“En marzo convocamos a abrazar la memoria y a ponerle colores a los pañuelos con las luchas del presente”. Así arranca el llamado de Abuelas para sumarse a la Campaña federal Memoria sí. Pañuelos de hoy y de siempre en todo el país. Una invitación que llama a las puertas de cada escuela.
La idea es simple y amorosa. Se trata de recrear los pañuelos como más nos guste, ya sea interviniendo los blancos; pintarlos sobre cartones, telas o dibujarlos en papel, con lápices, témperas o aerosoles. Como cada quien lo imagine mejor. Eso sí: llevarlo a la marcha del 24: “Levantemos los pañuelos blancos y de otros colores, abracemos la memoria con las luchas del presente, pongámoslos en las ventanas, en las calles y en las plazas”.
Para acompañar la iniciativa, en la página oficial de Abuelas hay materiales y recursos que ayudan a concretarla, difundirla en la calle y en las redes.
La invitación se hace “en el mes de la Memoria y en vísperas del 48 aniversario del golpe genocida”, como se lee en la convocatoria de Abuelas de Plaza de Mayo y los organismos de Derechos Humanos. La campaña está dirigida a la sociedad en general, a los sindicatos, a la comunidad educativa y demás organizaciones de la sociedad civil. Para hacer “en tu barrio, tu escuela, tu organización o con quien quieras construir afiches y carteles con lo que tengas a tu alcance, y sumarle tus reclamos y luchas por tus derechos”.
“Este 24 de Marzo nos encontramos en las plazas de todo el país: digamos sí a la memoria y a todas las luchas por más derechos”, expresa la campaña federal.
💜Llenemos de pañuelos nuestros barrios, escuelas y organizaciones. Pintá/estencileá el tuyo y escribile lo que quieras.
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Instructivo y materiales⤵️https://t.co/lvJxDZ01iL pic.twitter.com/mwW4af6ZxX— Abuelas de Plaza de Mayo (@abuelasdifusion) March 18, 2024
Las razones de la campaña están en la misma lucha de Abuelas, de siempre y de ahora, y que llevan a cada marcha a la que convocan. “Esperamos que sea una manifestación plural, multitudinaria y federal, con expresiones en todas las ciudades del país, empujada por la convicción de que sin memoria no hay futuro, y que en las calles —en medio de tanta preocupación e incertidumbre—, mirándonos a los ojos, abrazándonos, caminando codo a codo, entendamos que somos millones los que seguimos bregando por más solidaridad, más empatía, más amor, a contramano del «sálvese quien pueda», del odio y del individualismo que quieren inocularnos desde el poder”, expresan en el editorial del Mensuario de marzo de este año.
En este editorial marcan cómo este “presente distópico que estamos viviendo afecta a todos los sectores” y recuerdan las “críticas al mega decreto del presidente Milei que avasalla derechos y garantías fundamentales” y que “vulnera la división republicana de poderes”.
“Es prioritario impulsar la unidad y la articulación de todos los sectores agredidos por este nuevo experimento neoliberal que pretende volver a sentar las bases de una Argentina injusta y desigual. Marzo, mes de la memoria, nos convoca a hacer sentir nuestras voces, a hacernos visibles en el espacio público y a gritar bien fuerte Nunca Más, por eso el 24, a 48 años del golpe genocida de 1976, habrá una sola marcha a Plaza de Mayo”, valoran desde Abuelas y recuerdan que sus luchas “se sintetizan en tres palabras cargadas de significación: Memoria, Verdad y Justicia”.
Una invitación a repasar la historia
La campaña federal que llama a sumar pañuelos de siempre y de ahora es también una invitación a repasar y sentir la historia. La de las rondas de las Madres y Abuelas, quienes en algún momento de su marcha sumaron a sus cabezas un pañuelo blanco para hacerse visibles, una metáfora de los pañales de sus hijas, hijos, nietas y nietos desaparecidos. Pañuelos que ya son un símbolo en todo el mundo.
La historia de Abuelas y su trabajo se ha contado infinidad de veces en libros, publicaciones periodísticas, documentales, películas, obras de teatro y hasta en telenovelas. Todo ha servido para difundir la búsqueda de las y los nietos apropiados en dictadura y devolverles la identidad robada.
En la página oficial de Abuelas hay un video institucional de poco más de 12 minutos, que recorre la historia de esta Asociación. Comienza con la palabra de niñas y niños en edad escolar, afirmaciones que dan pie a los relatos que discurren cómo historias personales se convirtieron en luchas y logros colectivos; en qué derivó el accionar de estas Abuelas, desde la creación de la Conadi (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad) hasta destacar los aportes de la genética o establecer un Día Nacional del Derecho a la Identidad (22 de octubre de cada año).
Y desde ya en la recuperación de 137 nietas y nietos. “La vida abre caminos, la vida trae esperanza, la vida es compromiso, la vida encuentra la vida”, dicen Abuelas en ese relato audiovisual.
Otra recomendación para este repaso de hechos, acciones y legados está en la lectura del libro La historia de Abuelas, una edición ampliada y actualizada de La historia de Abuelas. 30 años de búsqueda, 1977-2007. Esta vez editado y publicado (en 2022) por la Universidad Nacional de Quilmes, junto con Abuelas, y como parte del Programa Universidad y Derechos Humanos (UNQ).
En la presentación de esta publicación, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, rescata el registro puntilloso realizado por las Abuelas en cada paso dado desde sus inicios en 1977: “Reconstruir, registrar, recabar, sistematizar y difundir la información que la dictadura pretendió borrar ha sido una tarea imprescindible”.
Estela repasa sobre esa tarea cuidada y sistemática que asumieron: “A través de la confección de carpetas con los datos de las madres y padres de los bebés robados, pasando por el procesamiento de las denuncias recibidas y el registro de reuniones con autoridades, sobrevivientes, instituciones, organismos nacionales e internacionales, hasta los relatos de nuestro peregrinaje por el mundo pidiendo ayuda para encontrar a los hijos de nuestros hijos, hemos construido herramientas para buscarlos, pero también para legar nuestra lucha a las futuras generaciones”.
Y dice que la denuncia y la difusión de lo que les pasaba también se convirtió en un instrumento de búsqueda. “Las primeras piezas de difusión –recorre sobre la historia– fueron los avisos y las solicitadas en los diarios; luego los afiches, las publicidades, folletos, revistas y también libros como este que recogen nuestra experiencia colectiva de organización, para dejarla escrita con el deseo de que nunca cese la búsqueda de nuestros nietos y nietas, y para que jamás se repita semejante crimen”.
Estela dice que este trabajo cotidiano que hacen las Abuelas está “teñido de amor y tesón” y que ahora es una tarea que abrazan “nuestros nietos y nietas restituidos, hermanos, hermanas y otros familiares, y toda una sociedad que ha comprendido que los nietos y nietas apropiadas son una deuda de la democracia”.
En ese mismo prólogo, remarca que todavía “resta encontrar a cerca de 300 nietos apropiados en dictadura y muchos otros hombres y mujeres que hoy se encuentran con la misma problemática” y que libros como La historia de Abuelas “intentan convertirse en una herramienta de búsqueda para mantener viva esta lucha”.
Igual que los miles de pañuelos blancos y de todos los colores que se sumarán a la marcha de este 24 de Marzo.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 16/03/24
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