Alberto Fernández ya recibió advertencias preventivas de diferentes factores de poder. Luego de haber destrozado el aparato productivo, el establishment ahora niega su aporte a la necesaria reconstrucción de la Argentina. Negociados y designaciones completan el panorama camino al 10 de diciembre.

Ningún gobierno de corte nacional y popular puede evitar que el poder establecido le lance desde advertencias veladas hasta amenazas directas. Le pasó a Néstor Kirchner en 2003, cuando Claudio Escribano le dedicó un bando en el diario La Nación, con el pliego de condiciones que debía cumplir desde el primer minuto posterior a su asunción.

La respuesta que recibió del fallecido mandatario el entonces director de la tribuna de doctrina de la oligarquía en la primera semana de mandato sirvió para que ese sector parasitario de la Argentina entendiera que se le venía encima un tiempo de restauración de los derechos perdidos por las grandes mayorías populares.

A mediados de 2007, Héctor Magnetto fue el portavoz del mensaje que el establishment dirigió a Kirchner: Cristina Fernández no era bien vista como su sucesora, y debía optar por otro candidato. La réplica no se hizo esperar, y poco tiempo después Néstor anunciaba la fórmula CFK-Julio Cobos, en aquel fallido intento de “convergencia”.

Alberto Fernández no es la excepción, y las alarmas ya suenan en las oficinas de Puerto Madero, donde repican las campanas y voces que impone el poder, ya sea en formato editorial, de manera directa, o apenas mediante producciones multimedia.

Existen indicios preclaros de que Alberto aprendió con creces las lecciones que dejó Néstor, y a muy pocos les quedan dudas de que va a enfrentar los desafíos que le plantean los factores de poder con firme prudencia y decisión patriótica.

Será necesario, porque el accionar de la oligarquía terrateniente, asociada a los sectores financiero, extractivo y mediático, dejará poco margen para la tibieza. Y tal como se presentan los escenarios políticos nacional y regional, el futuro Gobierno tendrá que poner en valor políticas que impliquen un disciplinamiento de esos poderes que vampirizan la renta nacional e impiden la consolidación de una Nación para todas y todos quienes la habitan.

Aprontes de una pampa húmeda, próspera y avara

El martes de la semana que termina pasaron cosas, como gusta decir el presidente saliente Mauricio Macri. Uno de los hechos destacados lo protagonizó uno de los ex miembros de la Mesa de Enlace agroexportadora, Eduardo Buzzi, quien se despachó con una poco velada amenaza al Gobierno que asumirá en pocos días: “Creo que Alberto Fernández es una persona inteligente y no va a hacer la misma brutalidad de aquel entonces, porque eso generaría un enfrentamiento con los productores”.

El ex titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), cuando habla de “brutalidad”, no se refiere al bloqueo de rutas para desabastecer a las grandes ciudades de la Argentina en 2008, ordenada por aquel rejunte neooligárquico que se completaba con las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Sociedad Rural (SRA) y Coninagro.

Buzzi se refiere al intento frustrado de instaurar retenciones móviles a la producción de granos y oleaginosas, iniciativa que encendió la pradera de la pampa húmeda, la tierra más rica del país, que salió a enfrentar en 2008 al gobierno de Cristina con talante y decisión destituyentes.

El bigotudo lacayo de los popes del negocio agropecuario volvió a hablar de “El campo”, y se sumó a otra amenaza, la que se conoció a través de un video hace 10 días, producción que muchos vinculan al ex presidente de la SRA y ministro de Macri, Luis Miguel Etchevehere.

Esa pieza comunicacional, de tono apretador y golpista, se presentó en sociedad bajo el nombre “Campo + Ciudad”. Con la firma de una agrupación autodenominada “Los Guardianes de la República”, referentes de los latifundios sojeros plantearon un escenario que obliga a estar alertas como sociedad: “Que nadie se equivoque: aceptar la decisión de la mayoría no significa permitir que nos pasen por encima”.

Más adelante, el tono amenazante se eleva: “Estamos organizados y trabajando a lo largo y ancho del país y al costado de las rutas, en cada ciudad y en cada pueblo estamos conectados y alertas para responder a cualquier medida autoritaria y abusiva”.

