Ester Stekelberg

Con la invitación a escribir historias y anécdotas de pañuelos verdes por el mundo, distintas mujeres contaron cómo viven y acompañan la lucha colectiva por el derecho al aborto, legal, seguro y gratuito. En esta nota, un breve recorrido por esos testimonios publicados por Redacción Rosario en el marco del debate nacional por la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

Kurdistán
La Comandancia de las milicias en las montañas de Kurdistán | Foto: Virginia Benedetto.

Entre octubre y noviembre de 2018 la fotógrafa Virginia Benedetto estuvo en las montañas de Kurdistán, Rojava (Kurdistán sirio), Shengal y Makmur (Kurdistán iraquí).  En un momento de su trabajo de documentalista, fotografió a la Comandancia de las milicias de Kurdistán tomando el pañuelo verde que identifica a la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

“Fue un momento muy emocionante por la situación en sí, de estar en tierras de revolución, y porque cuando una de las comandantas vio el pañuelo dijo: ‘Ni una menos’. Y Ni una menos es otra de las reivindicaciones que las mujeres de Argentina llevamos adelante por la alta tasa de femicidios que padecemos”, apreció Virginia en su texto.

“Si algo aprendí a en esa tierra de montañas y revolución, es que la tarea es poder dar una lucha universal contra el patriarcado y el capitalismo, una lucha que trasciende las fronteras, que nos hermana, acá, allá, donde estemos. Que lo que nos hermana no es solo lo que como mujeres padecemos en esta sociedad patriarcal. Lo que nos hermana es que queremos construir una sociedad diferente, una sociedad libre, donde podamos preguntarnos cómo queremos vivir, qué hay que hacer y por dónde debemos empezar”, destacó la reportera gráfica del diario.

Colectiva Feminista Las Pibas de California

La Colectiva Feminista Las Pibas de California (Estados Unidos) también se sumó a esta invitación. Sus activistas aseguran que el feminismo les ha dado una entidad que las sostiene y también relaciona con su país de origen, y en este caso mayormente con la Argentina. “Estar lejos geográficamente no nos impide hacer propia la lucha y la movilización vital de miles y miles de compañeres que nos representan”, escribieron y destacaron: “Nos mueve la solidaridad por esa ola verde que se gestó y que, como las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo, recorre el mundo desobedeciendo el poder”.

“Desde este nuevo lugar donde nos encontramos, sentimos el compromiso de sumar a la experiencia individual, esta colectiva que nos da una hermandad social para transformar el individualismo en un lugar donde la lucha de une es la todes”, expresaron, a la vez que remarcaron los desafíos que plantea la práctica del aborto en los países (como EEUU) donde es legal: que sea un derecho gratuito.

“Desde el oeste de Estados Unidos, La Colectiva Feminista Las Pibas de California decimos: Educación sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar y Aborto Legal para no morir”, manifestaron a favor de la campaña nacional y la aprobación de la ley de IVE.

La periodista Ester Stekelberg.

“Este 2020 no nos dio muchas posibilidades de bajar a manifestar, ser nosotras, nosotros, nosotres en las calles. Ni aquí, ni allá, ni en ninguna parte… 2020, año perturbador si los hay (quedan algunos días todavía para que nos siga sorprendiendo)”, escribió la periodista rosarina, radicada en Francia, Ester Stekelberg para Redacción Rosario.

Pero a la vez valoraba la oportunidad que les dio el #19F2020 para adherir a la campaña por el derecho al aborto: “Sin embargo el #19F 2020, en la Place de la République en París, cuando todavía casi nada indicaba que algo iba a ser distinto este año que estábamos estrenando, puedo asegurar que el estremecimiento que sentí al mezclarme y hacernos una, con más de un centenar de mujeres solidarias y comprometidas con la vague verte que, a 15 mil km, allá en la Argentina, estallaba para exigir, esta vez y definitivamente, Aborto Legal Seguro y Gratuito,  esa sensación de pertenencia, hacía mucho tiempo que, en esta Francia en la que hoy vivo, no me atravesaba”.

Ester valoraba que en ese #19F el pañuelo verde que se había traído un mes antes de Rosario, “se transformaba en bandera de Justicia y la extrañada Lili Pauluzzi, la que me había abierto la cabeza tantísimos años antes, estaba aquí con nosotras, en París, Place de la République”.

Susanna Montesano
Susana al llegar a Roma, con el pañuelo a la manera de las Madres.

Susanna Montesano es italiana, estudiante de psicología, y se presenta como activista feminista y viajera. Fue justamente en uno de esos viajes por América Latina que se encontró con el pañuelo verde. Más precisamente, en 2017 cuando se preparaba con sus amigas que viven en Buenos Aires para recorrer el norte argentino. “Como italiana, era la única que no sabía lo que era, pronto me lo explicaron y cada día que siguió empecé a ver más y más pañuelos verdes a mi alrededor. Yo creo que en la lucha por la legalización del aborto siempre fueron involucradas más temáticas y en muchos niveles de profundidad”, contó de aquella vez que lo vio atado a una de las mochilas de sus compañeras de viaje.

