Desde que el empresario Elon Musk tomó control de Twitter en octubre de 2022, creció la popularidad de cuentas difusoras de desinformación y disminuyó la interacción de las que ofrecen información veraz.
Los dueños del mundo necesitan dominar las mentes de las mayorías para seguir acumulando. Y tanto las grandes redes sociales corporativas como los grandes medios hegemónicos están en manos de los más ricos del planeta. La voz de los pueblos, de los trabajadores y las trabajadoras y, más precisamente, del 99 por ciento de la población que no pertenece a la súper élite de multimillonarios, va a tener que luchar cada vez más por el derecho a una información confiable y que no esté (en forma encubierta y en nombre de la democracia) al servicio de sus propios verdugos.
La adquisición de Twitter significa un avance más agresivo de lo privado frente a lo público, y un ataque frontal al pensamiento complejo, a los consensos cognitivos en que se basa una comunidad, al diálogo entre personas y a una verdadera comunicación. Los magnates quieren incidir cada vez más en la batalla cultural.
Un estudio de la organización de chequeo de datos Science Feedback demostró con una abrumadora cantidad de datos, cifras y estadísticas (basadas en un análisis profundo de las redes sociales) que desde que el empresario Elon Musk tomó control de Twitter, el 27 de octubre de 2022, creció la popularidad de cuentas difusoras de desinformación y disminuyó la interacción de las cuentas que difunden información veraz.
Science Feedback es una publicación de una organización sin fines de lucro que verifica la credibilidad de afirmaciones influyentes y la cobertura mediática de temas científicos, un campo particularmente propenso a malentendidos y desinformación, como el cambio climático y la salud.
“Nuestra primera misión es ayudar a crear una Internet donde los usuarios tengan acceso a información científicamente sólida y confiable. También brindamos retroalimentación a editores y periodistas sobre la credibilidad de la información publicada por sus medios”, señala la página oficial, que agrega que parten de la creencia de que es un deber cívico informar mejor a los ciudadanos.
Se analizaron los tuits enviados entre el 1° de septiembre y el 31 de diciembre de 2022, para de esta manera poder establecer una comparación entre mensajes enviados antes y después de la compra de Twitter por parte de Musk.
Las cuentas con noticias falsas analizadas tuvieron en promedio 42 por ciento más de interacciones. En cambio, los mensajes de medios confiables sufrieron un descenso del 6 por ciento en sus interacciones. La investigación revela, además, la responsabilidad de Musk a la hora de promover la manipulación y las mentiras: cuatro de las cinco cuentas que más crecieron en sus interacciones recibieron respuestas de la cuenta personal del magnate dueño de la empresa.
“Lo más probable es que estos tuits se hicieran virales por la decisión de Musk de responder y llamar la atención de sus 128 millones de seguidores, lo que apunta a una responsabilidad directa del nuevo dueño de Twitter en el crecimiento de la popularidad de los superpropagadores de desinformación”, indicó la investigación.
Los discursos de odio y las calumnias aumentaron, al igual que la información errónea sobre el cambio climático. A la vez, crecieron los contenidos que provienen de sitios de baja credibilidad.
“Las plataformas de redes sociales muestran fuertes efectos de «el ganador se lo lleva todo», en los que un puñado de usuarios representa una proporción desproporcionadamente grande de las vistas de contenido. Por lo tanto, se puede suponer que estudiar lo que sucede con los superpropagadores de información errónea es una buena aproximación de lo que sucede con la información errónea en general en la plataforma”, señala el estudio que lleva la firma de Bastien Carniel, líder de políticas y datos en Science Feedback.
“Una hipótesis que teníamos era si una de las primeras decisiones de Elon Musk fue modificar el algoritmo de recomendación para dar más voz a los superpropagadores o eliminar algún tipo de estado de «alcance reducido» para estas cuentas, lo que equivaldría a lo mismo”, señaló Carniel en declaraciones reproducidas por el sitio mexicano Verificado.
El estudio revela que algunas de las nuevas iniciativas de Twitter tienen el potencial de impulsar la difusión de desinformación, señala Verificado. Por ejemplo, Twitter enmarca el lanzamiento mundial de “Community Notes” (“Notas de la comunidad”, conocido previamente como “Bird Watch”, que significa “Observación del pájaro”). A través de esa aplicación se pueden agregar notas contextuales a los tweets siempre que suficientes usuarios con diferentes puntos de vista estén de acuerdo en su relevancia. Para Musk, este mecanismo es un enfoque innovador impulsado por la comunidad para elevar la calidad de la información en la plataforma. Sin embargo este ejercicio no está basado en los hechos, sino en el consenso de una mayoría de usuarios.
Otras posibles causas del aumento de las cuentas de información errónea, según Science Feedback, podrían ser los mensajes de Musk que los especialistas califican como de “absolutismo de la libertad de expresión” que empoderan a la multitud de superpropagadores de falacias. También se menciona el llamado “Gran Unban” (“Gran Anti-prohibición”) que fomenta el regreso de cuentas de Twitter de alto impacto previamente prohibidas. Asimismo, se eliminaron reglas de moderación selectas, y se desmanteló el equipo de controladores, lo que redujo la capacidad de moderación.
En junio de 2022, Twitter se convirtió en signatario del “Código de Buenas Prácticas en materia de Desinformación”, impulsado por la Unión Europea. En ese contexto, la empresa se comprometió a “tomar medidas contra los actores que violan persistentemente las políticas para limitar la difusión de información falsa o engañosa perjudicial”.