Según consignó el diario cooperativo Tiempo Argentino, hace una semana –el sábado 23, en la capital cordobesa– se realizó el “Primer Encuentro Federal Campo Más Ciudad”, organizado por los autodenominados “Guardianes de la República”.

El artículo destacó que en ese primer plenario se redactó “un documento con propuestas y planteos que le entregarán al presidente electo Alberto Fernández”. El objetivo sería “conocer su posición y definir los pasos a seguir en el futuro”.

La nota agregó: “Una de esas opciones podría incluir movilizaciones y cortes como los que protagonizaron los productores agrarios en 2008 para rechazar el aumento de las retenciones a las exportaciones que implementó la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner con la Resolución 125”.

En verdad, la 125 no fue un “aumento de las retenciones a las exportaciones”, sino un esquema de retenciones móviles, que aumentaban cuando el precio de la soja subía y, a la inversa, bajaban si ese precio caía.

En 2008, la todopoderosa Mesa de Enlace creía que se trataba de una trampa del Gobierno, porque sostenían que el precio de la soja nunca iba a caer. La mirada estratégica de CFK –los precios de la oleaginosa en Chicago pronto comenzaron a bajar– no alcanzó a disimular una pésima comunicación de la medida.

A ello se sumó la falta de segmentación de los productores, un error del ideólogo de la resolución –el entonces ministro de Economía Martín Lousteau– que permitió que chacareros con 50 hectáreas fueran equiparados a los latifundistas de la SRA o a los pool de siembra comandados por Gustavo Grobocopatel.

Cuando los precios de la soja bajaron, los pequeños productores se avivaron de que con la 125 hubiesen pagado menos retenciones. Buzzi dejó de visitar determinados pueblos de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires porque cada vez que lo veían aparecer, los chacareros le querían perder las botas en su trasero.

Foto: La Nación

Ahora, el dirigente agropecuario vuelve a tener el tupé de amenazar al gobierno del Frente de Todos si determina una suba de las retenciones: “Hay preocupación en el campo por una posible suba con la llegada de Alberto Fernández”. Y fue más allá: “¿Sólo nosotros vamos a aportar? Los productores se molestan cuando les ponen este impuesto”.

Tal vez consciente de sus exabruptos, intentó dejar una puerta abierta para el diálogo: “Los productores no podemos tener la mezquindad de no querer que nos pongan retenciones. Tenemos que ir hacia consensos”.

Parecería que los “Guardianes de la República” no están tan propensos al diálogo, según se desprende del mencionado artículo de Tiempo Argentino: “El «Movimiento de Asesores Independientes Campo Más Ciudad» es un espacio autoconvocado «a lo largo y ancho del país, al costado de las rutas, en cada ciudad y en cada pueblo» para declararse «alerta» y «responder» ante «cualquier medida autoritaria y abusiva» del próximo gobierno de Fernández, como «delirios de una justicia militante, la reforma agraria o la persecución a la prensa»”.

Un verdadero bando clavado en las puertas de la Casa Rosada, para que lo vean sus futuros inquilinos. Se notan a la legua las huellas dactilares de La Nación, la SRA, la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), los bancos que financian el agronegocio y el núcleo duro de Cambiemos, que será el factor aglutinante de esas corporaciones para hacerle una salvaje oposición al gobierno peronista.

Un encuentro en Puerto Madero

Es indudable que otro de los frentes que tendrá el próximo Gobierno es el externo, y en ese marco la relación con los EEUU será clave, más allá de los resquemores mutuos, justificados por una historia de intervencionismo imperial, de combate y agresión explícita al peronismo, y de una insoslayable competencia, que sólo la vocación cipaya de la oligarquía vernácula puede evitar tener presente.

La matriz extractiva, tanto agropecuaria como energética, posiciona a ambas naciones como competidoras, y sus economías no ofrecen un solo vestigio que las convierta en complementarias. Ése es el nudo central de la histórica estrategia norteamericana hacia la Argentina y Brasil, que pasa por impedir un desarrollo autónomo que transforme a ambas potencias sudamericanas en algo más que vendedoras de producciones primarias, sin desarrollo industrial.

