntos. El diputado nacional reaccionó en Twitter con el ícono de un hombre que se golpea la frente.

Los matrimonios tradicionales no son fáciles, pero las familias ensambladas también tienen lo suyo. Y eso que esto recién empieza.

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