La reunión del bloque que tuvo lugar en Montevideo entre lunes 5 y martes 6 estuvo marcada por la decisión unilateral de Uruguay de firmar tratados de libre comercio sin respetar los estatutos que lo impiden.

La cumbre del Mercosur estuvo atravesada por el avance unilateral de Uruguay, que solicitó formalmente el ingreso al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP). Las representaciones diplomáticas de los socios del bloque regional ya realizaron advertencias a Uruguay: la postura de Brasil, Argentina y Paraguay es que se deben respetar los estatutos del Mercosur, en especial aquel que establece que ningún país dentro del bloque puede negociar por fuera de él sin el visto bueno de los demás (Decisión 32/00). 

Participaron de la cumbre el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou; el de Argentina, Alberto Fernández; el mandatario de Paraguay, Mario Abdo Benítez y el vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão. Uruguay había asumido la Presidencia Pro-Témpore del Mercosur el 1° de julio de 2021, en la 50° Reunión de Ministros del Mercosur, que se realizó de forma presencial en la ciudad de Luque, Paraguay. 

Tras una serie de declaraciones y acciones de Uruguay que cayeron muy mal en el resto del bloque, el ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Francisco Bustillo, viajó recientemente a Nueva Zelanda para pedir formalmente el ingreso al CPTPP. A esto se suman las negociaciones por un Tratado de Libre Comercio con China, que actualmente están estancadas.

Según informó el medio uruguayo La diaria, Lacalle Pou reafirmó su postura, y dijo que en su país “se sienten con todo el derecho” de continuar con el posible ingreso al CPTPP, porque les asiste el “derecho internacional y los hechos recientes de decisiones que no son tomadas por consenso”. A modo de ejemplo, citó la primera baja de aranceles acordada entre Brasil y Argentina, y la baja de aranceles para beneficiar los productos y servicios de zona franca de Uruguay cuando pueden ser exportados a EEUU.

Pero su par paraguayo, Mario Abdo Benítez, apuntó que las intenciones de Uruguay de buscar acuerdos por fuera del bloque “desnaturaliza” la “esencia” del Mercosur. El canciller paraguayo, Julio César Arriola, señaló que aun así no significa un quiebre del bloque: “Los estados miembros del Mercosur deben negociar siempre en bloque y por consenso; y nosotros nos mantenemos en esa línea”.

Acuerdo transpacífico

El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (Comprehensive and Progressive Agreement for Trans-Pacific Partnership, CPTPP) es un acuerdo de libre comercio entre varios países de la Cuenca del Pacífico. Australia, Brunéi Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam suscribieron el acuerdo el 8 de marzo de 2018 en Santiago, Chile. El CPTPP entró en vigor el 30 de diciembre de 2018 para Australia, Canadá, Japón, México, Nueva Zelanda y Singapur, y desde el 14 de enero de 2019 para Vietnam.

“Vamos a hacer la cumbre, nos sentimos en todo nuestro derecho de hacerla, así como entendemos aunque no compartamos el reclamo de los tres países. Va a estar entretenida y vamos a hablar de estos temas porque nos asiste el derecho internacional”, respondió Lacalle Pou el 30 de noviembre, cuando estaba en duda la realización de la reunión por las quejas que produjo la actitud de Uruguay.

El canciller uruguayo, Francisco Bustillo, reiteró las críticas que su gobierno le viene realizando al Mercosur, bloque al que calificó de “imperfecto” y “languideciente”, que se ha detenido en discusiones “bizantinas” y que, según sus palabras Uruguay pretende “dinamizar”, según informó Télam.

Por su parte, los cancilleres de los países socios del bloque rebatieron de manera unánime los argumentos del diplomático y subrayaron que todas las negociaciones deben realizarse “dentro” del Mercado Común.

Foto: Télam

El canciller de la Argentina, Santiago Cafiero, afirmó que su país ve “con preocupación” el inicio de “un camino unilateral” de Uruguay y advirtió que esa actitud “podría desembocar en una ruptura” del bloque.

“No estamos observando una aspiración a la futura convergencia dentro del bloque; por el contrario, vemos con preocupación que se emprende un camino que parece ser unilateral y que, muy probablemente, podría desembocar en una ruptura”, señaló Cafiero.

En ese mismo sentido, el brasileño Carlos França se manifestó preocupado por los “problemas de las negociaciones individuales”, una crítica a los intentos uruguayos de suscribir acuerdos comerciales por fuera del bloque, informó Télam.

“Estamos preocupados con problemas que inevitablemente resultarían de las negociaciones individuales: problemas jurídicos y comerciales”, señaló el diplomático brasileño, al tiempo que agregó que su país “está abierto a discutir modalidades flexibles” en las negociaciones “externas del bloque, a condición que sucedan de forma franca y transparente y en las instancias del bloque”.

También fue crítico con la actitud de Uruguay el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Julio Arriola, quien aseguró que las posiciones unilaterales “son inadecuadas” y “socavan la imagen del Mercosur”.

“Puede ser que solos se vaya más rápido, pero juntos vamos más lejos”,  consideró.