A Fernández le toca en suerte comenzar a gobernar en una etapa en la que los EEUU volvieron su mirada a lo que siempre consideraron el patio trasero de su imperio, luego de una década y media en la que su foco estuvo puesto en Medio Oriente y en las batallas comerciales con China y –en menor medida– con Rusia.

Donald Trump, más involuntariamente que exprofeso, obligó a palomas y halcones a volver sus siempre amenazantes estrategias al sur del Río Bravo. La decisión de retirar las tropas yanquis de Afganistán, Irak y Siria, que responde a la idea del blondo mandatario de concentrarse en hacer crecer la economía doméstica y no aportar al gigantesco gasto que deparan las aventuras bélicas del Pentágono y la CIA, terminaron siendo un dolor de cabeza para América latina.

Los movimientos del Departamento de Estado se vienen haciendo sentir desde México hacia el sur, en cada caso con características bien distintivas. Allí donde gobierna el “populismo”, la intervención propende a la desestabilización, a reforzar las chances de la oposición, y a generar conspiraciones. Venezuela y Bolivia, con desenlaces diferentes, son prueba de ese movimiento.

En ese marco es que el martes pasado Alberto recibió al embajador de los EEUU Edward Prado en sus oficinas de Puerto Madero. El mandatario electo, en su cuenta de twitter, manifestó lo que le dijo al representante: “Le reiteré mi voluntad de tener la mejor relación con ese país, en un marco de respeto y madurez, para beneficio de nuestros pueblos”.

Parece una fórmula insulsa y hasta condescendiente, pero en el lenguaje diplomático, que tan bien conoce el imperio, se diferencia notablemente de los comunicados de quienes se consideran aliados incondicionales de Washington.

Por su parte, el embajador Prado se presentó acompañado de una comitiva de funcionarios de la misión diplomática norteamericana, y fue tan lacónico como cortés: “Hoy nos reunimos con Alberto Fernández y su equipo para conversar sobre temas de interés mutuo para nuestros países. Continuaremos trabajando junto a la Argentina para fortalecer nuestro vínculo y entendimiento”.

Esperar más, es para ingenuos, pensar que se abren las puertas para una estrecha cooperación con los EEUU es desconocer la historia de desencuentros entre ambos países y, más relevante, que no hay un solo interlocutor estadounidense, y que muy probablemente el tiempo que le queda a Prado como embajador en la Argentina no sea mucho.

Fernández, a su vez, estuvo acompañado por los dirigentes Santiago Cafiero, que todo indica será el próximo jefe de Gabinete; Felipe Solá, quien seguramente será designado como canciller; Gustavo Béliz, quien colaborará con el mandatario electo, aunque no se sabe en qué lugar del Gabinete, y Jorge Argüello, quien volvería a ser el embajador argentino en los EEUU.

El embajador yanqui se permitió expresar, a través de un comunicado, que la “reunión fue abierta y productiva”, y agregar que “durante el encuentro ambos equipos conversaron sobre una gran variedad de temas de interés para ambos países. EEUU mantiene una relación duradera con Argentina, sobre la base de valores comunes profundos e importantes”.

Y más aún, para quienes le dan valor a la cantidad más que al contenido de las palabras, Prado destacó que “estos valores son perdurables y EEUU espera colaborar con el gobierno del presidente electo Fernández para el beneficio mutuo de ambos pueblos”.

Las veloces lapiceras de Mauricio y Jorge

Otro frente con el que se encontrará Alberto es el cada vez más extendido campo minado que Macri está sembrando con nombramientos en áreas clave de la administración pública, a una velocidad supersónica.

Una de las últimas novedades en ese rubro se conoció el jueves, cuando el diario Página 12 reveló que el mandatario saliente, contrarreloj, quiere designar soldados propios en Radio y Televisión Argentina SE (RTA), el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y la Defensoría del Público, usando la comisión bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual.

