Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el movimiento feminista argentino y sus diferentes expresiones vuelven a parar en reclamo por sus derechos y por el de todos los ciudadanas y ciudadanos que padecen las consecuencias del plan neoliberal del macrismo, en un contexto de recesión económica, ajuste, destrucción de puestos de empleo y aumento de la pobreza. La desigualdad de género se manifiesta de varias formas, en el empleo y el salario por ejemplo. Las compañeras perciben remuneraciones más bajas que los compañeros por igual tarea: se calcula en promedio un 25 por ciento menos. Y, muchas veces, trabajan en condiciones de mayor precariedad laboral, de acuerdo a relevamientos oficiales. La igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo será una de las tantas consignas que copará las calles en este tercer paro internacional de las mujeres. Desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su informe sobre salarios 2018/2019, indicaron que a escala mundial, las mujeres perciben un haber 20 por ciento promedio inferior al de los hombres. En Argentina, la denominada brecha salarial alcanza al 25,2 por ciento. Mientras que, en el mercado laboral, los varones ganan en promedio 18.500 pesos mensuales, las mujeres cobran 13.860 pesos por el mismo trabajo. El dato surge de un informe sobre indicadores sociales nacionales, desagregados por sexo, en base a la Encuesta Permanente de Hogares que publicó el Indec correspondiente al tercer trimestre de 2018.
En el análisis también se dio cuenta que las mujeres enfrentan mayores niveles de empleo en negro que los hombres. “Hay un 37 por ciento de trabajadoras asalariadas a quienes sus empleadores no inscriben en la seguridad social, mientras que para los asalariados varones esta tasa de no registro es del 32,1 por ciento”, se lee en el reporte. “Las asalariadas no registradas ganan en promedio un 37,2 por ciento menos que sus pares: unos 7 mil pesos versus 11.225 pesos”, continúa.
El informe, publicado en Economía Femini(s)ta bajo la firma de Natsumi Shokida, trabajadora de la Encuesta Permanente de Hogares-Indec, referenció otro estadística, esta vez en cuanto a la tasa de actividad, es decir, la relación entre aquellos que participan en el mercado de trabajo (ya sea como ocupados o como desocupados) y la población total.
“En este caso, dicha tasa es ampliamente mayor entre los varones (la diferencia supera los 20 puntos porcentuales). Esto sucede porque existe una importante porción de las mujeres en edad laboral que dedican su tiempo a realizar tareas domésticas, hacia el interior de sus hogares, en lugar de tener una actividad en el mercado de trabajo”, analizó.
“La tasa de empleo exhibe la proporción de ocupados entre la población total. La diferencia entre varones y mujeres en este caso también supera los 20 puntos, y es parte del mismo fenómeno anteriormente mencionado”, indicó el artículo en base a cifras del Indec.
En cuanto a la distribución de las tareas del hogar, sostuvo que “en general, las mujeres deben dedicar parte de su tiempo al trabajo doméstico. Es decir, realizan tareas de cuidado y reproducción para otros miembros de su hogar. Este trabajo no se comercia en el mercado y por tanto no es remunerado. Así, puede observarse que, del total de personas que realizan este tipo de tareas, un 75 por ciento son mujeres y un 25 por ciento son varones”.
A la vez, destacó: “Este reparto desigual de las tareas domésticas entre varones y mujeres puede asociarse a las desigualdades vistas en la composición del mercado de trabajo y la diferencia de la extensión de la jornada laboral”.
Macrismo-machismo
Las movilizaciones feministas en distintos puntos del país incluyen entre sus demandas la igualdad salarial y laboral. A igual trabajo, iguales condiciones, derechos y salarios. Las marchas y el paro internacional de mujeres se dan tras una contundente huelga docente de 48 horas, protagonizada en su mayoría por maestras, en reclamo de la paritaria nacional y en protesta contra el ajuste en el presupuesto educativo y la caída de los salarios iniciales del sector por debajo de la canasta básica.
La movida feminista del 8 de marzo será parte de una sucesión de marchas y protestas contra el modelo económico de Cambiemos, respaldado por el Fondo Monetario Internacional, que tan sólo en la última semana multiplicó parates de fábricas, suspensiones y despidos de trabajadores. Según datos oficiales, la industria cayó 10,8 por ciento en enero, novena caída consecutiva, y la construcción se derrumbó 15,7 por ciento en el último año, acumulando cinco meses de retrocesos seguidos.
El panorama negativo para el gobierno se completó con el dólar y la inflación. Hasta el mercado desconfía y el billete verde aceleró su cotización con el consiguiente impacto en la inflación por el efecto devaluatorio del peso. La escalada de la moneda estadounidense, que llegó a superar los 42 pesos por dólar, obligó a modificar pronósticos para el año en curso sobre el índice de precios al consumidor, elevando el piso inflacionario a 32 por ciento anual.
Por otra parte, la OIT estimó que el desempleo llegará en la Argentina a los dos dígitos este año, mientras que algunas proyecciones privadas elevan el índice de desocupación del 9,5 al 13 por ciento cuando finalice 2019. Según la revista Forbes, la Argentina está a un paso del colapso económico, mientras el gobierno de Macri planifica su campaña de cara a los comicios que se desarrollarán este año.
Ellas saben que la crisis económica que atraviesa el país no ayuda a reivindicar sus reclamos por igualdad salarial y laboral. En todo caso, los agrava y las pone como principales afectadas. El paro de mujeres es en contra del trabajo precario, y también para socializar las tareas domésticas. En Argentina, “el 50 por ciento de las mujeres está fuera del mercado laboral formal”, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) que reprodujo la consultora Grow, especializada en políticas de género para organizaciones.
Contra la discriminación salarial y laboral, desde la consultora entienden que “aumentar la igualdad y cerrar la brecha de género puede generar oportunidades de crecimiento”. Reclamo que estará en la calle en el paro de mujeres y se chocará de frente contra las políticas ajustadoras del gobierno nacional.