El 30 de noviembre, y previo a conocerse la presentación de Uruguay en Nueva Zelanda, Argentina, Paraguay y Brasil dieron a conocer un comunicado que expresa que “ante acciones del gobierno uruguayo con miras a la negociación individual de acuerdos comerciales con dimensión arancelaria, los coordinadores nacionales ante el Grupo Mercado Común del Mercosur tienen a bien comunicar a la Coordinación de Uruguay que los tres países se reservan el derecho de adoptar las eventuales medidas que juzguen necesarias para defender sus intereses en el ámbito jurídico y comercial”.

En respuesta a esta carta, el presidente Lacalle Pou dijo que comprendía a los tres países que habían decidido y firmado ese comunicado, pero que tenía en claro también que a “Uruguay le asistía en todo su derecho” el solicitar el ingreso formal al Acuerdo Transpacífico.

Según la agencia Télam, desde la llegada al poder de Luis Lacalle Pou, Montevideo ha sido crítico con el Mercosur y, en distintas instancias, lo ha calificado, en absoluta soledad, como “corset” y “lastre”.

En esta misma línea, Bustillo criticó la lentitud del bloque para sellar nuevos acuerdos económicos con terceros, y la falta de avances con la Unión Europea o con países de Asia.

Ya en la anterior cumbre de presidentes celebrada en Asunción, el gobierno uruguayo había manifestado su intención de suscribir un Tratado de Libre Comercio con China: tanto ese anuncio, como el realizado en los últimos días, fueron rechazados por sus socios.

Pero más allá de las intenciones y los desencuentros, los diplomáticos están de acuerdo en un punto: podrían pasar años hasta conseguir un avance concreto en las negociaciones bilaterales encaradas con China o con países del Transpacífico.

“Si en el futuro se llega al momento de cerrar el acuerdo con el bloque Transpacífico, se hará el balance sobre si le conviene a Uruguay mantenerse en el Mercosur o marcharse”, comentaron fuentes diplomáticas uruguayas a Télam.

Lacalle vende humo

La Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (Carifa) presentó un documento a su presidente, Fernando Pereira, sobre el pedido de adhesión de Uruguay al Acuerdo Transpacífico, según informó el portal de noticias de Uruguay Grupo Multimedios

El Frente Amplio puso en duda la concreción del ingreso de Uruguay al CPTPP y presentó objeciones al proceso encabezado por el presidente Lacalle Pou y el canciller Bustillo a través de un documento que Carifa le entregó a Fernando Pereira, el presidente del partido opositor.

Según el texto, el pedido del gobierno de ser incorporado al Acuerdo Transpacífico no es más que otro “fuego de artificio” de la gestión de Lacalle Pou, tanto por los términos de inserción económica, comercial y de política exterior, como por la forma en que ha sido presentado, apresuradamente y con apenas doce días entre el anuncio oficial y la entrega de la carta de formalización de la solicitud al ministro de Comercio de Nueva Zelanda, Damien O’Connor.

El informe advierte que, al igual que los fuegos artificiales pueden ser peligrosos si no se manejan con prudencia, este anuncio –al que califican de “escénico”– puede traer consecuencias negativas en varios aspectos.

Según la Carifa –presidida por el ex subsecretario de Relaciones Exteriores, Ariel Bergamino–, haber presentado la solicitud para el ingreso al Acuerdo Transpacífico con las condiciones actuales supone diferentes puntos problemáticos: falta de participación social, toma de decisiones en base a informes desconocidos y rispideces innecesarias al interior del Mercosur.

Foto: Télam

En este sentido, informa Grupo Multimedios, en primer lugar, el Frente Amplio señala que ignora si el gobierno dialogó con las organizaciones de la sociedad civil vinculadas a temas tales como inversiones, competitividad, transparencia, anticorrupción, empresas del Estado, monopolios y tantos otros que están comprendidos en los 30 capítulos que constituyen el CPTPP.

Asimismo, según el documento, el gobierno basó la decisión diplomática comercial en dos informes técnicos preliminares que la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado desconoce, a pesar de que Bustillo compareciera frente a la misma en agosto. Éstos fueron elaborados por la Cancillería, por un lado, y por académicos de la Universidad de la República, la Universidad Católica y la Universidad de Montevideo, por el otro.

“Llaman la atención el apresuramiento y la orfandad de la decisión adoptada”, sostuvo la Carifa, que pone como ejemplo de un proceso adecuado la experiencia de Chile, que aplicó al CPTPP en diciembre de 2018 y luego de cinco años de negociación a nivel nacional.

El último punto en el texto de la comisión especializada hace hincapié en que la decisión de Lacalle Pou generó rispideces innecesarias con el Mercosur, sobre todo porque la carta formal se presentó apenas cinco días antes de la próxima cumbre del bloque regional, en la que Uruguay pasará la presidencia pro témpore a Argentina.

Los tiempos elegidos no ayudan a la necesaria actualización y potenciación del Mercosur, sino que agrega otra ficción al mismo, señalaron los referentes del Frente Amplio, que aclararon que no se niegan a explorar las posibilidades que el presidente postula como más oportunidades para el país y para los uruguayos, y que tampoco descartan acompañar al oficialismo si el Acuerdo Transpacífico proporciona condiciones favorables para Uruguay. Pero destacan la necesidad de trabajar sobre reglas claras y plazos adecuados, así como mecanismos genuinos de información, análisis y diálogo político y social, tanto al interior de las fronteras nacionales como hacia fuera.

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