El 8 de Marzo –Día Internacional de la Mujer Trabajadora– es también una fecha necesaria para resaltar la importancia que tiene la Educación Sexual Integral (ESI) en la vida de las personas. “No sólo para garantizar este derecho sino para visibilizar todas aquellas inequidades, injusticias y desigualdades que padecemos sobre todo las mujeres y las disidencias”, expresa la especialista en políticas públicas y género, Dolores Covacevich.
Para la educadora, al igual que el 8 de marzo, otras fechas como el 3 de Junio –Ni una menos– “son clave para pensar en la importancia y en la necesidad de la implementación, del trabajo, del compromiso y de la militancia por la educación sexual integral”. Una tarea que considera esencial en tanto permite garantizar este derecho a la vez que hace visibles las injusticias por razones de género.
“No podemos pensar en un #8M sin pensar o referir en las consignas o en nuestra propia militancia por la educación sexual integral, ya sea como política pública, como normativa, como derecho o también como obligación”, enfatiza Covacevih.
Recursos, materiales, espacios de formación y debate no faltan ni sobran. Desde que la ESI es ley se han multiplicado las propuestas para saber de qué se trata o cómo abordarla en cada nivel y realidad de enseñanza. Aun así, a veces está ausente, el debate se hace esperar o la aplicación del programa educativo que la acompaña llega en cuotas.
La especialista asegura –respecto de cómo se aplica– que hay que sostener el reclamo y la relevancia por hacer visible la ESI en todo momento. “La implementación de la ESI es dispar”, admite Covacevich al tiempo que señala que también es difícil poder pensar en un desarrollo y trabajo único “porque además la educación sexual integral debe poder responder a las necesidades de las distintas instituciones”.
Afirma que, “si bien desde Santa Fe como desde Nación, contamos con bastante material actualizado, porque se ha producido mucho en este último tiempo y con gran compromiso de la docencia, falta política pública educativa para que el derecho a la ESI pueda ser garantizado en las diferentes instituciones y niveles, atendiendo a las diferentes particularidades”. Una demanda que entiende necesaria “para que la educación sexual integral no quede en la voluntad de un grupo de docentes sino que responda a una política estatal seria y contundente, que acompañe su implementación”.
La ley que no quiere el Senado provincial
Primero fue en 2018, luego en 2020, cuando en la provincia se presentaron proyectos de ley de educación sexual integral (ESI) propios. Obtuvieron la aprobación de Diputados pero nunca avanzaron en el Senado santafesino. Tampoco el gobernador Omar Perotti habilitó el tratamiento extraordinario para que no quedara fuera de la agenda parlamentaria y perdiera el estado de avance que tenía.
Covacevich señala que desde que la ESI perdió estado parlamentario en la provincia el tema no se ha vuelto a activar, al menos en este sector de la discusión política. “Lo cual es bastante preocupante”, dice, y remarca que “la del no tratamiento” es una situación que tiende a naturalizarse. “Y, en lugar de buscar nuevos consensos para que tengamos una ley de ESI ha quedado como stand by, como que se busca –por una razón u otra– tirar el tema para adelante”.
Primero fue en 2018 que el proyecto de ley de ESI para Santa Fe obtuvo media sanción en Diputados. Las expectativas estaban puestas para que en febrero de 2019 se aprobara en sesiones extraordinarias, pero nada de eso pasó.
Al año siguiente (2020) se avanzó en un nuevo proyecto de ley de ESI. Pero también volvió a perderse en los cajones y en la negativa sistemática del Senado provincial, siempre más atento a los pedidos de los grupos conservadores y religiosos que en respetar derechos. Eso pasó en noviembre de 2021 y en las sesiones extraordinarias volvieron a dejarla afuera.
En marzo del año pasado volvió a ingresar a la Legislatura un nuevo proyecto de ley de ESI, al que el Senado sigue dándole la espalda. La importancia de contar con una normativa para Santa Fe está en fortalecer la normativa nacional, con recursos y perspectivas que respondan a la propia realidad.
La ley de ESI –26.150– fue aprobada a nivel nacional en 2006, dos años más tarde se creó el Programa Nacional de Educación Sexual Integral “con el propósito de coordinar el diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de las acciones de ESI en todas las jurisdicciones del país”.
Una variedad de recursos
Desde el Programa Nacional de ESI se destaca que “la educación sexual integral constituye un espacio sistemático de enseñanza y aprendizaje que comprende contenidos de distintas áreas curriculares, adecuados a las edades y etapas de desarrollo de las personas desde el nivel inicial hasta la formación docente”.
Para hacer efectiva esa meta el programa provee de recursos a las escuelas y sus comunidades educativas. El acento de las diferentes propuestas pedagógicas siempre hacen referencia a “los cinco ejes conceptuales en los que se trabaja: el cuidado del propio cuerpo; la valoración de las emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el reconocimiento de la perspectiva de género; el respeto de la diversidad; y el ejercicio de los derechos concernientes a la sexualidad”.
Entre esos materiales de apoyo hay uno dedicado a las Efemérides para trabajar la ESI en las escuelas. Uno de sus capítulos se llama El 8 de marzo desde la mirada de la ESI, en el que se manifiesta: “Esta fecha es una oportunidad para que desde las escuelas se pueda reflexionar sobre los aspectos que contribuyen a sostener inequidades y también poner en valor todas las acciones que se llevan adelante para promover relaciones más igualitarias entre los géneros”, se lee en el material que además destaca que “el 8 de marzo se conmemora la lucha de las mujeres por mayor igualdad en el ejercicio de los derechos”.
También se recuerda que la ley de ESI resulta “una herramienta importante para generar acciones más igualitarias”, además de promover “la igualdad de trato y oportunidades para todas las personas, independientemente de su identidad de género”.
Y destaca que el #8M es además una oportunidad para pensar sobre el trabajo docente. “Una de las puertas de entrada de la sexualidad a la escuela se vincula con la reflexión sobre el propio posicionamiento del equipo directivo, docente y no docente sobre sus propias trayectorias”, se lee en esa propuesta de análisis y se subraya que la fecha es una posibilidad para conocer y reconocer cómo impacta el género en las tareas cotidianas, en las formas en que se habitan las escuelas, en las propias creencias o en las propuestas de formación.
El Ministerio de Educación de Santa Fe dispone –a través de su campus educativo– de un blog dedicado al trabajo con la ESI. En ese espacio, dispone de Recurseros para el abordaje de la Educación Sexual Integral en Educación Primaria. Se trata de tres documentos realizados por el Equipo de ESI provincial que acompañan el desarrollo del Programa de ESI en las escuelas santafesinas.
Nota publicada en la edición impresa del semanario El Eslabón del 04/03/23
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