“Lo que siempre me ha fascinado más sobre el movimiento feminista en la Argentina es su masividad y su capacidad de influir directamente en la cultura, la mentalidad y las luchas del país entero”, reflexionó en su escrito.

Y contó que cuando tuvo su primer pañuelo propio se volvió el objeto que le recordaba ese viaje inmenso por Sudamérica y al cual se sentía más unida: “Me encantaba la idea de mostrar mi apoyo a la lucha con el simple hecho de caminar, con mi sola presencia y la performatividad de lo que llevaba puesto. Me bajé del avión de vuelta a Roma con el pañuelo en la cabeza, a la manera de las Madres de Plaza de Mayo, como Vera Vigevani Jarach, la mejor amiga de mi abuela, siempre presente en mi familia como ejemplo de fuerza y lucha, demostración que la vida privada no se puede separar de la política”.

“Llevar el pañuelo a Italia y llevarlo siempre conmigo significa para mí llevar la manera de luchar de las argentinas a mi realidad cotidiana, difundir la idea de que hablar de feminismo y declararse feminista no es tabú”, compartió de su vivencia.

Pañuelo verde
Valentina y Arlen, las hijas de Lilli, en la Plaza de la Revolución.

Lilli Marinello es italiana, pero vive y trabaja desde hace varios años en La Habana (Cuba). Contó que desde lejos sigue atentamente el debate sobre la ley de IVE en la Argentina, especialmente a través de las noticias e intercambios que mantiene con sus hijas, amigas y compañeras que viven en la Argentina.

En junio de 2018 sus hijas Arlen y Valentina fueron a visitarla, con sus pañuelos verdes de la campaña. “En Cuba el aborto es legal desde el inicio de la Revolución y cuando comento con alguien los casos de niñas obligadas a parir, por jueces o juezas que le niegan el derecho al aborto, aun en circunstancias permitidas, las personas no lo pueden creer, pero es, es así….y esperemos que muy pronto ya no lo sea”, contó Lilli.

Y recordó el día posterior a la llegada que fueron de paseo con los pañuelos puestos hasta la Plaza de la Revolución, y en una de las fotos los lucieron con las imágenes del Che y Camilo. “Lidia Menapace, feminista y luchadora histórica que falleció en estos días en Italia,  compara al feminismo con un evento o mejor un elemento de la naturaleza y en particular lo compara con el agua, que a veces corre en  la superficie, luego se esconde y corre subterránea, para volver a brotar en a la superficie… pero  que no corre tranquila nunca, como un río de llanura. Me gusta imaginar que el pañuelo verde sea como el agua y que desborde, se expanda como símbolo de otros derechos y otras luchas, que llegue a cambiar no solo las leyes, sino también nuestras vidas cotidianas, e imaginar a mis hijas como parte de esa marea”, reflexionó Lilli desde La Habana.

pañuelo verde
Con la Sagrada Familia de fondo, María Fernanda en las calles de Barcelona.

María Fernanda del Pino es rosarina y vive en Barcelona desde 2002. En España la interrupción voluntaria del embarazo es legal desde 1985.

Contó que se fue enterando de a poco de la Campaña argentina por el derecho al aborto: “Un día por mis amigas, otro día por mis hermanas, por las hijas de mis amigas y amigos que empiezan a cambiar su foto de perfil en Facebook, del whatsapp, suben artículos a las redes, tengo contactos que empiezan a participar políticamente y me acostumbro a verlas con el pañuelo verde que lo llevan en la muñeca a todas partes. Cada vez se hace más público, hay más debate, recibo links de notas que piden ‘Que sea ley´, la participación va creciendo y trascendiendo, se vuelve inevitablemente visible; lo muestran, lo hacen público”.

De sus amigas y familia le empezaron a llegar los pañuelos a Barcelona. Dice que no lo lleva en la muñeca o pasea como es común en la Argentina, sino que prefiere tenerlo en su casa con sus objetos personales. “Yo lo tengo en mi casa con mis cosas, mis objetos; lo guardo donde pongo el pasaporte argentino, ese es un buen sitio para el pañuelo. Quizás cuando sea ley, porque será, salga a la calle o pase por la Sagrada Familia con el pañuelo atado en la muñeca, en mi bolso, en el cuello o como barbijo y me sume a la marea verde, convencida que una ley no obliga, en todo caso protege y asiste. Y entonces cuando se apruebe, ya vendrán otras campañas para defender el placer”.

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