Pero además, a menos de dos semanas de entregar la banda y el bastón presidenciales, Macri tuvo el tupé de firmar el decreto 788/19, por el cual se crea “un régimen para funcionarios jerárquicos que le confiere estabilidad a los directores generales por cinco años”, y estipula que para removerlos el Estado debe indemnizar a un alto costo, el equivalente a los sueldos del tiempo que resta para completar ese plazo de cinco años.

Macri también quiere colonizar la Cancillería, y la sembró con designaciones de última hora, por ejemplo el representante en la OEA, Daniel Raimondi. La gravedad de este nombramiento radica en que el próximo gobierno no tendrá la sintonía fina que tiene Cambiemos con el organismo que preside el uruguayo Luis Almagro.

El macrismo también designó –como publicó Página 12– al director de Ceremonial de la Cancillería, Marcelo Suárez Salvia, en el estratégico consulado en Nueva York”, y el promotor de ese nombramiento, el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, hizo lo propio designando al actual director de Asuntos Consulares Luis María Sobrón en el consulado de Milán.

La gota que rebalsó el vaso fue el nombramiento de Carlos Cherniak –diplomático de carrera de origen radical– como representante ante la FAO, el organismo de la ONU que se ocupa de la alimentación global, clave en el contexto del Plan Nacional contra el Hambre que instrumentará Alberto Fernández.

Una escandalosa licitación

Como no podía ser de otro modo, tratándose de Macri y su pandilla, la herencia de negocios y negociados será importante, aunque algunas de esas tramoyas hayan sido frenadas momentáneamente.

Tal como publicó Redacción Rosario, el martes se conoció la suspensión hasta marzo de la apertura de sobres en la escandalosa licitación del Puerto de Buenos Aires, uno de los más apetecibles bocados que el Presidente quería engullir, en sociedad con su “amigo de la vida” Nicolás Caputo.

Las esperanzas de Macri estaban cifradas en una apertura express de los sobres que contienen las ofertas para la explotación por 35 años, con una prórroga de otros 15, del puerto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), pese a que ya existe una denuncia penal contra él mismo, Caputo y el ministro de Transporte Guillermo Dietrich por la posible comisión de presuntos ilícitos contra el Estado por esa escandalosa concesión.

Macri con canciller de Singapur

Pero la apertura de los sobres con las ofertas, que estaba prevista para el próximo lunes, fue suspendida hasta que el próximo Gobierno analice esa escandalosa concesión del Puerto de Buenos Aires.

Vale la pena adentrarse en los antecedentes del negociado transitoriamente suspendido. Según consignó el sitio Kontrainfo, “uno de los objetivos de Macri y Caputo, asociados a Singapur, pasaba por la nueva licitación para operar el Puerto de Buenos Aires, por el que egresa el 75 por ciento de las exportaciones de la Argentina”.

De allí que el mandatario nombrara a Caputo, en 2016, como cónsul de la Argentina en Singapur, y, en 2018, fuera designado como cónsul de Singapur en el país. Kontrainfo interpretó: “Los cambios que traerá aparejada la nueva construcción portuaria permitirán la construcción de un «Puerto Madero II», en el que tendrán fuerte participación las empresas de los Macri”.

La denuncia penal mencionada fue presentada por la abogada Stella Maris Ageitos e incluye también a Gonzalo Mórtola, interventor de la Administración General de Puertos (AGP), ya que “se usaron dineros públicos para una contratación directa de la empresa española Indra, para la elaboración de los pliegos de licitación, orientados a entregarle el negocio a Caputo”, indicó el medio digital, que agregó: “Indra terminó proponiendo que el puerto acabe manejado por una sola empresa, en lugar de tres”.

El diputado nacional Rodolfo Tailhade advirtió en su momento que, además, hubo otra increíble irregularidad: el uso de una empresa de automóviles ligada a la familia de un ministro del Gobierno (Volkswagen, de Dietrich), para realizar el pago a la consultora Indra, lo cual representa una “triangulación ilegal que viola la normativa sobre ética pública, presupuesto y lavado”.

Tailhade fue mucho más allá, porque desmenuzó el negociado y le puso nombres y apellidos a los beneficiados: “Hay un direccionamiento notorio de la licitación para que la gane PSA, una empresa de Singapur cuyo lobbysta en Argentina es el cónsul del país asiático, Nicolás Caputo, el hermano de la vida de Mauricio Macri”.