Sin embargo, como señala Science Feedback, “tras la publicación del primer informe conjunto, el 9 de febrero de 2023, la Comisión Europea advirtió que Twitter no cumplió, e incluso no informó, sobre muchos de sus compromisos”.
“Si Twitter ostensiblemente dejara de controlar a los superpropagadores de información errónea, estaría violando sus compromisos bajo el Código de Práctica y, en consecuencia, probablemente estaría violando la Ley de Servicios Digitales”, señaló Carniel, y agregó: “Las sanciones contempladas en la Ley de Servicios Digitales pueden llegar hasta el 6 por ciento de la facturación de la plataforma global (lo que ascendería a cientos de millones de dólares) y, en caso de incumplimiento continuo, podría resultar en la prohibición de la plataforma en la Unión Europea”.
Desde que la red social es manejada por Musk, se introdujeron cambios en la política de moderación de contenido, se creó la opción de usuarios que paguen por el servicio a cambio de recibir una mayor visibilidad, independientemente de la credibilidad y el restablecimiento de varias cuentas previamente prohibidas. Estas medidas confirman la falta de voluntad del magnate para detener el flujo de desinformación en la plataforma.
La investigación señala además las cuentas más populares dedicadas a la manipulación. Por ejemplo “DineshDSouza”. Entre los cinco usuarios desinformantes que aumentaron significativamente sus interacciones, se encuentra el autor del video “2.000 mulas”, que desinformó sobre el sistema electoral estadounidense. “El tweet de mayor rendimiento de D’ Souza recibió una respuesta de la cuenta oficial de Elon Musk”, señala el estudio.
También figura en la lista “Robert F. Kennedy Jr.”, un gran propagador de desinformación sobre vacunas. Uno de los tuits de Kennedy que obtuvo mayor repercusión se volvió viral después de que la cuenta de Musk le respondiera respaldando su contenido. El mensaje en cuestión acusó a los “virólogos de todo el mundo” de haber sido sobornados por Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, con becas de investigación.
“Un pozo negro de nazis y resentidos”
Mark Zuckerberg ya es dueño de Facebook, Whatsapp e Instagram. Y la situación de los medios de comunicación clásicos no es muy diferente: Jeff Bezos compró el Washington Post, Rupert Murdoch es dueño de Fox News, mientras que el magnate de las finanzas Michael Bloomberg construyó un imperio mediático que incluye gran cantidad de empresas.
Según datos de la revista estadounidense Forbes, Musk fue la persona más rica durante gran parte de 2022 (con un patrimonio de 178.300 millones de dólares), y se convirtió en la segunda persona más rica en diciembre de 2022, cuando fue superado por Bernard Arnault, CEO de la firma de artículos de lujo LVMH, con un patrimonio de casi 214 mil millones de dólares.
Antes de que el magnate se hiciera cargo de la red social, analistas de todo el mundo advirtieron en qué podría convertirse Twitter en manos de Musk: “Ya es un pozo negro de nazis y resentidos, y empeorará”.
“¿Cuándo fue que nuestra existencia relativamente predecible dio un vuelco y se convirtió en algo inventado por un novelista distópico con un sentido del humor sádico? Pero ya comenzó, está aquí, y por eso, la compra de Twitter por parte de Elon Musk y una invitación posterior para unirse a la junta no es tan impactante como podría haber sido. Es sólo un absurdo más en nuestras locuras en curso. Musk se convirtió en el mayor accionista de la compañía, no como una inversión (toda su participación un pequeño vuelto en comparación con sus vastas participaciones en Tesla y SpaceX), sino simplemente para meterse con una plataforma en la que le gusta jugar. Al menos no abofeteó a nadie”, señala Steven Levy en la nota publicada el 8 de abril de 2022 (antes de que se hiciera la compra) en el medio estadounidense Wired. Se titula, con claras resonancias del más famoso eslogan de Donald Trump, “Can Elon Musk Make Twitter Great Again?” (“¿Puede Elon Musk hacer que Twitter sea grande otra vez?”)
En la nota publicada en el diario británico The Guardian el 26 de abril de 2022, Arwa Mahdawi también denuncia los peligros que implica esta distopía hecha realidad: “Es importante poner en perspectiva la adquisición de Musk. No se está haciendo cargo de una cooperativa socialista que fomenta lo mejor en el discurso público. Se está haciendo cargo de un infierno que pertenece principalmente a inversores institucionales y cuyo fundador es un multimillonario. Dicho esto, es importante que no minimicemos el daño que Musk podría desatar como jefe principal de Twitter. Musk es notoriamente delicado, pero le gusta describirse a sí mismo como un «absolutista de la libertad de expresión». Parece muy probable que deshaga la poca moderación de contenido que hay en Twitter, lo que dificulta la vida de las minorías, que son acosadas de manera desproporcionada en la plataforma”, señala la periodista en la nota titulada “Elon Musk empeorará Twitter, que ya es un pozo negro de nazis y resentidos” (“Elon Musk Will Make Twitter Worse and Its Already a cesspit of Nazis and Killjoys”)
“Si eres multimillonario, Twitter puede ser una plaza pública digital donde se debaten asuntos existenciales, pero para la mayoría de los usuarios es más como un patio de recreo escolar del que los acosadores se han apoderado. He estado usando Twitter durante más de una década. En ese tiempo, ha pasado de ser un lugar alegre poblado por gente brillante e ingeniosa a ser un espantoso pozo negro lleno de nazis y resentidos”, señala la columnista del diario británico, antes de que el magnate se hiciera cargo, anticipándose a lo que hoy es una ominosa realidad.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 01/04/23
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