Foto: Télam
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Tras el discurso de la presidenta Cristina Fernández, donde llamó a defender los precios y comunicó subas jubilatorias y en asignaciones escolares, dirigentes sindicales cercanos al gobierno criticaron a “empresarios especuladores”. En cambio, gremialistas opositores a la Rosada se mostraron disconformes con los anuncios. Capitanich aseguró que no existen diferencias de fondo con la CGT-Caló.

Rebotes en el ámbito sindical. Después del discurso de la presidenta Cristina Fernández, en el que convocó a la población a defender los acuerdos de precios –“el gobierno no va permitir que sigan saqueando el bolsillo de los argentinos”, dijo– y donde comunicó un aumento del 11,31 por ciento en las jubilaciones y una suba de 170 a 510 pesos para la ayuda escolar, dirigentes sindicales se mostraron este miércoles a favor y en contra de los anuncios.

El titular del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Ricardo Pignanelli, sostuvo que el movimiento obrero tiene «un problema con los grandes formadores de precios» a los que responsabilizó por la remarcación de los valores de los productos.

«En la década del 90 entregamos la comercialización de los productos a monopolios que podrán poner 150 productos en precio, que te cuesta encontrarlos, y si no te lo sacan con otros, además los supermercados nacieron para regular los precios, hoy los están manejando», explicó el sindicalista en declaraciones radiales.

El titular del gremio de los mecánicos sostuvo que el gobierno nacional «está siendo muy atacado, la presidenta (Cristina Fernández) está siendo muy atacada», y criticó la «idiosincrasia» que impone que «si el mercado consume más, aumentan precios, y si consume menos, aumentan los precios».

Por su lado, el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, sostuvo que «es bueno que el gobierno denuncie que hay empresarios especuladores».

En declaraciones televisivas, Martínez aseguró: «Hay empresarios inescrupulosos que no están actuando correctamente y quieren volver a la Argentina inflacionaria. El empresario defiende lo suyo y los consumidores debemos defender lo nuestro».

«No compro los mensajes apocalípticos. Hay un gobierno que va a defender a los que menos tienen», sentenció el secretario general del gremio de los albañiles.

En tanto, Hugo Yasky de la CTA cercana al gobierno se refirió a la observación que hizo la mandataria a unos dichos del líder de la CGT oficialista Antonio Caló, quien se encontraba presente en el acto en una de las primeras filas. «El otro día escuchaba tu frase, Antonio, cuando decías que el salario no alcanza para comer. Yo no creo que haya algún argentino que se muera de hambre», lanzó Cristina ante la mirada del dirigente metalúrgico.

Al respecto, Yasky señaló: «Por ahí yo no hubiera empleado la frase de Caló, pero es la tarea que tiene el dirigente sindical. La presidenta lo tiene que entender así. Así como ella tiene la tarea de gobernar, el dirigente sindical tiene la tarea de expresar la demanda de los trabajadores que representa. Y esto tiene que ser algo que funcione armoniosamente dentro de un sistema democrático».

El sindicalista sostuvo que «hay que hacer en las paritarias un esfuerzo para que esos trabajadores puedan recuperar» su poder adquisitivo y, aunque sostuvo que «uno no puede decir que vaya a pasar hambre un trabajador que cobre 11 mil, 13 mil pesos o más», elogió a Caló.

«Caló, que es un buen dirigente sindical, lo que dijo es expresar la situación de los trabajadores. No de todos, pero en definitiva es lo que le corresponde a un dirigente sindical», insistió Yasky, representante de trabajadores docentes. Sostuvo también que el metalúrgico «es un hombre que representa a una central que está comprometida en la defensa de este modelo».

Paños fríos

El que enseguida salió a poner paños fríos fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien aseguró este miércoles que no existen diferencias de fondo con la CGT que conduce Antonio Caló y sostuvo que «si cada crítica u opinión uno la toma como punto de ruptura, no estaríamos reconociendo la existencia de la libertad de expresión».

En el habitual encuentro con periodistas en la Casa Rosada y ante una consulta, Capitanich consideró que «todos los actores generan atención y no necesariamente todos tenemos que estar de acuerdo respecto a lo que opinamos, y lo importante es manifestar la posición con las convicciones correspondientes».

Añadió que «lo importante es reconocer que muchos actores sindicales y muchos gremios han tenido un crecimiento muy fuerte de afiliados precisamente porque la política económica permitió el crecimiento del sector, como la industria automotriz, metalúrgica, entre otras, y muchos incentivos al proceso de industrialización generaron un incremento del número de trabajadores y afiliados».

El jefe de Gabinete destacó que «muchos empresarios obtuvieron rentabilidad y pudieron reinvertir por una política económica que generó un incremento de la demanda y la perspectiva de tener un mercado interno robusto y rentable para sus pretensiones y para generar plataformas para el incremento de exportaciones».

En ese marco, señaló que «lo mismo ocurrió con los trabajadores que han tenido la posibilidad de acceder a más empleo y mejor salario en el marco del desenvolvimiento de paritarias».

Por eso, consideró «imprescindible reconocer que la responsabilidad colectiva consiste en tener conductas razonables que permitan a los empresarios seguir manteniendo el mercado interno generando una plataforma para exportaciones y a los obreros para defender sus fuentes de trabajo y potenciar la perspectiva de la calidad del empleo mediante la formación y mejores salarios».

Rechazos

Representantes de la CGT opositora, liderada por Hugo Moyano, manifestaron su disconformidad con el discurso pronunciado este martes por la presidenta Cristina Kirchner por considerar “insuficiente” el aumento anunciado para los jubilados y por las críticas vertidas hacia gremios y empresarios.

«Lo de los jubilados es un bochorno, es más un castigo que un beneficio porque el 75 por ciento de los jubilados cobran la jubilación mínima», indicó el secretario de Derechos Humanos de la CGT Julio Piumato en declaraciones radiales.

Además consideró que «el gobierno no respeta la Constitución Nacional con el tema de los jubilados porque el salario mínimo vital y móvil ya es insuficiente y el jubilado está todavía por debajo de ese salario mínimo», añadió.

En la misma sintonía, el secretario general de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo «Momo» Venegas, criticó el discurso de la presidenta por “carecer de un llamado a la unidad que descarte la conflictividad social”.

Venegas puntualizó que desde el Ejecutivo se intenta endilgar a los sectores gremiales responsabilidades que debieran ser adjudicadas a los sistemas de controles del Estado para reprimir actividades no registradas. Sucede que, sin nombrarlo, este martes la presidenta le dedicó un párrafo al dirigente de Uatre al hacerse eco de una investigación del diario Página 12 sobre una denuncia de trabajo esclavo en campos del ex gobernador misionero Ramón Puerta.

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