En ese momento, hace casi dos meses, el legislador peronista destacó, además, que “pretenden abrir los sobres de las ofertas en octubre y entregar la concesión en noviembre; está claro que Macri y sus amigos se quieren quedar con una de las licitaciones más importantes de la historia argentina antes de entregar el poder. Se busca aprovechar que se van a quedar con el puerto de Buenos Aires para generar desarrollos millonarios. Quieren hacer terminales de cruceros y levantar complejos comerciales para beneficiar a los amigos de Macri y Horacio Rodríguez Larreta”.

PSA International no está sola. Pertenece al multimillonario fondo financiero de Singapur Temasek Holdings, que a su vez administra los recursos públicos de ese país asiático, “por lo que su direccionamiento hacia la inversión en distintas empresas depende de quiénes lo manejen”, remarcó Kontrainfo.

Un dato esencial. En su línea gerencial ejecutiva, Temasek comparte varios CEO’s de la banca Rothschild:

  • En 2012 el fondo financiero de Singapur contrató al banquero Khodor Mattar, quien trabajó 14 años como el más importante representante de la banca Rothschild en inversiones energéticas para Medio Oriente.
  • Henry Ho, ex director de Temasek en 2009, fue elegido presidente de Rothschild & Co para la región del Sudeste Asiático en mayo de 2016.
  • En 2019, la banca Rothschild, junto a Temasek, Blackstone y Google, se asociaron para invertir en tecnología blockchain creando un fondo financiero de 80.000 millones de dólares.

Kontrainfo remató su informe advirtiendo los peligros del fabuloso negociado. “Los socios en la Argentina de PSA/Temasek serán decididos en buena parte por el cónsul de Singapur en nuestro país: el «hermano del alma» (testaferro) de Macri, Nicolás Caputo. La oligarquía transnacional controlará por completo las exportaciones de la Argentina a través de su principal puerto, mientras la oligarquía local asociada hará negocios por los próximos 50 años”.

Tras meses de movilizaciones, asambleas públicas, denuncias penales y mediáticas de la Federación Marítima Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (Fempinra), de la cual forma parte la Asociación del Personal de Dirección de Ferrocarriles Argentinos y Puertos Argentinos (Apdfa), Mórtola firmó la mencionada resolución 174/2019 determinando que la nueva fecha para la apertura de las ofertas de la licitación será el 20 de marzo de 2020.

Los gremios agregaron otro condimento amargo: el proyecto de licitación pone en riesgo miles de puesto de trabajo de la actividad portuaria y marítima.

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Un comentario

  1. omar zorzenon

    30/11/2019 en 22:13

    debemos ser muy cuidadosos con la forma de plantearnos las cosas, no es un problema educativo, no es de formacion, es de informacion y como explicar, LAS RETENCIONES PUEDEN SER MOVILES POR UNA UNICA RAZON, EL VALOR DEL DOLAR QUE DETERMINA EL PRECIO FINAL DE LA SOJA, POR EJEMPLO, COMO LA CARNE O EL PETROLEO, QUE SE EXPORTAN ESTA INFLUENCIADO POR UNA SERIE DE FACTORES ,por lo tanto debemos definir cual es el valor interno del dolar real en funcion de esos elementos, y es claro HOY ….HOY ,no sabemos mañana todos los calculos son claros, expuestos en la pagina correspondiente del BANCO CENTRAL, este BANCO CENTRAL el de ELLOS , no el nuestro, y define que el dolar pizarra esta por lo menos un 20 a un 25% sobre valuado, por lo tanto SIN QUE LE TOQUEMOS NI UN CENTAVO DE LA RENTABILIDAD A LA GENTE DEL CAMPO Y LOS EXPORTADORES PODEMOS APLICAR CORRECCIONES, esto debe quedar claro, no soy ECONOMISTA, soy PERITO MERCANTIL NOTURNO HETERODOXO ,pero gente como KULFAS, COSTA, KICILLOF, me lo enseñaron en estos ulitmos años. OMAR G. ZORZENON. CAÑADA DE GOMEZ , tel 3471 539817

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